Doce

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Al otro día como le prometí a Bill, me fui con él después de la escuela para ir a su casa. El camino era silencioso, pero no incomodo y rompí el silencio contándole sobre lo que me había pasado ayer. Llegamos y no había nadie, subimos a su habitación y puso música.

-Bill ¿Te puedo preguntar algo? 

-S-sí.

-¿Tú me quieres verdad?

-P-pues s-sí, t-te aprecio m-mucho a-amigo ¿P-por q-qué?

-¿Y si supieras algo sobre mí que no es algo bueno para los demás? ¿Lo seguirías haciendo?

-¿Q-qué quieres d-decir c-con eso?

-Olvídalo. -Dije con la cabeza gacha- Estoy aburrido. -Cambié de tema.

-Y-ya y-yo igual ¿S-salimos a d-dar u-una vuelta?

-Claro.


Durante el receso no dejaba de cuestionarme si realmente serviría de algo contarle a Bill por lo menos de mí y de Richie, tenía miedo. No pasaba otra cosa por mi cabeza que no fuera eso e incluso me imaginaba la reacción de este si le decía que me gustaban los chicos, era raro para mí admitirlo, pero era así aunque a veces pensaba que era algo pasajero y que ya se me iba a pasar y así sucedería con Richie también. Y así como habían momentos en los que me preguntaba si contarlo sería bueno me preguntaba si debería dejarlo con Richie, si eso de que yo creía que me gustaban los chicos se desvanecería al quitarlo de mi camino y volver a como estábamos antes.

-¿Todo bien? -Dijo Beverly sentándose a mi lado. 

-Sí. -Dije un poco desganado.

-¿Estás seguro? Te veo desanimado.

-Bev.

-¿Sí?

Miré hacia todos lados para ver si venían los chicos o no, con Beverly fuimos los primeros en encontrarnos al salir.

-¿Te puedo contar algo? Pero ¿Me prometes que no te asustarás ni reaccionarás mal?

-Prometido. -Dijo sonriendo pequeño. 

-Escucha, yo llevo un tiempo sintiendo algo que a veces siento que no es correcto sentir.

-¿Algo como qué?

-Yo...siento cosas hacia una persona, hacia un chico específicamente. -Evadí su mirada.

-¿Y? ¿Quién es ese chico?

-No sé porque te estoy contando esto. 

-Ya lo estás haciendo ¿Y?

-Es R-richie.

Sonrió grande y me dio palmaditas en la espalda.

-Pues, se da la casualidad de que tal chico me dijo algo parecido acerca de ti.

-¿Qué? -Fruncí un poco el ceño.

-Me dijo que no te dijera nada ni que yo no le dijera nada a nadie, a ninguno de los chicos, estoy cumpliendo su promesa aunque ya sé que la rompí al contártela a ti. -Rió.

-¿Tú crees que sea malo?

-No lo sé, tú sabes que es raro ver personas del mismo genero que se gusten, pero ocurre. A mi Richie me dijo algo de que uno no decide de quien gustar solo pasa y ya. Tal vez tenga algo de razón. -Asintió- Y le pasó contigo.

Detuvimos la conversación al ver llegar a los demás y me dedicó una última sonrisa que se veía sincera y le sonreí de vuelta.

-¿Hace cuanto llegaron? -Preguntó Stan.

-Hace poco. -Dijo Bev.

-¡Eddie! ¡Cariño ya estoy aquí! -Dijo Richie pasando un abrazo por mis hombros.

-Ya déjalo. -Lo despeiné.

-Oye. -Dijo pinchando mi mejilla.

-Ni se te ocurra apretarme las mejillas.

-Oye Bill ¿Por qué ayer no fuiste a los Barrens? -Dijo Ben.

-E-estuve c-con E-e-eddie e-en m-mi c-casa.

-¿Solos? -Dijo Richie.

-Sí. -Dije sonriendole.

-¿Hay algún problema con eso Rich? -Dijo Bev riendo- Parece que te estás tomando en serio ese jueguito con Eddie ¿No?

Ambos la miramos mal y cambió su semblante a uno serio.

-¿Richie ahora eres marica? -Dijo Ben.

-¿Por qué preguntas eso? Porque te digo altiro que si fuera marica no me fijaría en ti, lo siento amigo. -Dijo riendo- De todos modos eso no importaría, Richie no va a dejar de ser gracioso por ser marica...si lo fuera, digo, hipotéticamente. -Dijo con una risa nerviosa.

-Tampoco es una enfermedad contagiosa. -Dijo Bev.

-Ya dejemos de hablar de tonterías. 

Estoy comenzando a amar a Beverly we

Do i wanna know {Reddie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora