La semana siguiente no fue buena para nadie en la escuela. Era la etapa de exámenes finales y poco tiempo teníamos para hacer deporte o algún otro pasatiempo. Casi ni nos vimos con mis amigos. Una tarde, cuando iba saliendo a casa me topé con Sam que caminaba. Yo iba en mi motocicleta. Sonreí. Recordé la primera vez que ofrecí llevarla a su casa. Me acerqué en silencio y me detuve a su lado, replicando la escena.
“Qué hace la chica más bella de la escuela caminando sola por la calle?”, dije en voz alta. “Es que ya espantaste a todos tus galanes?”, bromeé. Sam me miró de reojo y simuló enojarse e ignorarme, tal como la primera vez.
“Me gusta estar sola... Dicen por ahí, que es mejor andar sólo que mal acompañada… Además, cierta personita se dedicó a espantarme todos los galanes desde que me conoció!”, respondió ella en tono indiferente mientras continuaba caminando. Encendí la motocicleta y me adelanté. La detuve frente a ella, cortándole el paso.
“jajajaja… Sube! Yo te llevo! Puedo ser tu galán por hoy, entonces?”, dije coqueteándole. Ella me miró de reojo y sonrió seductoramente. Caí rendido a sus pies nuevamente. Ming había tenido razón en cada una de sus palabras. Sam era la dueña indiscutida de mi corazón.
“No se si te lo merezcas… Tendría que pensarlo!”, respondió ella orgullosamente pero conteniendo la risa. Me bajé de la motocicleta rápidamente, la tomé de la cintura y la acerqué. Antes que respirara saqué el otro casco y se lo puse en la cabeza. Sin duda era el único que sabía cómo domar a aquella fierecilla que se convertía en una gatita ronroneante a mi lado… Pero eso era lo que más me encantaba de ella. En silencio se subió detrás de mí y pasó sus manos por mi cintura firmemente. Me encantó volver a sentir su cuerpo pegado al mío. Parecía que habían pasado cien años desde la última vez que sentí su calidez junto a mi.
Dejé a Sam fuera de su casa. Ella no dijo nada, sólo agradeció y se retiró prudentemente. De seguro a ella le sucedió lo mismo que a mi pero no lo aceptaría, al menos en frente mío. Asó, poco a poco, comenzaría a reconquistarla.
Nos volvimos a reunir con los chicos debido a una invitación que recibimos de parte de la madre de Jun Pyo para el cumpleaños de él. Fuimos a la fiesta, quería saber como estaba Jun Pyo, si algo había recapacitado o si seguía con su actitud ególatra de la última vez que lo vimos.
De pronto vi aparecer en una esquina a Jan Di. Venía con Gaeul y Samantha. Se acercaron lentamente adonde nosotros estábamos. Jan Di se veía mal. Su rostro estaba demacrado y se notaba que estaba muy deprimida. Entre todos le dimos ánimo para atreverse a entrar a la fiesta. Me acerqué a ella y le ofrecí mi brazo, ella me obedeció y entramos. Gaeul con Yi Jeong y Woo Bin con Samantha. Nos ubicamos en una mesa de atrás. El plan de los chicos era reconciliar a Jan Di con Jun Pyo pero yo olía que por el momento era imposible. Había gato encerrado en la fiesta. No entendía como la Sra. Kang había enviado una invitación para Jan Di… Eso me parecía insólito!
La decoración del salón y la comida estuvieron de maravilla. Comimos en silencio al ritmo de la orquesta de cámara que tocaba en una esquina. Sam y yo nos dábamos una que otra mirada a hurtadillas pero no hablamos nada. No era el momento ni el lugar, aún cuando no perdía la esperanza de que al terminar la fiesta, la acompañara a su casa y pudiéramos platicar algo más. Podía sentir el ambiente tenso entre todos nosotros. Sabíamos que algo ocurriría.
La Sra. Kang se dirigió al medio del plató y dio una pequeña bienvenida y dirigirse a la audiencia. Luego pidió que Jun Pyo subiera para cantarle por su cumpleaños. Una inmensa torta fue acercada de inmediato a su lado. Todo el mundo comenzó a cantar. Los ojos de Jan Di se llenaron de lágrimas.
“Estás bien?”, le pregunté preocupado.
”Siento que debería irme en este momento.”, dijo ella evidentemente afectada. “No se qué hago aquí?”, terminó diciendo y buscó su cartera. Se iba a poner de pie cuando vimos a la madre de Jun Pyo a nuestro lado.
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Diario de un chico enamorado
FanfictionEste fic fue creado para todas quienes se quedaron con las ganas de ver un final feliz para Ji Hoo en “Boys before flowers”, la versión coreana de “Hana yori Dango”. Adaptación del mismo dorama, que narra la historia original pero con algunas variac...