Jasper
Un día más Alice y Esme intentaban convencer a Edward para salir a cazar y no dejar que muriera de hambre, era tal su fuerza de voluntad que llegaba a pasar un mes sin cazar. Por ello se ponía muy enfermo y Carlisle hacía todo lo posible para que se recuperase. Sus ojos decaídos, sus labios resecos como si se tratase de una piedra agrietada junto a las venas totalmente secas que se marcaban en todas sus escasas expresiones un poco más de lo que ya lo hacían normalmente, su tez aún más blanca de la estándar en un vampiro y su triplicada desgana para cambiar tan sólo de habitación.
A veces pienso, y no debería ya que podría escucharme en cualquier momento, que se pasa de trágico. Dejo de encontrarle sentido a tanto drama hasta que imagino lo que sería de mí sin Alice y justo entonces envidio su fuerza de voluntad para seguir con vida. Yo sería claramente incapaz. Y mucho menos de ver carteles por todo Forks con su cara, recordándome que se había ido y se había llevado con ella mi corazón. No, claro que no sería capaz de vivir en ese mundo en el que no supiera que ella estaría todo lo que duraran nuestras eternas vidas.
Alice, como siempre Alice, fue la que convenció a Edward para que saliera a cazar, recordándole una promesa que él le hizo a su hermana.
Nos dirigimos hacia el bosque buscando cualquier animal al que incarle el diente pero el bosque estaba totalmente desierto de cualquier animal comestible que no fuera tal miseria para un vampiro como conejos y ciervos, que es lo que más abunda en él normalmente. Así que optamos por irnos fuera de Forks. A las afueras de Seattle abundaban otro tipo de animales más corpulentos y por lo tanto más cargados de deliciosa sangre. Pero empleé tanto tiempo concentrado en encontrar algo a lo que incarle el diente que verdaderamente me llamara la atención que perdí por completo a los demás. Empecé a gritar sus nombres o a pensar llamando a Edward por si me escuchaba. Pero no. Así que pudiera ser que ni si quiera estuvieran cerca ya que Edward no oye más allá de unos kilómetros. O seguramente estuviera muy hundido en el recuerdo de Bella y aunque me escuchara no prestaría atención. Decidí de una vez por todas cuando me di cuenta de que era estúpido seguir intentándolo, dejar de gritarles y volver yo sólo a Forks.
Pero en ese momento recibí una respuesta a mis gritos de búsqueda, pero no era de ninguno de ellos.
-¿Quién anda ahí?-la voz de una mujer que más bien parecía joven inundó mis oídos.
Pero su aroma no llego a mis fosas nasales por lo que supuse que no era humana, en ese caso la podría haber olido desde bastante antes. O más bien, suplicaba que no lo fuera. Porque Alice era la que me ayudaba a despistar ese deseo de sangre humana, pero ella no estaba en ese momento y si no era ella quién controlaba mi deseo por la sangre humana no podría ser nadie.
Visualice entonces la silueta de la chica quién se me lanzó de una forma brusca y luchó contra mí trantando de inmovilizarme en el intentó de morderme hasta que se percató de que yo también era un vampiro.
-Oh lo siento, lo siento, soy muy despistada, yo... Lo siento de veras.-dijo levantándose de encima de mí y limpiando su ropa a manotazos flojos.
Yo no hice gestos defensivos porque pensaría que era humano si me resistía y además defenderme la pondría más nerviosa y probablemente me mordería sin percatarse de que era como ella.
Me levanté del suelo cuando tendió amablemente una mano de ayuda por ser la culpable de mi caída. Al tomar su mano sufrí una extraña sensación que me invadió pero no me resultó de importancia alguna.-No importa, tranquila.-Mientras limpiaba un poco mi ropa ella se percató de mí antes de que yo pudiera tan sólo reconocerla.
-¿Jasper?- susurró atónita la chica.
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Miráme a los ojos. (Twilight)
Vampire-Bella era una simple humana, Ally. Insignificante como todas, pero se diferenciaba en una cosa, su magnífico y exquisito olor. La primera vez que la vi creí ver mi fin tras descubrir ante los humanos el secreto de los vampiros cuando en mi cabeza n...