capitulo 26

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Así pasaron un par de días más y yo intentaba distraerme con mis amigos, aunque no negaré que fue muy difícil. Mis amigos tampoco ayudaban mucho. Jun Pyo andaba de un humor terrible porque Jan Di conoció a un chico de la escuela que era modelo. Se hicieron muy cercanos. Yi Jeong acompañaba a pasar sus penas de amor a Gaeul, la mejor amiga de Jan Di, pero cuando ya están demasiado cerca de ella, arranca despavorido. Yo pienso que le teme más que nada a enamorarse y por eso huye de ella. Y Woo Bin también se alejó un poco de Sara. Según lo que ha dicho, cree no ser el chico apropiado para ella. Sarah es aún muy joven. Pero en el fondo, yo se que a él le interesa esa chica. Y yo… está demás decirlo! Extraño demasiado a Sam!

Una mañana estábamos los cuatro en nuestra sala de clases. Pensativos y en silencio luego de haber finalizado la clase de Geografía y descansando para en 30 minutos tener la siguiente clase, cuando de pronto apareció en la puerta Sam. Todos nos quedamos impactados mirándola a la entrada del aula. Instintivamente y sin siquiera pensarlo, me puse de pie y caminé hacia ella rápidamente. Parecía que una extraña fuerza me atraía a esa muchacha. Los chicos se miraron entre ellos pero no dijeron ni una palabra.

Llegué a su lado, ella se dio media vuelta. Yo la seguí afuera del salón. No negaré que mis piernas temblaban y mi corazón casi se salía de mi pecho. Caminamos un par de pasos hasta quedar uno de pie al frente del otro. Me miró a los ojos fijamente. Cuanto había extrañado esos dulces ojos color pardo!

“Tienes tiempo? Necesito que hablemos.”, dijo ella fría pero calmadamente, como que nunca hubiese ocurrido ningún incidente entre nosotros dos. Yo me apresuré y me acerqué a ella. Haciendo ademán de rodearla con mis brazos. Sam de inmediato retrocedió. Comprendí que no venía en son de paz.

“ Sam… Al fin apareces! Dónde estabas? Me tenías muy preocupado!”, dije, intentando suavizar el momento. A pesar de mis palabras, su rostro siguió inexpresivo.

“Necesitaba estar sola…. Necesitaba pensar, aclarar mi mente!”, respondió ella mirando el suelo. Luego levantó en alto su barbilla. Como solía hacerlo y la hacía lucir demasiado orgullosa y segura de si misma.

“Y… lo lograste? Me vas a perdonar?”, pregunté ilusionado.

“No hay nada que perdonar, Ji Hoo! Tú eres libre de hacer lo que te plazca y con quien te plazca!”, respondió Sam a la defensiva.

“Pero… Yo se que cometí un error! Fui un estúpido! Ahora lo entiendo!”, intenté argumentar. Ella sonrió irónicamente.

“Sólo seguiste a tu corazón! No te culpo por eso…”, agregó ella evidentemente adolorida.

“No! No seguí a mi corazón y por eso me equivoqué! Sam… por favor! Cuando… sucedió lo que sucedió, me di cuenta que lo que sentía por ella se había acabado completamente, sólo quería estar seguro de aquello. Y así lo comprobé… Ahora, eres sólo tú! Tú no sabes lo mucho que yo te quiero!”, comencé a suplicar hasta que ella me interrumpió.

“Ese es el problema contigo, Ji Hoo!! Yo no te quiero!!!! Te lo he dicho cientos de veces, ahora pienso y creo que como una verdadera estúpida! La verdad yo no se como llegué a este punto…Yo no te quiero Ji Hoo… Yo te amo!! Y eso, jamás lo he oído de tus labios...”, me reprochó ella. En ese instante ambos nos quedamos en silencio. Un silencio largo e incómodo. Era cierto lo que ella decía, no podía rebatírselo. Talvés tenía miedo de decirlo. Talvés, esas dos palabras eran demasiado grandes para mi… Talvés era sólo un estúpido!

“Pero tú sabes que eres demasiado especial para mí! No me dejes!“, concluí derrotado.

