Narra Edward
Cuando Ally llegó a casa el ambiente era bastante tenso por decirlo de alguna manera, y aunque evitaba el contacto directo, todas las miradas se dirigían a ella pero aún así nadie hablaba.
No dejé de leer su mente y como si de un manojo de lana se tratase, sus ideas iban de un lado para otro, entrelazadas. Por la parte física sus piernas descansaban cruzadas con una postura erguida en una de las sillas del salón. Su brazo derecho reposaba sobre ellas y el izquierdo sobre este último, acercando su mano a su boca una y otra vez, acariciando su labio que a simple vista parecía aterciopelado. Su mirada estaba fija en suelo y techo, minutos arriba, minutos abajo... Pasaban y todo seguía tenso. Las aguas en su cauce. Y mis nervios a flor de piel, quería estallar.
Por su cabecita tan terca corrían pensamientos que no eran difíciles de adivinar: Le gustaba el lobo, pero no creía segura la idea de tener algo como una relación más cercana. Y esa duda creaba en mí un sentimiento esperanzado. Por otro lado no dejaba de hacer pros y contras mentales, y aunque claramente habían más contras, el pro de que le atraía y le gustaba como le hacía sentir era demasiado fuerte como para zanjar el tema.
Sus contras eran que, aunque no era cierto, ella pensaba que el veneno de su saliva podría hacerle daño si se besaban. Incluso siendo un lobo la saliva es inofensiva, pero sonreí ante aquella malévola idea de que sí fuera peligrosa para él.
Otro de ellos era su fuerza, y bueno eso era verdad, podría matarlo de un simple abrazo si ella quisiera. Entre los más significativos se encontraba Isaac, su ex pareja, y nosotros, su familia.
Y, eso lo respetaría incluso yo.La curiosidad me picaba demasiado como para quedarme con la duda de la saliva.
-Carlisle.-le llamé a buen tono, no por falta de audición, sino para que ella prestara atención.
-¿Si Edward?-Dijo desde la cocina donde estaba hablando con Esme.
-Nuestro veneno a través de la saliva no es dañina para un humano. Bueno, al menos eso se comprobó con Bella. ¿Pero y a un lobo cómo le afectaría?- Pregunté de forma descarada, lo suficientemente alto como para que Ally lo escuchara y supiera que, además de preocuparme por ella, le seguía leyendo la mente.
-Puede. Los lobos son mucho más intolerantes a todo lo que venga de nosotros y no solo moralmente. Ya ves que a Jacob le da fiebre cuando hay vampiros nuevos en el área.-No despegue mis ojos de Ally mientras Carlisle me contestaba, su reacción era importante. Solamente la primera palabra la tensó, pero la última frase logró que frunciera el ceño de manera discreta, casi disimulada.
-No hay certeza, pero tampoco imposibilidad.-dije al mismo tono.
Aquella respuesta me explotó en la cabeza. Jacob no podía ser. De ser así se habría puesto enfermo con la simple presencia de Ally y hubiera desaparecido del mapa durante un tiempo, situación que para mi desgracia no se ha dado.
-Así es.-reafirmó.
-Está bien.
-¿Por qué lo preguntas? - Dijo él extrañado. Sin dejar de mirarla reí próximo a contestar.
-Mera curiosidad.
Tras la corta conversación con mi padre, Emmett me propuso una partida de ajedrez que acepté, por el simple placer de ver la actitud enfadada de Ally ante mí.
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Miráme a los ojos. (Twilight)
Vampire-Bella era una simple humana, Ally. Insignificante como todas, pero se diferenciaba en una cosa, su magnífico y exquisito olor. La primera vez que la vi creí ver mi fin tras descubrir ante los humanos el secreto de los vampiros cuando en mi cabeza n...