capitulo 4

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Pues aunque no lo creas, cuaderno… Aquí estoy de nuevo! Pensé que ya no te necesitaría más, pero me equivoqué. 
En Paris estuve casi un mes, pero decidí volver. Las cosas con Seo Hyun nunca funcionaron. Aunque pensé que allá la tendría día y noche para mi, no fue así. Ella vivía ocupada y con suerte lograba verla algunas tardes durante los fines de semana. Además, me di cuenta de que ella tenía muchos pretendientes allá, quienes vivían tras ella. Ahí fue cuando entendí que ella nunca se fijaría en mí. Eran hombres y yo soy sólo un adolescente inexperto… A quién podría engañar?
Me regresé a mi amada Seúl. Creo que tengo mucho que aprender aquí antes de que Seo Hyun pueda siquiera pensar en estar a mi lado. Debo madurar aún más y convertirme en un verdadero hombre.
Decidí volver al instituto Shinwa. Cuando llegué me topé con algo que me sorprendió. Vi a Jun Pyo abrazando a Jan Di e informándole al resto de los estudiantes que era su novia. Quise jugarle una broma a Jun Pyo y lo interrumpí diciendo que yo no estaba de acuerdo con su noviazgo. Todos se sorprendieron y me miraron de inmediato. A nadie le había contado que estaba de vuelta. Mi mirada se cruzó con la de Jan Di y ahí me detuve por un par de segundos. No se, fue extraño… Pude darme cuenta cuanto había extrañado sus dulces ojos y su cálida sonrisa… Qué me sucedía? Es qué tampoco se había equivocado en eso Seo Hyun? Durante todo ese tiempo que estuve en París, sólo por las noches, mis pensamientos se iban a Jan Di. Yo sólo sonreía. Recordaba sus palabras antes de irme, en el aeropuerto. Me regaño cuando me vio ahí, creía que no iría tras Seo Hyun. La abracé fuertemente y la besé en la frente, sin antes agradecerle por haberme ayudado a tomar esa decisión. Sin ella, creo que nunca lo hubiera hecho. Nunca habría entendido que a la que extrañaba realmente en Paris no era a Seo Hyun, sino a Jan Di…
En la tarde era el festival anual de música, tenía que asistir. Con todo lo que había pasado en mi vida estos últimos meses ni siquiera lo había recordado. Todos los años, era yo el encargado de representar a la escuela a nivel estatal. Siempre llegaba a la final y un par de veces me había quedado con el primer lugar. Los muchachos me comentaron que una nueva chica que había llegado a la escuela iba a participar en representación del instituto. Me dio curiosidad saber que tal sería quién pondría la cara por la escuela y decidí acompañar a los chicos al show.
A eso de las 7 de la tarde llegué al auditórium de la ciudad. Entré y me puse a buscar a los muchachos, pero no los vi por ningún lado. Me senté solo al final de la sala. 
Este año no estaba muy animado. Los participantes no eran tan buenos como pensé, salvo un par de ellos, un muchacho que tocaba saxofón y una chica que cantaba lírico, pero nada extraordinario. Estaba a punto de quedarme dormido, cuando de pronto oigo que presentan al instituto Shinwa. Me senté derecho en la butaca y me dispuse a observar el show. Presentaron a una tal Samantha, no recuerdo su apellido. Apareció en escena una chica alta y estilizada. De tez blanca y cabello ensortijado y cobrizo. No podía ver bien sus facciones porque yo estaba muy lejos. Llevaba un sentador top verde manzana entallado y pantalones oscuros ceñidos. La chica tenía una extraña mezcla entre rebelde e inocente. Se instaló en medio del escenario, con una guitarra acústica en sus manos.
