Capítulo ocho. —“Enojos, misterios y hongos”
*Narra Lodo*
La estúpida tarde pasó, seguro Jorge estaría "de lo más feliz" con la estúpida de Martina en su estúpida cita, ¿y yo? Me la pasé en mi casa haciendo tareas y/o quejándome por teléfono con Jerry.
Seguro ya lo dejé harto con ese tema. Yo quiero muchísimo a Jorge y razones me sobran para no querer que sufra, yo llegaré al fondo de esto y la mosquita muerta de Martina se las verá conmigo. Oh, no me conoce y no conoce de lo que soy capaz de hacer por mis amigos.
*Narra Jorge*
La vida es bella...uno a veces se la vive quejándose de todo cuando su subconsciente solo debe recordarle "déjalo ser" y esta tarde con Martina me hizo descubrir que mi vida no puede ser tan pésima y que...bueno ahora que Diego al parecer me dejará en paz y Martina llegó a mi vida, las cosas no pueden ser tan malas como creí. ¿Cómo terminó mi tarde perfecta? Después de como 2 horas de solo charlar y charlar, la convencí de llevarla a su casa *muy "elegante", por cierto*; ella entró no sin antes darme otro beso en la mejilla, ¿cuántos iban tan solo en la tarde? ¿3, 4? Esa sensación de sus labios en mi mejilla, era única y muy especial ¿voy muy rápido? La verdad, no. Me gusta Martina desde siempre y siempre soñé este momento; podría decirse que estoy soñando con los ojos abiertos. Martina entró a su casa con un: nos vemos mañana. Me fui brincando y gritando por toda la calle directo a casa (causando que dos ocasiones personas en sus autos me gritara cosas como "¿no ves por dónde vas?" o "deja de fumar lo que sea que te fumes") pero no me importaba. Por primera vez en mucho tiempo, me sentía feliz. Llegué a casa y Clari no estaba. Oh, ¡gracias a Dios! Hoy no quiero empezar con su "extenso cuestionario" que seguro me hará. Mañana podré soportarlo. Llegué a mi cuarto y me tiré a mi cama a descansar. Hoy sin duda fue un día largo pero...un día que jamás olvidaré.
*Narra Jerry*
Gracias a Dios llegué temprano a la escuela. Así me escondería en algún lugar sin que nadie sepa que ya estoy aquí, no me quería cruzar con Lodo ¿saben lo desesperante que puede llegar a ser? Ayer casi logro que le gritara cosas como: YA DÉJAME EN PAZ o MALDITA SEA LODOVICA COMELLO YA ME TIENES HARTO (Cosa que no hice para no ponerla peor) ni con Jorge ya que andaría de romántico y saldría con que "Martina es buena persona" (cosa que no me la creo) "déjenla en paz" y ese tipo de cosas estúpidas.
Iba en dirección a la biblioteca (ahí podría dormirme más o menos media hora más) cuando veo entrando a ¿Martina? Y no venía sola.
—¿Tan malo fue? —escuché (mientras trataba de esconderme entre unas macetas) que le decía su amiga Mechi.
—¿Por qué diablos te hice caso? —estoy espiando a Martina, se entera y me cuelga.
—Vamos Tini, tú puedes con esto —no me agrada esta conversación.
—No es malo, Mechi —fue lo último que escuché que le dijo Martina a Mercedes antes de seguir su camino.
Dos cosas: ¿Qué hacían Martina y Mechi a estas horas en la escuela? Y... ¿de qué hablaban? ¿Qué no debió haber hecho Martina? Qué me importa, ni siquiera sé por qué la estaba espiando, fue una de esas veces que involuntariamente haces las cosas. Y sigo preguntándome...¿Qué diablos me importa? Me voy a dormir.
*Narra Jorge*
Ese momento en el que estas plácidamente dormido en tu cama y te despiertas de repente: la tarea. No había hecho la tarea, no había ni tocado mi mochila ¿era hoy el examen? Rayos. Me paré de mi cama, oh gracias son las 7:20 am, tendré suerte si alcanzo a hacer la tarea de biología que me tocaba a la primera hora. Me duché y vestí como pude, iba saliendo de mi cuarto cuando regreso: los lentes, ese par siempre los olvido. Llegué a la cocina, tomé un pan que me encontré en el microondas, lo lograría...y ahí Clari salió arreglada para irse a su primer día de trabajo.
