21 de septiembre, 2015
Charlotte
Observé mis brazos llenos de pequeños moretones de tonalidad verdosa y morada. Las enfermeras tienen que luchar para encontrar una vena cada que me cambian de catéter. Suspiro, de alguna manera eso no me hace sentir mejor.
-Mierda. -maldijo Colton entrando a la habitación. -Esto no es bueno.
-¿Qué sucedió? -fruncí el ceño al verlo un poco alterado.
-Me encontré con Dylan en el estacionamiento del hospital. -abrí los ojos sorprendida. -Y no creo que haya sido por pura casualidad.
«Desde el día en que ingresaste aquí, lo he estado viendo en los lugares que solías frecuentar como si estuviera buscando a alguien. -comenzó a decir pensativo y muy concentrado. -Ya sabes que tengo que pasar por esas calles para ir de regreso al departamento. -asentí. -Pero desde hace dos días, su cercanía a este lugar incrementó. Temo que sospeche algo de tí.»
Todo es extraño, lo sé. Es decir, en el momento en que me lo volví a cruzar de nuevo por mi camino, él apareció de la nada. Como si de alguna manera me esperara. Aunque se siente como si fuera algo tan irracional.
Dylan ya no me conoce, no tiene la menor idea de que la Charlotte que conoció hace años no existe.
Soy una Charlotte que casi muere tres veces, la primera fue cuando perdí a la persona que amaba. Negué con la cabeza, por perder a la persona que amo. La segunda por sobredosis y la última por intoxicación alcohólica. Soy la que pasa su vida en bares matando su vida en alcohol tratando de olvidar todo lo que le causaba sufrimiento, pero nada funcionaba.
Nada, todo seguía igual.
-Solo trata de evitarlo. Aún no es momento de que alguien sepa que estoy aquí. -Es como si reviviera el pasado, pero siendo yo la protagonista.
-Está bien, Charlie. -miró su reloj. -Ya regreso, voy a recoger unos apuntes de la universidad. -asentí. -No me demoro.
Me senté sobre la cama una vez que mi primo partió. Necesitaba caminar un poco, Colton no me dejaría. Es mejor aprovechar que tenga oportunidad de hacerlo aunque sea pocos minutos. El no me dejaba tanto tiempo sola aún cuando las enfermeras están merodeando a cada rato.
Pero como si el mundo estuviera conspirando en contra de mi, una enferma con un carrito lleno de medicamentos entró a la habitación. Hice un puchero y miré mal la bandeja donde estaban los frascos de pastillas que me haría tomar.
De mala gana, me tumbé en la cama. Demonios, esto se sentía como una cárcel. Me sentía cansada de esto, pero no me quedaba de otra que seguir soportando.
Respire profundamente, mirando por el rabillo del ojo como la enferma cambia mi bolsa de suero por una nueva que tenía más suplementos. Al parecer según los médicos yo no estaba nada bien. Mi salud está demasiado deteriorada.
Resople, eso hasta yo lo sabía. Es algo demasiado evidente.
En realidad ya lo había sospechado desde algunas semanas que comenzaron aparecer esos dolores de cabeza que hacían que yo quisiera arrancármela junto con los mareos que me daban en las mañanas cuando me encontraba con Colton.
Hice una mueca, miré el reloj que estaba al frente de mi cama. Faltaba poco para que el horario de visita comenzará y Colton apareciera de nuevo. Esboce un mohín, realmente no quería permanecer más tiempo aquí. Detestaba los hospitales, demasiado. No tenía buenos recuerdos de él.
ESTÁS LEYENDO
Tormenta Black #1 Cristal Roto
RomansaUn amor no siempre tiene que tener un final feliz, como los cuentos de hadas, pero tampoco uno triste y vacío. Uno desgarrador. Una sola decisión puede determinar el sendero de tu vida, ya sea bueno, malo o catastrófico. No servirá de nada todo e...