Capítulo diecisiete.

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(Antes de que empiecen a leer, pido disculpas por mi laaarga ausencia :/ el colegio no me da tiempo para esto...pero aquí tenía yo guardado un capítulo que no sé por qué no había subido...disfrútenlo ;))

Capítulo diecisiete—. “Cambio de look”

—¡Ésto! ¡Ésto es perfecto! —chilló Clari mirando un aparador con mucha ropa.

—Me encanta esta chaqueta, definitivamente esta debe estar en tu nuevo guardarropa —dijo Lodo sosteniéndola ¿dónde está Jerry? Atrás de mí cargando todo lo que a las chicas se les ocurre que debo probarme.

—Entra y pruébate esto —dijo Clari quitándole a Jerry unas cosas que cargaba y dándomelas a mí. Unos jeans geniales y una playera. Veamos.

—No, no me agrada demasiado —dijo Lodo una vez que salí del vestidor.

—No me convence —le apoyó Clari.

—¡Oh por favor! —exclamó Jerry— ¡Si ya saben cómo será su estilo tan solo denle la estúpida ropa que queda!

—Cállate, Jerry —exclamó Clari.

—¿Tengo palabra aquí? Opino que... —me interrumpieron.

—Tiene razón Jerry. Toma Jorge, ponte esto —oh Dios, quién las entiende.

—¡Perfecto! —gritó Clari cuando me vio salir del vestidor. Llevaba puesto una playera blanca, una camisa negra abierta, pantalones negros y tenis igual, negros.

—Me encanta, me encanta, ése es tu estilo nuevo —exclamó Lodo emocionada.

—¿Podemos seguir con el cambio? Me aburrí de estar aquí —dijo Jerry ganándose una mirada amenazante de Lodo y Clari.

No sé de dónde sacamos el dinero para pagar toda esa ropa, entre los cuatro ayudamos a pagar, sobre todo Clari.

—Compramos mucho, ¿no? —le dije a Clari saliendo de la tienda, cargado con muchas bolsas.

—No te preocupes por nada, sígueme —me dijo mi hermana caminando a su siguiente destino.

—¿No creen que son muchos lentes los que llevamos? —dije mirando la cantidad de lentes que compramos, y no hablo de lentes para la vista.

—Jorge, no te preocupes, no pienses en el dinero, diviértete con esto —dijo Lodo.

—Siguiente parada: zapatería —dijo Jerry mirando la tienda susodicha de zapatos. En la tienda de ropa habíamos tomado unos zapatos que había, para ver qué quedaba con el estilo, pero necesitábamos ir A UNA VERDADERA ZAPATERÍA.

—Muero de hambre —exclamó Jerry una vez que nos sentamos en una mesa de uno de esos lugares para comer que hay en los centros comerciales.

—Cuándo no... —le contesté a Jerry. Ya pasaban de las 3:30, sí que el tiempo pasa volando cuando uno está de compras.

—Bueno ya llevamos jeans, zapatos, camisas, playeras, lentes, converse —dijo Lodo enumerando con sus dedos cada cosa que decía.

—Falta algo, el cabello —dijo Jerry antes de darle una mordida a su hamburguesa.

—Su cabello es lindo, solo le falta un corte distinto —dijo Clari.

—En sí, Jorge es guapo. Solo faltaba sacarlo a la luz —dijo Lodo.

—Sí, como tiene una sonrisa perfecta... —dijo sarcástico Jerry.

—Mira esto, comelón —y mostré una gran sonrisa, según yo.

—Te venció amigo, Jorge sí tiene sonrisa perfecta —mencionó orgullosa Lodo.

—Sonríe siempre de esa manera y no solo tendrás a Martina babeando por ti —me dio mi hermana un consejo que obvio tomaré.

(*)

—¿Cómo quieres el corte, chico? —dijo el tipo que se encargaría de arreglar mi cabello.

—Un corte genial, algo rebelde es lo que queremos —habló Clari por mí.

—Algo rebelde, entendido —¿es todo lo que debíamos decirle? ¿Nada de miles de diseños? Qué sencillo.

—Prepárate para un estilo nuevo, amigo —dijo el chico cuando empezó a cortar mi cabello, solo escuchaba el sonido de las tijeras y veía cabello caer al piso. Nuevo estilo, aquí voy.

—Listo —dijo el chico dando por terminado el arreglo que le hacía a mi cabello.

—Wow —dijo Jerry sorprendido—. Sí que tenías lindo cabello, sólo hacía falta arreglarlo un poco.

—Muy poco —dijo Clari. Volteé a verme al espejo, ¿tuve ese cabello toda mi vida? Lo desperdicié 16 años sin dudarlo.

Al regresar a casa, siendo las 6:30 de la tarde, regresé distinto (bueno, solo cambió mi cabello, la ropa aún seguía siendo la misma) pero aún así, me sentía diferente. Estoy listo para ser diferente. El tiempo está pasando y vuelvo a la escuela siendo otra persona pasado mañana ¿estaré realmente listo? Claro que estoy listo, confío en mí.

Opuestos Pero PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora