Do i wanna know {Reddie}

Cinco

-Por Dios, yo no pensé que...ya sabes, que yo te gustaba. -Dijo sonrojándose. 

-Pues ya lo sabes. -Dije encogiéndome de hombros.

-Ed.

-¿Qué?

-¿Puedo...? Ya sabes...-Dijo ladeando la cabeza- ¿Besarte? -Preguntó con miedo.

-Creo que eso ya lo hiciste en ese juego de mierda en el que te burlaste de mi con los demás. -Dije frunciendo el ceño.

-Perdón por eso, no pensé que te iba a molestar, solo estaba jugando.

-Que fea la manera de jugar la tuya. -Me crucé de brazos.

-En serio, perdóname. -Dijo acercándose de a poco a mí.

Como siempre pasaba entre nosotros cuando no teníamos que decir nos quedamos mirando a los ojos por un rato, finalmente Richie se acercó a mi rápido y me dio un corto beso en los labios.

-¿Nos vemos mañana?

-¿Mañana? Richie mañana no hay escuela.

-No, eso ya lo sé, pero nos vemos mañana con los chicos supongo.

-Pero no sabemos si irán.

-Siempre estamos ahí, yo lo sé.

-Te odiaré si llego y no encuentro a nadie.

-Claro. -Me sonrió.

-Adiós Ed. -Dijo despidiéndose con la mano.

-Adiós Rich.

Me fui a casa sin apurar el paso, mi cabeza estaba en otro lugar y por un momento no me acordé de que si llegaba tarde mi madre me asesinaría.

-¡Eddie! ¡Estuve a punto de llamar a la policía! ¿Por qué llegas a estas horas?

-Mamá aun es de día. -Dije con la cabeza gacha.

-¿Dónde estabas? ¡No me digas que fue culpa de tus amiguitos!

-No mamá, quería respirar aire puro.

-¡Encima no llevaste tu inhalador! ¿Y si te pasaba algo? Entra y te vas directo a la cama. -Ordenó.

-Mamá, es de día ¿Quién se duerme de día? -Dije en voz baja.

-Hazle caso a tu madre, es una orden. -Dijo empujándome a la casa.

Hice caso, pero obviamente no iba a dormir era algo estúpido aunque a mi madre no le pareciera. Se me repetía en cada momento lo que pasó con Richie, seguía sin creerme que él también sentía lo mismo por mí, hasta todavía pienso que es una broma de mal gusto, que mañana voy a donde siempre nos juntamos y me esté esperando con los chicos para burlarse de mí como siempre lo hace, tan solo imaginarme la situación mi felicidad se desvanecía. Llegó la noche, me fui a tomar una ducha, me lavé los dientes y me fui a la cama.

-¡Eddie! -Habló mi madre.

-¿Sí?

-¿Aun no te duermes?

-Ahora lo hago.

Apagué la luz y me dormí finalmente. Al otro día me desperté e hice las cosas como siempre, para cuando tenía que juntarme con los chicos tuve que ir a pedirle permiso a mi madre.

-¿Mamá?

-¿Qué pasa Eddie? ¿Te sientes bien? -Dijo preocupada.

-Sí, estoy muy bien ¿Puedo salir hoy?

-No.

-Pero mamá...

-Pero nada Eddie, puede pasarte algo.