Capítulo quince.

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Capítulo quince—. “¿Y tu venganza de qué trata?

—¿Cómo lo harás? —preguntó Lodo, sorprendida por lo que le dije.

—En el camino te cuento, vamos —una vez de pie, le tendí la mano, debíamos irnos, me acababa de dar cuenta que Lodo estaba empapada, igual que yo. Sí, lo mejor será irnos ya. En el camino le contaré mi plan pero primero no volvería a llorar, no derramaré lágrimas por personas que no lo valen, ellos no valen la pena...

*Narra Jerry*

Estaba llegando a casa de la tienda de discos cuando recibo un mensaje de Lodo contándome brevemente que Jorge está mal, lo que pensábamos era cierto y él ya lo sabía y que fuera a casa de Jorge inmediatamente. Obviamente iría ahora mismo, mi amigo me necesita. 

—Les gané —comenté cuando los vi llegando, yo llegué primero y ya llevaba rato en la puerta de Jorge, mojándome, la estúpida lluvia no cesaba.

—Déjame abrir —comentó Jorge abriéndose paso hacia la puerta, él había estado llorando, pero no se veía tan mal como me lo imaginé, me lo imaginaba casi queriéndose matar pero no, hasta se veía distinto a como lo he visto todos estos años, Jorge abrió la puerta y fue directo a buscar toallas al baño.

—¿Cómo está? —pregunté a Lodo una vez solos—. No lo veo tan mal, me lo imaginaba peor.

—Estaba mal pero en cuanto se le ocurrió un plan, dejó de llorar. Ah y espera a que llegue, él te contará todo —contestó la pregunta aún no hecha por mí.

—Bien, Jerry. Primero que nada te pido perdón a ti, les pido perdón a los dos por no creerles, ustedes son mis amigos y solo pensaban en mí pero...estaba cegado y no les creí —dijo Jorge en cuanto estábamos algo secos y en su sala.

—No me pidas perdón de nada, amigo. Después de todo, la chica era Martina y ella te traía loco así que...mejor me callo, ¿no? Solo te digo amigo que cuentas conmigo, como siempre.

—Lo sé y gracias, aprecio mucho lo que hacen por mí, los quiero —nos dijo Jorge.

*Narra Jorge*

—Necesito tu ayuda, Jerry, la de los tres, de Clari, Lodo y tú —dije sentándome en el sofá, enfrente de los chicos.

—Cuentas conmigo —contestó Jerry al instante de decirle, sabía que contaría con él.

—Martina Stoessel lamentará el día que empezó a jugar conmigo —dije con odio, enojo, un sinfín de sentimientos encontrados.

—Esa idea me gusta, ¿ocupas ayuda para saber cómo? —dijo Jerry con una sonrisita malévola.

—Yo ya sé cómo, Jerry. Ya tengo planeado cómo hacerla sufrir como me lo hizo a mí —yo ya tenía claro mi plan.

—Espera... ¿la vas a enamorar? —dijo Jerry muy sorprendido.

—Enamorarla hasta los huesos, quiero que se vuelva loca por mí, que me ame como nunca.

—Y la dejará —habló Lodo completando la frase.

—Y la humillaré, la dejaré enfrente de todos como ella hizo conmigo —terminé.

—Muy sorprendido por tu plan pero... ¿cómo harás eso? Ella no creerá que la amas sabiendo que te lastimó bastante, no creerá en ti —razonó Jerry.

—Buen punto, pero ya tengo pensado eso, voy a cambiar de look, de forma de ser, de todo, nacerá un nuevo Jorge y ahí entran ustedes. Me van a ayudar a cambiar, Jerry tú tienes más onda que yo y eso me la deberás pegar, Clari sabe de moda, necesito cambiar mi atuendo, mi corte de cabello y todo eso. Y tú Lodo, me enseñarás cómo enamorarla, necesitaré de los tres demasiado, necesito cambiar en este fin de semana.

—El lunes ya no llegará Blanco a la escuela  —dijo Lodo.

—Llegará Vargas.

—Alto, alto, alto, Jorge, cómo diablos harás para que llegue  "Vargas" a la escuela así como así y que se vaya Blanco, con un cambio de look no basta, o sea, te reconocerán.

—¿Con quién más que con ustedes me junto? Por favor, Jerry. Podría jamás volver a la escuela y nadie lo notaría, aparte dejaré todo lo de Blanco, seré distinto, todo —volví a aclarar.

—Tienes razón en eso, nadie notaría eso pero... —pensó— el tema de los maestros, calificaciones, exámenes, papeleo de Blanco, de Vargas, a ellos no los podrás engañar.

—Otro buen punto, amigo. Ser el matadito de la escuela tiene su lado bueno, los maestros y el director me aman, me ayudarán en eso y podré confiar en ellos —estaba seguro de eso.

—¿Tu plan es entonces cambiar todo lo que eres en dos días, enamorarla y botarla? ¿Y qué con Diego? 

—Ese maldito me las pagará ya una vez adentro, no tengo una "táctica" para mi venganza contra él —mi venganza contra él no tiene plan, solo entrando se me ocurrirá.

—Está bueno el plan ¿no? —le dijo Lodo emocionada a Jerry.

—¿Podrás, amigo? Yo obvio te ayudo pero ¿seguro de esto?

—Seguro —le confirmé. Yo estaba harto de eso, harto de mi vida en la escuela, esto lo hago como venganza pero también para mí mismo, ya me cansé de lo que llevo de vida.

—Entonces... ¿qué esperamos? Jorge, empecemos con tu "transformación pero ya —dijo Jerry poniéndose de pie.

—A darle —finalizó Lodo para ponerse de pie igual que Jerry. Eran las 2 de la tarde del viernes. Como dijo Lodo; a darle.

Opuestos Pero PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora