Capítulo cuarenta y tres.

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Capítulo cuarenta y tres―. "Es mejor no tener amigos"

*Narra Alba*

—¿Entonces creen que a Jorge le fue muy mal? —les pregunté a los chicos después de darle una mordida a mi hamburguesa.

—Créanme, Clari puede ser el demonio en persona si se lo propone, además, es súper mega híper sobreprotectora con el muchachito este —dijo Jerry, con una mancha de mostaza en la barbilla por supuesto, si no tiene manchas de comida, simplemente no es Jerry.

—Y tuvo suerte de que su papá esté en la ciudad, seguramente el impidió que Clari lo matara verbalmente —dijo Lodo tomando la mano de Ruggero que estaba enfrente de ella. Ahh, ellos son adorables enserio.

—Naaa —negó Jerry aventándole una papita a Lodo— de la matanza verbal nadie lo salvaba, estoy seguro —Selena Gomez daba la música de fondo. Hit the lights me parece.

—Bueno, bueno, deberíamos ir a verlo, somos sus amigos y tendríamos que saber cómo está —dijo Facundo, que estaba al lado mío, yo alado de él, su brazo sobre mi hombro, ahh.

—Sí, y nosotros —dijo Jerry señalando a Lodo que estaba al lado de él— somos amigos suyos —nos señaló a Facu, Rugge y a mí—. Así que es nuestra responsabilidad como amigos suyos advertirles que Clari se lanzará contra nosotros en cuanto nos vea, en cuanto me vea a mí de hecho —Jerry hizo una mueca, supongo que Clari lo matará al verlo, no entiendo bien eso pero...

—¿Creen que no dejen salir a Jorge en un rato? —preguntó Rugge mientras miraba a la puerta, que estaba detrás de Lodo y Jerry.

—No, cariño, el pobre estará castigado hasta el año nuevo si bien le va —le contestó Lodo con una sonrisa.

—Pues entonces alguien debería decirle a Jorge que está mal eso de escaparse con Martina para venir a comer hamburguesas —dije sonriendo, señalando a Jorge y Martina, que caminaban hacia nosotros.

—¿Qué haces aquí, Jorge? ¿No se supone que estarías castigado? —Lodo dio un salto y fue en busca de Jorge— Conociendo a Clari te matará si sabe que te escapaste y... —Jerry se puso al lado de ella, le dijo algo al oído y Lodo dio un paso atrás— Aunque bueno, digo, es un comentario equis, no sé, seguramente te matará tu hermana porque ¿tienes una hermana, no? —y esto es raro...conozco tal vez de hace poco a Lodovica pero conozco perfectamente sus gestos y ahora mismo está nerviosa.

—No me escapé, mi papá me dejo salir —y ahora Jorge estaba incómodo, oh sí, conozco ya muy bien a este grupo.

—¿Quieren... —Jerry se rascó la nuca— sentarse con nosotros?

—Claro, vamos cariño —y tomaron asiento, todos apretados, juntos, em...Selena seguía con nosotros, era lo único que se escuchaba de hecho, ¿les ha pasado eso de un silencio muy incómodo? Bueno, bienvenidos a uno.

Let the music move you , lose yourself tonight...

—¿Cómo vas con ese ojo, Jorge? —preguntó Ruggero, gracias al cielo que alguien dijo algo.

—Bien... estaba peor ayer, créeme —soltó una risita, pero yo seguía con dos cosas en mi cabeza: Selena Gomez (¿es que en serio el encargado de la música de este lugar es fan de ella?) y el rompecabezas que se estaba formando en mi cabeza.

Los chicos pidieron, todo iba normal ya, pero es que ¿soy la única que nota algo raro en toda la situación? Lodo, Jorge y Jerry parecen conocerse de hace mucho, pero por lo que sé, Jorge lleva poco tiempo en la escuela, aunque también está el hecho de que se conozcan desde antes, sin embargo Lodo no hubiera tratado de excusarse al demostrar que conocía cosas de la vida de Jorge porque ¿qué problema habría con que nos contara que se conocen de antes? Uff.

—Lodo, ¿puedes acompañarme al baño? —sí, yo digo baño y no tocador. Necesito hablar con esta chica.

