CharlotteEntreabri mis ojos al sentir un poco de movimiento a mi lado. Es una enfermera. Asentí al comprender porque estaba aquí. Después de tres semanas de haber despertado de mi coma, cada cuántos días me hacían algunos examenes. Algunos médicos se sorprender de que haya despertado luego de casi irme en varias ocasiones.
Por ello, tenía que hacer rehabilitación para que mis articulaciones estén como antes del accidente. En tan poco tiempo puedo decir que están dando resultados. Ya no me dificultaba tanto valerme por mi misma. No quería sentirme inútil.
Suspiré, me quite lentamente las mantas que tenía encima de mi. Con sumo cuidado de no despertar a Seth que dormía a lado mio. La mayoría de los trabajadores del hospital lo conocían y estaban acostumbrados a que el este siempre conmigo. No me molestaba, es algo que realmente amaba.
Me levante con ayuda de la enferma y mirándome con complicidad ninguna de las dos trato de despertarlo. El necesitaba descansar, aún no se recomponía del todo. Sentada en una silla de ruedas, deje que me lleve a una sala de rayos x para una rápida revisión del médico general. Hice una mueca, esperaba que esto no se tardara. Quería llegar antes de que se despertara.
Mordí mis mejillas por dentro recordando el día siguiente que desperté del coma. Me tuvieron que trasladar a otra clínica para que un doctor me evaluará y se asegurará que todo estuviera bien. No quise levantar a Seth porque lo ví tan exhausto que se sentía incorrecto hacerlo. Lo deje descansar recobrando aquellas horas de sueño perdido.
Por mi hermano, supe que Seth se había levantado abruptamente al sentir que no estaba a su lado. Desesperado al no encontrarme por ningún lado y pensando lo peor. Creyendo que todo lo que había sucedido el día anterior era más que solo un sueño que se convirtió en una pesadilla, casi enloquece. Fue una suerte que apareciera Elliot tratando de calmarlo.
Agradecía que todos estuvieran pendientes de el.
En el elevador, observé mi reflejo. Quizás no tenga las mejillas en un tono rosado como antes y que mi rostro esté más delgado, pero aquella mirada llena de dolor ya no estaba. Aún con este aspecto, se podía ver qué estaba feliz. Alegre de volver a mi vida, una vida con mi Seth.
En el camino hacia la sala de laboratorio, ví a lo lejos como Travis junto a Dylan esperaban el ascensor de visitas. Me alegraba que llegaran, de esa forma podían estar con Seth cuando se levantaba. Por otro lado, Max estaba enfocado en su teléfono que no se dio cuenta que los otros dos lo habían dejado atrás, o quizás si. Sin percatarse de mi presencia, camino hacia mi.
Le di un vistazo a la enfermera que iba a la recepcion recoger la orden de examen, decidí hacerle una pequeña broma a mi amigo. Sonreí maliciosa.
Cómo si se tratara de un auto, me moví con agilidad en mi silla de ruedas logrando que este se cayera al suelo de forma graciosa. Sin poder contenerlo, me rei a carcajadas. Hubiera grabado este momento, pero ya habrán más momentos asi. No lo dudaba.
Max se levantó y se giró para mandarme al diablo cuando se percató quien es la responsable de su caída. Sonreí inocente, este solo rodó los ojos negando con la cabeza.
-Solo porque Seth es capaz de matarme no te devuelvo la caída -comento sonriendo levemente. Asentí, dándole la razón. Seth sería capaz de haber hecho que una silla de ruedas fuera el menor de sus problemas. -Es bueno verte con esos ojos abiertos Charlie. -añadio. Esta vez fue mi turno de rodar los ojos.
No me molestaba en lo absoluto que ese fuera el nuevo saludo que tenían conmigo. Aunque no sabía si el de bella durmiente es mejor. Tan idiotas como siempre, pero eran mis idiotas y no los cambiaría por nadie. Ellos se apoyaban de una forma tan incondicional que podían dejarse crecer una barba para que nadie note el aspecto desaliñado que tenía mi Seth durante los meses que me dijo cuidando. Hasta creo que las enfermeras agradecen verlos de esta forma, ya no tienen la apariencia de chicos malos, sino, de unos hombres maduros con barba.
ESTÁS LEYENDO
Tormenta Black #1 Cristal Roto
RomantikUn amor no siempre tiene que tener un final feliz, como los cuentos de hadas, pero tampoco uno triste y vacío. Uno desgarrador. Una sola decisión puede determinar el sendero de tu vida, ya sea bueno, malo o catastrófico. No servirá de nada todo e...