Jaime me está esperando enfrente de la puerta del Hostal. En la plaza llena de bancos en los que a veces nos sentamos Nacho y yo cuando no tenemos nada que hacer; los fines de semana, o después de comer.
- ¡Hola!- exclama.
- Hola- le saludo con una sonrisa. No es que le conozca mucho, en realidad solo de un día en el bar y un encontronazo unos días después en el gimnasio. Fue entonces cuando me animé a fijar fecha para salir a correr. Pero, a pesar de ser casi un desconocido para mí, no me siento incómoda. Me cae muy bien, desde que lo conocí. Y esa facilidad para gustarme su persona es lo que hace que no me importe salir a correr con un camarero al que conozco de unas horas.
Hemos empezado a andar, y me da a elegir playa, paseo marítimo o acerca. Me decanto por correr por el paseo marítimo, tiene la combinación perfecta: suelo cómodo y aire puro de la brisa marina, perfecto para respirar mientras se hace deporte. Mientras llegamos, le pregunto si su ritmo es muy rápido.
- No, yo soy más de resistencia que de velocidad.
- Pues yo no tengo ninguna de las dos cosas, así que espero no retrasarte. Soy incapaz de correr poco más de veinte minutos seguidos.
- ¡Bueno! Veinte está muy bien. - Se sorprende. O al menos finge muy bien haberse sorprendido.- Sobre todo para alguien que no corre regularmente. Creí que me ibas a decir cinco o algo así.- se ríe, y yo hago lo mismo.
- Cuando corro en la playa aguanto más o menos ese tiempo, y luego me pongo a andar hasta que recobro el aliento. Entonces vuelvo a correr otros quince minutos más o menos y paro de nuevo cuando me canso. Así todo el rato hasta que llega la hora a la que tengo que volver a casa, o mis padres me llaman al móvil preocupados o algo. Alguna vez me he tirado dos horas con el corre y para. Se está muy a gusto paseando de noche por la zona de playa.
- Pues mira, tengo una buena noticia.- me dice, pero se calla unos segundo.
- Y es...- le animo.
- Que hoy, y cualquier día que corras conmigo, no habrá hora de llegada a casa. Podemos quedarnos corriendo y andando el tiempo que quieras.- Yo me río, contenta por dentro y sin saber qué decir.
- Sí que era buena.- digo finalmente.
Y Jaime echa a correr para que le siga.
![](https://img.wattpad.com/cover/24481673-288-k968465.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hasta que salgamos de aquí
Ficção AdolescenteUna noche, Marta se despierta en el campo. No sabe dónde está, ni quién, cómo y por qué la han enviado allí. Sólo sabe que está en un claro, tiene una manta y una cantimplora vacía, y no está sola. Luego está Nacho, justo después de aquella pelea se...