—Claro —soltó la mano de Ruggero, dije un 'con permiso', me siguió y salimos de la sala.

—¿Qué te pasa, Alba? Has estado pensativa todo el rato —me dijo mientras se mojaba el cabello frente al espejo del baño y hacía caras graciosas. Que ahora no me dan mucha gracia como antes, claro está.

—¿Yo soy la rara? ¿Haces un escándalo a medio restaurante y me dices que estoy rara? —listo, adiós dudas, le pregunto y ya ¿no?

—Eso no fue nada, olvídalo —a otro perro con ese hueso, Lodovica...

—Tú junto con Jorge y Jerry traen algo, no es solo de ahora, he notado cosas bastantes raras entre los tres... —hice una pausa, tomé aire y seguí —Jerry y tu parecen conocer bastante a Jorge, como que saben cómo es su hermana, saben que su padre está aquí, saben muchas cosas de él que, simplemente no entiendo porque saben si se supone que Jorge no lleva mucho aquí ¿lo conocen de antes? ¿Qué nos ocultan?

—Alba, no es nada, enserio —ahora me veía y no a su reflejo.

—¿Lo conocen de antes? ¿Hay algo que no sepamos?

—Alba, yo no puedo...

—¿No confías en mí? —sin confianza no hay amistad, eso me dejaron en claro muchos programas de TV. ¿Qué? ¿No me digan que no aprendieron nada bueno de ver alguna serie? Arrg.

—No es eso, amiga. Yo...

—Dime una cosa... ¿hay algo que nos estén ocultando? Puedes confiar en mí, somos amigas, se supone.

—No se supone, lo somos —me corrigió Lodo al instante tomándome de las manos—. Alba, en verdad me gustaría contarte, pero... —negó con la cabeza, ahora estaba triste, lo veía en sus ojos que me observaban fijamente— no puedo...

Y ahí todo me quedó claro, me estaba ocultando algo.

—Ok, está bien, Lodo —la solté, estaba molesta con ella. ¿Cómo podemos ser amigas del alma si no confía en mí? Esas no eran amigas. Me apresuré a salir no sin antes voltear decirle algo más—. Yo por ti, hubiera guardado el secreto.
Y salí de ahí, fui con Facu, le dije que debía irme (sí, no podía quedarme más tiempo con mi "amiga") y, aunque fue difícil fingir que no pasaba nada, logré irme. ¿Qué más aprendí con las series de TV? Que siempre que pelees con tu mejor amiga, puedes pasear con las manos en los bolsillos por toda la ciudad.

*Narra Lodovica*

¿Vieron eso? ¿Qué se hace en estos casos?
Por mucho que quiera a Alba, por mucho que sea mi amiga no puedo engañar a mi mejor amigo, él confía en mí, estamos juntos en esto y, adivinaron, no puedo decirle a nadie. Ni a mi mejor amiga por mucho que me duela.

—Y eso pasó —al llegar a casa llamé a Jorge, necesitaba contarle todo

—Mierda... —lo escuché decir mientras yo aventaba una almohada a la pared.

—Ya sé, ahora no quiere hablarme —ahora yo me tiré a la cama. La vida es injusta, en medio de mis dos mejores amigos

—Enserio lo siento, yo... —se quedó callado.

―Ya sé lo que estás pensando: lo sientes y te sientes mal pero sabes que no puedes hacer nada, ni yo misma puedo hacer algo.

―En serio me siento mal, Lodo. No es justo que por mi culpa tengas problemas ―y sabía que era sincero.

―Y no sería justo que yo hable cuando estamos en esto juntos, no puedo decirle nada si eso te perjudica a ti, eso no es ser buena amiga.

―Y no estás siendo buena amiga con ella... ―susurró Jorge, y ahí, de nuevo era sincero y tenía razón.

―Ya sé, que maldito laberinto es este...

―Lodo, yo... ―escuché el silencio ahora, no sabía qué decirme y yo no sabía qué hacer.

―No hay nada que hacer, Jorge. Nada que decir.

Enseñanza del día: no hacer favores a tu mejor amigo, tu mejor amiga puede enojarse si no le cuentas nada. En pocas palabras, no tener amigos.
Mierda.

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2015 ⏰

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