Comenzó delicadamente a sacarle unos melancólicos arpegios a la guitarra. Una suave y aguda voz salió de sus labios. Era un clásico. Reconocí la canción pero tenía distintos arreglos musicales y la interpretación era distinta también… Era una vieja canción, “Alone”, del grupo Heart. Siempre me ha encantado esa canción, creo que tiene tanta fuerza y pasión en su letra, música e interpretación. Pero en la voz de esa chica sonaba aún mejor que la versión original. Cerré los ojos e hice un análisis rápido de su interpretación y a medida que la canción avanzaba me daba cuenta que me gustaba mucho más. Sin duda la chica tenía técnica y no era una principiante en la música. Pasaba de los tonos altos a los bajos como si nada, sin dejar de lado la guitarra que le acompaña perfectamente. Sólo había algo que no me gustaba en esa canción… Era de lo que trataba. En este momento me hacía daño! Sin poder evitarlo y aunque mis ojos estaban cerrados, unas lágrimas se arrancaron de mis ojos… 
Abrí nuevamente los ojos con los aplausos de público que me interrumpieron. La chica ya se despedía. Me sequé rápido los ojos y me puse de pie. La función había terminado. De pronto vi a los chicos y Jan Di que venían caminando por el pasillo y me uní a ellos. Jan Di se adelantó a encontrarme. “Y? Qué te pareció? Tú sabes mucho de música? Puedes darnos un buen veredicto.”, dijo sonriendo y muy entusiasmada. Noté que Jun Pyo se adelantó y la abrazó como queriendo marcar su territorio. Parece que definitivamente se estaba enamorando de esa chica! 
“Mmm… Me gustó! Creo que tiene una excelente técnica vocal, además toca muy bien la guitarra! Creo que puede quedar dentro de los finalistas!”, dije sin mucho interés.
“En serio? Ojalá sea así! Sería bueno que a pesar de que tu no nos hayas representado este año, podamos clasificar!”, dijo Woo Bin también entusiasmado.
“Aquí viene Sam!!”, gritó Jan Di y corrió a su encuentro. A tirones la acercó hacia donde estábamos nosotros. La chica se alegró mucho de verlos y se unió de inmediato al grupo. De pronto sentí que su vista se clavaba en mí. Claro, conocía a todos los chicos, excepto a mí. Al parecer, Jun Pyo lo notó y se adelantó. “Samanta, él es Ji Hoo. Quien nos representaba en este concurso todos los años.” Ella sólo sonrió condescendientemente y me extendió su mano. “Así que tú eres el famoso Ji Hoo, del que mucho me han hablado. Mucho gusto! Mi nombre es Samanta”, añadió la chica con una sonrisa traviesa en sus labios. Le tendí también mi mano y se la estreché. “Mucho gusto”, respondí de forma escueta. Ya más de cerca pude notar que la chica era bastante bella, sus facciones eran pequeñas y graciosas y estaban adornadas por traviesas pecas sobre su nariz, me recordó esas muñecas de porcelana de las niñas, con muchos rizos rojizos enmarcando su rostro. Tenía una actitud gentil y cálida, lo que contrastaba con su aspecto un tanto rebelde que había lucido en el escenario. Me quedé mirándola y le devolví una sonrisa. 
Inmediatamente después de eso, la chica se excusó y se retiró.
“No creen que es bellísima?!, dijo Yi Jeong mientras ella se alejaba. “Si, claro que lo es! Pero a ti qué mujer no te parece bonita!”, añadió riendo Woo Bin. Todos rieron. “Y si te gusta, por qué no vas por ella?”, interrumpí de pronto. Todos se miraron. “Vamos chicos! Ha pasado un mes y Ji Hoo no estado aquí. Tenemos que actualizarlo!”, agregó Jun Pyo.
“OK, yo me encargo! Esa chica, Samantha, llegó un par de días después que tu te fuiste y de inmediato se volvió la chica más popular. Los chicos de la escuela se volvieron locos cuando llegó, todos la persiguen y la invitan a salir pero ella los rechaza. Las chicas también la persiguen, la adoran! Y es que ella tiene excelentes calificaciones, es bellísima y es popular. Todas quieren ser sus amigas, pero a todas también las rechaza! Incluso dicen que es bruja!”, dijo finalmente Woo Bin.
“Bruja!”, dije yo aguantando la risa. “Si, pero no le creas a Woo Bin! Son tonterías! Yo he hablado con ella y me parece una muy buena chica! Sólo es un poco solitaria, prefiere estudiar antes de “perder el tiempo”, según lo que ella misma me ha contado y lo que más le gusta hacer es leer y la música… Ah! Y no es que sea bruja, es sólo que le gustan esas cosas de esoterismo, nada más! Pero a ti también te gustan, Ji Hoo! Y no por eso creemos que eres brujo! Jajajaj”, añadió Jan Di riendo
“jajajaja… Vaya que sucedió harto en mi ausencia!”, terminé diciendo entre risas. Luego de eso, nos despedimos y nos retiramos. No pude evitar observar que Jan di y Jun Pyo se retiraban juntos. Eso me incomoda.

Diario de un chico enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora