Nerviosismo incontrolable.

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Edward

Todos los presentes en la sala escucharon aquella fascinante aunque trágica historia con interés e inquietud, y la cara de cada uno de los presentes en la habitación era de horror, desesperación y casi todos agarraban la mano de su pareja con temor. La historia de Ally consiguió remover incluso los sentimientos de Emmett.
No era de extrañar que Ally tuviera un exceso de autocontrol. Ni tampoco el miedo que sentía cuando mis amenazantes miradas la capturaban.

Rosalie estaba inquieta por la primera parte de la historia. Y yo por la segunda, a mí me habían dejado, pero ella había visto morir a sus padres y a quién había sido su pareja y la razón de su existencia durante más de cien años. Carlisle no sabía como contestar a aquella historia. Creo que ninguno podría.

-Encontrar a Jasper, ha sido lo mejor que ha podido pasarme en mi absoluta existencia.-añadió.-Nunca habría imaginado que para tal ser como el que soy y después de los tres asesinatos que cometí había aún algo bueno.-Todos seguían en shock, y ella pretendía evadirlos. -Pero la vida sigue y jamás se puede decir que el destino no tiene preparadas grandes sorpresas por más que hayas cometido crímenes.- La rubia completó el discurso con una tranquilizadora sonrisa.

Jasper volvió, y ese fue el motivo que nos sacó a todos del trance en el que habíamos caído. -¿Estás mejor?-preguntó Carlisle.

-Sí.-Admitió él sin dirigirme si quiera una sola mirada, y salí de allí sin decir nada, necesitaba despejar la mente y di un paseo cerca de casa. Aquella historia me introdujo demasiado en mi mal de amores. No tanto como el dolor que sentía hace un mes continuamente pero bastante y muy de sorpresa. Sentí pena por la chica aunque no quería. Era normal que después de la pregunta que yo le había hecho esa mañana ella contestara contraatacando. Pero ella, indirectamente ya había contestado mi pregunta, puede que mereciera una respuesta por mi parte ya que en realidad el incidente de esa mañana fue por mi culpa.

Ella estaba demasiado concentrada en la carretera, seguramente incluso más que yo, alerta por si yo decía algo que le provocara esa extraña sensación y justo apareciera un coche. Fue justo lo que pasó. Mis ojos arrojando dolor, tristeza y sorpresa por el impacto que había recibido al escuchar aquella frase, en la que me pedía una explicación sobre...Bella...

Antes de escuchar aquella historia pensaba que su nerviosismo incontrolable era exagerado. Pero no. Era de lo más normal. Ella había salido adelante de cuatro muertes de las personas más importantes en su vida, antes de saber que su hermano seguía vivo. Y seguramente, para una vez que le pasaba algo bueno, como lo era Jasper, no le agradaría que un extraño amargado y deprimido la quisiera estrangular cada vez que compartían contacto visual, no tendría que ser para nada agradable y seguro.

Miráme a los ojos. (Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora