No podía dormir. En mi cabeza daban vueltas todas las cosas que habían sucedido este último tiempo. Hace ya un par de días que sabía que debía hacer algo. Era obvio que Jan Di y Jun Pyo se amaban y yo no podía seguir siendo un obstáculo entre ellos. Me levanté, me vestí y les envié un mensaje a los F4. Los cité a jugas hockey.
A la hora señalada llegaron, mientras yo los esperaba ansioso en la pista de hielo. Pude notar que Jun Pyo venía furioso. Se acercó de prisa a mi lado y comenzó a increparme. Estaba muy celoso porque nos había seguido a nuestra cita con Jan Di. Lo miré desafiante a los ojos y empecé a jactarme de lo bien que lo había pasado con la muchacha. Aunque no fuera cierto, quería decirle cosas que le dolieran para ver su reacción y comprobar que Jan Di no era un solo capricho para él, sino que de verdad estaba enamorado. Le dije que al final de la cita, había llevado a Jan Di a mi casa. Le di a entender que entre ella y yo había pasado algo más que sólo besos. Mencioné que era una chica fácil, más fácil de lo que yo pensaba y cosas por ese estilo. Podía ver como hervía la sangre de mi mejor amigo. Después de eso, me di media vuelta y comenzamos el juego. Podía ver a Jun Pyo jugándose la vida en ese partido. En sus ojos había fuego, mezcla de rabia hacia mi y amor por Jan Di. Me persiguió todo el partido.
Al final logró alcanzarme y me lanzó de un empujón al suelo. Quería cerciorarme definitivamente de lo que él quería y una vez más le restregué en la cara que supuestamente, Jan Di y yo habíamos intimado. En ese instante, mi amigo ya no se controló más. Comenzó a golpearme violentamente, mientras de sus ojos salían descontroladamente lágrimas. Yo no lo detuve. Sabía que en el fondo merecía cada uno de esos golpes. Yo había violado todos nuestros códigos de amistad.
Jun Pyo me golpeó sin piedad hasta que los chicos lograron detenerlo. Mi boca y mi nariz sangraban mucho. Pero no me importaba porque era lo correcto. En ese momento hablé y le confesé a mi amigo que todo lo había hecho con la intención que el aceptara sus sentimientos por Jan Di. Él me trató de loco, se dio media vuelta y se fue. Los muchachos me ayudaron a ponerme de pie. Ahora recién estaba comenzando a sentir el dolor de los golpes en mi mandíbula, que apenas podía cerrar.
Después de eso, los chicos me llevaron a mi casa. Me ayudaron a bañarme y cambiarme de ropa y me dejaron acostado. Me sentía fatal. Pero antes de irse, les pedí que hicieran algo más por mi. Había ideado un plan para que Jun Pyo y Jan Di se abuenaran. Se los conté y les pedí su colaboración. Ellos aceptaron.
Al día siguiente, estábamos los cuatro en un hospital. Jun Pyo estaba en cuidados intensivos y nosotros a su lado.
De pronto llegó Jan Di. Abrió de golpe la puerta y con cara de espanto, nos miró. Ji Yeong la había llamado por teléfono para avisarle. Todos la miramos con cara de angustia, se veía realmente preocupada. Corrió al lado de Jun Pyo y comenzó a hablarle, le suplicaba llorando que no la dejara. Comenzó a hacerle promesas de amor. Fue en ese momento cuando respiré hondo y decidí dejar ir a Jan Di. Me prometí para mi mismo que aunque siguiera amándola, ya nunca intervendría entre ella y Jun Pyo. Ella realmente lo amaba a él y no a mi. Quizás sólo se confundió conmigo. Eso fue todo.
De pronto Jun Pyo concluyó su actuación y sorprendió a Jan Di. Todos comenzamos a reir, la muchacha estaba impactada. Jun Pyo confesó que era una trampa.
Ya había hecho mi parte. Ya todo estaba arreglado, me di media vuelta y salí de la habitación. Me dirigí al baño a refrescarme. Si bien me parecía que había hecho lo correcto, mi corazón se sentía inmensamente adolorido.
Salí del baño y pasé por la sala de estar. Ahí vi a Ji Yeong y Woo Bin conversando con alguien. Me detuve más cerca y pude ver que era… Sam! De pronto nuestras miradas se cruzaron. Los chicos lo notaron y a la distancia se despidieron de mi. Sam quedó de pie sóla en la sala. Me acerqué a ella y me detuve a un metro de distancia. Intenté sonreir pero mi sonrisa debió ser muy amarga. Ella me observó y me devolvió la sonrisa. Su sonrisa no era como la mía, era verdadera, dulce y bondadosa.
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Diario de un chico enamorado
FanfictionEste fic fue creado para todas quienes se quedaron con las ganas de ver un final feliz para Ji Hoo en “Boys before flowers”, la versión coreana de “Hana yori Dango”. Adaptación del mismo dorama, que narra la historia original pero con algunas variac...