Narra Ally.
Jacob me llevó de vuelta a casa, el viaje también se me hizo ameno, aunque corto, cosa que me disgustó. Me bajé de la moto una vez en la puerta y le devolví el casco. Él sonrió.
-¿Qué ocurre?-pregunte incomodada.
-Me ha gustado estar contigo.-dijo en un tono sincero,lo cual hizo que yo también sonriera.
-A mi también. -admití. Le di un beso en la mejilla dispuesta a despedirme. -Bueno, Jacob Black, vete antes de que aparezcan los Cullen, o mejor dicho, Jasper y Edward, y te maten. No me gustaría perder uno de los pocos amigos que tengo aquí.-la frase pareció una broma, y ambos nos reímos de manera flojucha, pero sabíamos que tenia la misma parte de verdad que de broma.
-Claro. Adiós, Allison Cullen.-Aceleró y se fue con una sonrisa.
Me quedé ahí quieta meditando sobre la primera impresión del chico. En un rápido análisis podría mencionar que es simpático, atrevido y gracioso, además me resulta atractivo. Y por último si tuviera que ponerle nota a esta "cita", si se le puede llamar así, le daría un 8'5, así que por lo general, bien. Eso sí, en ningún momento se me fue de la cabeza que Bella también hubiera tenido parte de historia con él pero solamente Edward estuviera tan exageradamente resentido. Jacob parecía haberlo olvidado,pero al hablar de ella me hacía sentir su presencia, como si deseara poder tenerla otra vez. Aunque ni por asomo tan exagerado como Edward.
Tras mi ratito sola reflexionando decidí subir a ver qué me esperaba arriba. Suplicaba para mí misma que no hubiera nadie, y la suerte se puso en mi contra. Aunque no del todo. Encontré a Esme ordenando unos libros que posiblemente tuvieran más años que las dos.
-¡Ally! ¿Pero dónde te habías metido?
Aquella respuesta hizo que en mi cabeza los astros se alinearan en una línea recta que había cambiado la conducta de Edward.Era demasiado raro que él estuviera preocupado por mí.
-Siento haber desaparecido pero... Tenía demasiada sed como para ir al instituto.
No sabía si sería una buena excusa pero la solté.
Me cambié los pantalones húmedos antes de que alguien se diera cuenta de ello. No pasaron ni diez minutos cuando dos coches llegaban. Edward entró a una prisa importantey cuando me vio sentada en el sofá conversando con Esme, frenó en seco.
-¿Dónde has estado?-Dijo casi aliviado.
-Cazando.-disimular no era precisamente una de mis grandes cualidades por lo que mientras mantenía una conversación que deseaba acabar, me proponía rizar uno de los mechones de mi pelo.
-¿Qué? ¿Dónde?
-En el bosque.-contesté sin mirarle.
-Imposible, te he buscado hasta debajo de las piedras Ally.
-Edward te recuerdo que Forks es un pueblo pequeño pero el bosque es enorme.
-¿Y por qué no has dicho nada?-contraatacó rehuyendo mi respuesta.
-Ha sido algo arrebatado.
-Jasper no me ha querido matar, pero cuando te vea te matará a ti por no avisar.-advirtió.
-Edward tú desapareces cada dos por tres como un fantasma o algo parecido, no creo que sea para tanto.
-Yo llevo aquí bastante más tiempo que tú. No soy el nuevo.
-He estado bien.-mientras pronunciaba aquellas palabras a penas me dio tiempo a sentir la presencia de mi hermano entrando por la puerta principal y subiendo las escaleras. Cuando me quise dar cuenta estaba parado al lado de Edward cruzado de brazos mirándome con cara de pocos amigos.
Esme se interpuso entre ellos y yo evitando un descontrol por mi parte. No era el caso pero me favoreció ya que me pude hacer un poco la victima.
-Dejadla que haga lo que quiera. Nueva o no ella es como todos, no necesita dos guardaespaldas.
-¿Podemos hablar?-me pidió Edward y mi hermano lo fulminó con la mirada.
-Claro.-acepté.
-Un momento, antes de irte, ¿puedes explicarme a que clase de animal le has incado el diente? Apestas a lobo. ¿No se te habrá ocurrido atacar a alguno de ellos?
-Joder Jasper, no soy tonta.-A lo que Edward soltó una pequeña risilla de fondo mientras se giraba para no quitarle importancia al asunto tratando de que no me diera cuenta.
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Miráme a los ojos. (Twilight)
Vampire-Bella era una simple humana, Ally. Insignificante como todas, pero se diferenciaba en una cosa, su magnífico y exquisito olor. La primera vez que la vi creí ver mi fin tras descubrir ante los humanos el secreto de los vampiros cuando en mi cabeza n...