2 de julio, 2015
Charlotte
Apague el cigarrillo en el cenicero mientras llevaba a mi boca un vaso de whisky. Amargo, simplemente delicioso.
Relamí mis labios antes de encender otro cigarrillo y darle una calada profunda mirando a mi alrededor. Con solo ser las once de la mañana ya había gente en este lugar. Personas tan perdidas como yo, que seria estupido burlarme de ellas.
Mire al barman que se acercaba a mi mesa que estaba apartada de los demás. Quería estar sola -como es costumbre- esto es lo que realmente necesitaba. Le di un asentimiento con la cabeza luego que me llenó nuevamente el vaso para después retirarse sin decir nada. Suspire. Tendría que irme o Colton me buscaría por todo Londres y era lo que menos necesitaba en este momento.
-Bueno, él podría ya estar buscándome. -gruñi.
Bebí de un solo trago todo el whisky y me dispuse a marcharme. Dejé dinero debajo del vaso y cogí mi chaqueta que estaba en el respaldo del asiento donde hace poco estaba sentada. En ese momento me di cuenta que no estaba tan borracha o mareada como pensaba. Me encogí de hombros restándole importancia, más tarde si podía vendría acabar con mi conciencia.
Subí a mi coche botando el cigarrillo no sin antes apagarlo, aplastandolo con mi zapato. Frote mis manos para luego encender el auto y poner calefacción. Estaba haciendo un frío espantoso.
Mientras conducía tratando de mantener la mente en blanco, no funcionó lo suficiente. Lo próximo que supe es que cambie de dirección de destino.
Pise el freno para luego girar el auto bruscamente logrando que algunos autos tocaran el claxon. Sin importarme que me detuvieran o me mandaran al diablo, pise el acelerador hasta el fondo. Respire hondo tratando de regular mi respiración.
Estacione el auto afuera del lugar que había llegado. Antes de bajarme trate de arreglarme un poco el rostro y el cabello pasando una mano por este último. Respire profundo mientras abría la puerta despacio logrando no llamar la atención de las pocas personas que estaban por aquí. Compré un ramo de flores -unas rosas blancas- y emprendí mi camino.
El que siempre hacía desde hace casi dos años. Tan solo unos pocos minutos más tarde llegué hacia donde él estaba.
Me acerque y me arrodille quitando los girasoles que estaban por secarse. Con mi mano libre quité el poco polvo que había en su placa sin importarme ensuciarme. Sonreí con tristeza leyendo nuevamente su placa.
Aún tenía un poco de esperanza de que fuera todo esto solo una pesadilla.
Seth Louis Price
Boxeador
» La Furia Black «
1993-2013
"Un valiente guerrero que ahora lucha desde el cielo"
Mis ojos se empañaron, mordí mis labios mirando aquella frase que rompía mi corazón. Aunque pasen mil años nunca dejará de haber dolor.
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Tormenta Black #1 Cristal Roto
RomanceUn amor no siempre tiene que tener un final feliz, como los cuentos de hadas, pero tampoco uno triste y vacío. Uno desgarrador. Una sola decisión puede determinar el sendero de tu vida, ya sea bueno, malo o catastrófico. No servirá de nada todo e...