Soy mal hermano, por estar con mis cosas olvide que Clari hizo la entrevista de trabajo en una empresa de mercadotecnia, y la habían aceptado.
—Se te hizo tarde, yo te llevo.
—¿Segura? Luego llegas tarde al trabajo.
—Entro a las 9:00 Jorge, tengo tiempo. Aparte quiero hablar contigo, toma tus cosas y vámonos.
—Listo, vámonos.
—Y bien... ¿Qué tal te fue ayer? —soltó Clari justo cuando arrancó el auto.
—Me fue bien, gracias —dije sacando mi libreta de biología, empezaría con mi tarea.
—¿Solo "bien, gracias"? Vamos, cuéntame.
—Fuimos a un café, hablamos de varias cosas, la lleve a su casa, es todo —veamos, los 5 reinos son: mónera, protoctista, animalia, plantae y...
—¿No estuviste nervioso?
—Algo. Oye, el quinto reino, el de los hongos es ¿cuál?
Y de repente Clari frenó el auto.
—¿Qué paso? —dije revisando todo alrededor.
—No avanzaré más hasta que me digas bien qué pasó ayer.
—Clari, no es el momento ahora, solo avanza y dime el quinto reino.
—No, no me moveré de aquí hasta que hables.
—Dime el nombre de ese reino, avanza que llego tarde a la escuela y al rato te cuento todo.
—Fungi —dijo y retomó el camino.
—Ah, gracias —veamos, ahora, siguiente pregunta.
—No venimos a hablar de fungi ¿qué te cuesta contarme? Ah, por si no sabes la tarea se hace en casa.
—Por si no sabes siempre hay tráfico en esa calle, toma la calle independencia es más rápida.
—Ya ok, te dejo hacer tu tarea —dijo y no volvió a hablar en todo el trayecto.
—No llego a comer, hay sopa en el refrigerador, suerte en la escuela —dijo secamente y salió del estacionamiento de la escuela. 7:53 am, por suerte acabé 2 tareas, solo me quedaba estudiar para un examen. Rayos de nuevo.
*Narra Lodo*
¿Dónde estarán Jerry y Jorge? Ellos nunca llegan tarde, la duda sobre Jorge se acabó cuando lo vi entrar corriendo hecho un desastre.
—¿Qué te pasó?
—Se me hizo tarde, acabo de terminar las tareas en el auto de Clari y no estudié para el examen de física.
—El examen es mañana, ¿Martina ya te borró el cerebro?
—Por favor, ya deja eso, no me gusta estar mal contigo.
—Está bien, ya dejaré ese tema... —frente a ti...— ¿amigos?
—Amigos —dijo y me abrazo—. Por suerte el examen no es hoy, sino, eres hombre muerto —dije jugando con Jorge.
—¿Ya se amigaron? Así dejo de esconderme de ustedes —dijo Jerry llegando junto a nosotros.
—¿Así que te escondías de nosotros? —dijo Jorge.
—Me caen mal a veces, chicos. Tranquilos, ya no me caen mal —dijo el idiota de Jerry.
—Ahh gracias, no sabes lo preocupada que estaba por caerte bien —dije en broma.
*Narra Jorge*
Las primeras 2 clases pasaron volando, todo volvió a la normalidad con los chicos. Diego, lo he visto pero no se me ha acercado, y Martina...la vi pero solo una vez, y justo iba a hablarle cuando tocaron el timbre, pasó la clase y luego llegó el bendito receso.
—Hola —dijo Martina sentándose en la mesa que compartía con Lodo y Jerry.
—Hola —dije sonriéndole, debería hablar—. Ellos son mis amigos: Jerry —lo señalé y él sonrió amablemente—, y ella Lodovica —vamos, Lodo, no seas descortés.
—Hola —dijo por fin Lodo.
—Ya te conocíamos, Martina, digo: ¿Quién no te conoce en la escueña? —Lodo, don't let me down.
—Es lo que sale por ser popular, ¿no? —dijo Martina. No me gusta a dónde va esto, Lodo con su odio que le tiene a Martina, ella que se defiende... Muchos más rayos.