“Basta, por favor! Si de verdad alguna vez sentiste algo por mi… Por favor detente! Yo soy y siempre he sido una persona consecuente con mis ideales… Te amo pero… no puedo seguir con esto! No puedo estar con alguien que no es lo suficientemente maduro como para haberme elegido y serme fiel! Es mucho pedir? Yo pienso que no! … Escúchame! Ahora tú tienes que aclarar tu corazón, tus sentimientos y tus ideales! Talvés, yo llegué en un mal momento en tu vida… Eso lo entiendo! Cuando estabas confundido con Seo Hyun y con Jan Di, y yo sólo confundí más las cosas… Eso sólo el tiempo lo dirá!”, dijo finalmente ella más calmada. Yo tenía la vista pegada al suelo de vergüenza.

“Pero… ya no quieres estar más conmigo?”, pregunté casi en un murmullo.

“No es eso! Pero… quiero que te entiendas tú primero! Que veas y decidas que es lo que de verdad quieres! Quizás… el futuro nos dará una nueva oportunidad… o quizás no…”, terminó diciendo Sam evidentemente afectada. Sabía que le dolía tanto como a mí la separación. Nuevamente apareció ese maldito silencio incómodo.

“Bueno… eso era lo que quería hablar contigo. Me tomó mucho ordenar mis ideas y calmarme un poco… Gracias!”, dijo al final extendiendo su mano. Levanté rápido la vista y me topé con sus ojos. Le estreché la mano aún cuando no entendía sus palabras.

“Por qué me agradeces?”, pregunté confundido. Ella soltó mi mano.

“Por esos maravillosos 3 meses juntos!”, dijo en una sonrisa demasiado triste. Yo apreté los dientes para contener las ganas de llorar. Pude ver en ella la misma reacción. De nuevo ese silencio incómodo.

“Sam… Tú eres una chica maravillosa! Tienes razón en cada una de tus palabras… Quizás, yo no soy la persona indicada para ti… Tú te mereces algo mucho mejor…Yo no quiero verte sufrir…”, dije completamente desalmado. Instintivamente di un paso hacia atrás. Ya comprendía que la situación no tenía solución. Ella me sonrió amargamente pero no dijo nada.

Después de eso, ella retrocedió también. Ahí estaba nuevamente esa expresión de terror en sus ojos. Sabía cuanto le temía al amor. Por lo menos, sabía que aún sentía algo por mí. Eso lo demostraba. 

Dio media vuelta y desapareció por el oscuro pasillo. Respiré profundo, me di también media vuelta y entré al salón de nuevo. Caminé hacia mi lugar y me senté, con la vista perdida en algún punto lejano del piso.

“Ji Hoo… estás bien?”, preguntó Yi Jeong. Levanté la mirada y vi a los chicos observándome con cara de preocupación. Sólo asentí con la cabeza. Jun Pyo se adelantó, se puso de pie y caminó a mi lado para darme una suave palmada en mi hombro-

“Qué pasó, amigo?”, dijo preocupado.

“Nada… Lo que tenía que pasar! Terminó conmigo…”, respondí cortante.

“Pero Ji Hoo… No lo tomes tan a pecho! Te prometo que te voy a presentar a unas bellas muchachas y en un par de días olvidarás a Sam! Te lo aseguro!”, agregó entusiasmado Yi Jeong. Yo sólo sonreí amargamente. Sabía que eso sería imposible, pero para qué rebatirle a mi amigo.

“No digas tonterías! Si lo que Ji Hoo quiere no es a cualquier chica, es a Sam!”, añadió seriamente Woo Bin.

“Cómo se nota que nunca te has enamorado, Yi Jeong! Cuando eso sucede, pueden pasar las muchachas más bellas del mundo delante de tus ojos, pero tu sólo verás a una!”, dijo asertivamente Jun Pyo.

“Qué les pasa a los F4?? Es que todos se han vuelto unos sensiblotes?? Qué sucedió con los 4 chicos que tenían que andar espantando a las muchachas??? Soy yo el único que conserva ese espíritu aún?”, dijo intentando bromear Yi Jeong.

“Bro… ya no somos unos niños! Hemos crecido, hemos madurado un poco, aún cuando nos falta mucho! Eso sucede! Ya no vemos las cosas igual que hace unos años atrás! En un par de meses nos graduaremos de la escuela! Tendremos nuevas responsabilidades!”, respondió Woo Bin. Todos nos quedamos en silencio, meditando en las palabras que acababa de decir Woo Bin. Eran tan certeras… Cuánto habíamos cambiado!!

En ese instante apareció por la puerta el profesor de la siguiente clase. Nuestra plática llegó a su fin, pero mis pensamientos por Sam, no, ni mi dolor por su ausencia, tampoco.

Diario de un chico enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora