Cristal EXTRA #1

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Charlotte

Bostecé tratando de mantenerme despierta, pero me era un poco complicado. A cualquier hora, sin importar el momento, el sueño venía hacia mi y me noqueaba sin darme cuenta. Aunque no podía decir nada, ya que es normal en mi estado.

—No retengas el sueño bella durmiente. —comento Blake gracioso sentándose a mi lado.

Lo mire mal y le di un golpe en el brazo. Lo escuche quejarse y sonreí con satisfacción. Fue como melodia ante mis oídos.

Observé el reloj de pared, apenas eran las siete de la noche, pero mi cuerpo pedía dormir a gritos. Suspiré, me acomode mejor en el sillón. No quería dar por terminada la noche, no cuando todos nuestros amigos habían venido a visitarnos en el departamento donde hace pocos meses vivía con mi Seth.

— ¿Y cuando es la próxima cita con la doctora? —pregunto Aiden mirando a mi casi abultado vientre. Tenía casi cinco meses y apenas se me nota la tripita.

—En dos semanas más. —respondí masajeando mi barriga. Ya quería tener a mi bebé en brazos, es el fruto del amor más puro que nos sentiamos mi amado Seth y yo.

Amaba tanto a este bebé como amaba a Seth. Simplemente no había comparación con ninguna otra persona que no fueran ellos dos.

Sintiendo una felicidad tan profunda dentro de mi, cerré por un momento mis ojos y me quedé dormida. Soñaría con el futuro que nos esperaba. Un futuro dónde éramos felices, muy felices.

(***)

Parpadeo acostumbrando a la claridad. Me es difícil no ser una dormilona como ellos me decían, pero no podía evitarlo. Tenía a mi bebé y si el quería dormir, dormiremos. Con pereza, me levanté de la cama que comparto con mi novio. Supongo que Aiden o Blake me trajo luego de quedarme dormida.

Busque unas pantuflas y salí de la habitación hacia la cocina donde provenían el bullicio. Sonreí de lado al ver a todos repartiendo la comida en cada plato. A puntillas y sin hacer ruido me acerque a mi Seth y lo abracé por la espalda. Respire su aroma, jamás me cansaría de estar a su lado porque este es el lugar donde pertenecía. Dónde solo podía ser feliz, a su lado.

—Mi Lottie. —mi amado Seth me beso en los labios para luego hacerme sentar en la silla que estaba a su lado. El siempre fue muy cuidadoso y protector conmigo, pero ahora con nuestro embarazo es el doble.

No me molestaba en lo absoluto que quisiera que no salga a la calle sola o que lo llamara cada tanto tiempo. No me importaba en lo absoluto porque quería que estuviera tranquilo y feliz. 

—Ojitos se levantó. —anuncio Max al darse cuenta de mi presencia.

—Callate feo. —respondi sacando la lengua a lo que todos rieron.

Sin decir otra palabra, Dylan me pasó un plato lleno de comida. Lo mire, me giño el ojo y continuo comiendo. Negué con la cabeza sonriendo, es la comida que comenté que quería probar en la mañana. Aunque ellos no lo digan en voz alta, me consentían cumpliendo todos mis antojos.

—Y si vamos un rato al bar. —propuso Noah de pronto.

Todos lo miraron mal para luego darme un vistazo rápido. Parecía un poco absurdo lo que decía, pero ellos no podían dejar de salir porque este embarazada. Reí.

Tormenta Black #1 Cristal RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora