Miráme a los ojos. (Twilight)

Humana otra vez.

Ally

Solté mi mano de la suya para ponerme de pie y mirar hacia abajo.-¿Qué te parece un salto improvisado?

-¿Ahora?

-Sí.

-¿Estás segura?

-Sí. Lo estoy. Vamos no todos los días tengo la oportunidad de tirarme por un acantilado. Podría pero para una vez que se me ocurre hacer algo así, lo más loco que he hecho creo que ha sido meterme en una carrera de coches en una MMT Y2K.

-¿Después de haber hecho eso tirarte por aquí te causa tanta ilusión?

-Sí, cuando todo lo arriesgado que has hecho en tu vida ha sido con la misma persona cambiar también está bien, es mucho más emocionante que el reto en sí.

Él se quitó la camiseta riendo.-Está bien, no te lo discutiré. Si no quieres llegar empapada a casa y que los Cullen te hagan un interrogatorio, quitate la ropa. Por mí no te sientas incómoda.

Me quité los zapatos, y la camisa. Él también se había dejado los pantalones.

-Sólo pondré una condición.

-Tú dirás.-Dijo él prestandome atención.

Le cogí la mano.-Me sentiré más segura.-Y en realidad no era para tanto pero la altura siempre me había dado algo de sofoco.

-Lo qué tú pidas.-Dijo sonriendo y mirando nuestras manos.

Dimos tres pasos hacia atrás para coger carrerilla, y nos tiramos. Cuando noté mi pelo volar hacia arriba y nuestras manos aún unidas sentí que volaba. Tras caer salí a la superficie del agua con una sonrisa, la adrenalina me consumía. Me había gustado esa sensación. Cuando él salió se acercó a mí también sonriendo. En ningún momento se soltaron nuestras manos así que tiró de mí acercándome a él todo lo posible.

-Me... Me ha gustado mucho. Me he sentido humana otra vez.

-Me alegra haberte hecho sentir humana aunque solo haya sido por unos segundos.

-Ha sido una sensación... Nueva. Lo volvería a repetir sin duda.

Volvimos arriba y yo me acosté en el lugar donde antes estábamos sentados. Me quedé mirando fijamente las ramas que pretendían cubrir el cielo sin lograrlo. Él hizo lo mismo. Estaba en total paz en aquel momento, sentía que todo, absolutamente todo estaba bien. Jacob rompió el silencio preguntándome más cosas, me parecía un chico algo curioso pero encantador.

-Y con tu hermano, el rubio, ¿te llevas bien?

-Sí aunque últimamente, desde que está Edward está demasiado obsesionado.

-Bueno, si yo tuviera una hermana pequeña tampoco la dejaría acercarse a él. Hablando de tu caso. Ya que si es en el mío... Ni de coña. Ni por asomo.

Me reí.

-Edward es un buen chico. Sólo quiere dar la faceta de chico malo, y aunque yo a veces me lo llego a creer me estoy dando cuenta de que no es así.

-¿Te cae bien? ¿Te gusta estar con él?

-Sí. Bueno, a veces. Me gusta su compañía pero a veces prefiero estar sola y no verle.

-Ya...-sonrió.-Tengo que decirte algo.

-Si es alguna paranoia de esas lobunas mejor no la quiero saber.

-No.-Dijo riendo.-Es sólo que, no tienes que seguir el tratado.

-Claro que tengo, si un lobo me pilla me decapita.

-No, no pueden hacerte nada.

No podía ser cierto lo que estaba escuchando, la única norma que las anulaba todas me la explicó Alice. Se llamaba algo así como imprimación, y trataba de la obsesión de un lobo por alguien. Eso hacía que nadie pudiera hacerle nada a esa persona. Pero no entendía por qué estaba llegando a ese punto, si me acababa de conocer.

-¿Por qué? - intenté preguntar con seguridad pero en realidad tenía miedo, no asimilaba nada en aquel momento.

-Resulta que hay algo... Bueno, mejor te lo diré en otro momento.

-Está bien. - dije soltando todo el aire que había acumulado sin darme cuenta.

-Entonces, ¿amigos? - dijo ofreciéndome su mano.

Tras el arrepentimiento de admitir lo que sabía que diría me pareció un bonito gesto el de darme la mano por lo que se lo acepté.