Jasper
Lo que más rabia me causaba de todo este embrollo en el que nos habíamos metido Edward y yo, o más bien yo con Edward, era que a pesar de todo yo siempre intenté controlar mi sed de sangre, y él sabía que me costaría demasiado, pero a pesar de ello nunca pensó en ello. Sus pensamientos iban dedicados al completo para Bella, y por ello, por apoyar a mi hermano en tales momentos pienso que casi a ciencia cierta no le puede costar tanto como a mí mantener viva a mi hermana. Es imposible, y es muy egoísta por su parte. Jamás dejé de suplicar a mi monstruo interior la calma y la retención del ardor que me producía mantener a Bella a tan si quiera diez metros. Y lo hacía, llevaba a mi ser al límite del abismo por mantener a la compañera de mi hermano fuera de peligro.
En su caso él no tiene que forzar nada, no debe si quiera acercarse a ella si no quiere, si me lo pidiera haría lo imposible por mantenerla fuera de su vista o alcance, aunque ello supusiera una mudanza. Pero no hay causa alguna que le excuse ese apestoso carácter que mantiene altamente firme cuando está mi hermana. No lo hay. Simplemente tendría que entender que lo que yo hice por él fue mucho más difícil, y lo hice. Que para él es mil veces más sencillo. Pero en parte entiendo su situación de aferro a su dolor, y a su temor de encariñarse con cualquier persona que pudiera marcharse de su vida. Sí, en parte era entendible. Y si se explicara las cosas cambiarían, pero no lo hace.
Ella siempre había sido mi pequeña, mi niña de magníficas ideas y un pellizco de inmadurez, la alegría de la casa, eso siempre. No había un sólo día que ella no me hubiera conseguido llenar de risa. Y por ello mi vida con ella siempre fue perfecta, era difícil estar triste con quién sabía cómo evitarlo. Y fue a la que mas eché de menos cuando María me convirtió. Encontrarla ha sido algo que nunca podría comparar con nada. Y no era mi idea permitir que Edward y de su mal de amores arrastraran a mi hermana lejos de mí. No me parecía justo.
Esto mismo le expliqué a Alice y ella me comprendió, pero Edward también era su hermano, en cierta forma, y ella le entendía. Aunque sus pensamientos sobre aquello me dieron algo en qué pensar. ¿Estaría Edward intentado evitar enamorarse de nuevo? Porque si de eso se tratase espero que tenga asumido que es vampiro muerto. Nunca le permitiría llegar a ese punto de obsesión con mi hermana, no soportaría dejar de ser yo la razón de quedarse aquí para Ally. No me importaba que encontrara pareja y que me dejara totalmente en segundo plano, pero dentro de esta casa, permanecería siendo el primer plano y eso espero lo tuviera asumido Edward. Ella era mía. Mi pequeña. De nadie más.
Ally estaba aterrorizada con su presencia, tal y como lo que Edward comenzó haciendo con Bella. Aterrorizarla para que no se acercara a él, aunque Ally fuera también como nosotros, él intentaría expulsar a cualquier mujer de su vida, humana, vampira, loba o cualquier especie y edad.
Entonces mis ganas de arrancarle la cabeza, florecieron de nuevo en mí.
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Miráme a los ojos. (Twilight)
Vampire-Bella era una simple humana, Ally. Insignificante como todas, pero se diferenciaba en una cosa, su magnífico y exquisito olor. La primera vez que la vi creí ver mi fin tras descubrir ante los humanos el secreto de los vampiros cuando en mi cabeza n...