capitulo 9

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capitulo 9

Al terminar las clases, me despedí de los chicos y pasé a la cafetería por un café. Después de eso, decidí actuar como un buen novio, o como pensé que sería ser un buen novio. Después de todo nunca había tenido una novia… y me estaba gustando la idea, aunque fuera sólo para las apariencias. Me fui a la clase de Sam. Los alumnos ya estaban retirándose del salón de computación. Me asomé a la puerta y vi a “mi novia” durmiendo apoyada sobre el teclado de la computadora. Pobrecita! Era verdad que se había quedado estudiando hasta tarde por mi culpa. Entré al salón. Todos se asombraron al verme adentro, porque empezaron a murmurar y a observarme. Claro, no estaban acostumbrados a que un F4 entrara a un salón de clases común, ya que nosotros teníamos el nuestro propio. Una chica se me acercó e intentó hacerse la coqueta, mientras me preguntaba a qué había ido allí.

“Vengo a buscar a mi novia!”, le respondí altaneramente. Sam levantó su cabeza de inmediato al escuchar mi voz. Me miró sin comprender, parecía que aún estaba dormida. La tomé de la mano y la saqué del salón. 

“Sólo venía a verte, quería parecer un buen novio!”, le dije mientras sonreía.

“Bobo!”, me dijo ella mientras se restregaba los ojos.

“Bebe un poco de café! Esto te despertará!”, le ordené.

“Pero… es tuyo! Tu ya bebiste?”, preguntó ella desconfiada.

“Si, por qué? Acaso tienes miedo de probar porque yo ya puse mis labios? Jajajajaja… Recuerda que somos novios!! Eso no te debiera importar! Jajajaja…”, la desafié mientras reía.

“No! Tú sabes que yo no lo temo a nada, Ji Hoo!! Dámelo!”, respondió ella un poco enojada y se bebió el café hasta el final.

“No creo que no le temas a nada… Estoy seguro de que a algo le debes temer!”, añadí te pronto. Me había quedado pensando en lo que dijo la chica.

“No Ji Hoo, a nada!”, respondió ella escuetamente. Me devolvió el vaso vacío y se perdió por el pasillo. Yo sólo sonreí.

En la siguiente semana, todo continuó de la misma forma. Sam y yo jugábamos a ser novios. Nadie nos perseguía y podíamos hacer nuestras vidas tranquilamente. 

Un día Jun Pyo me llamó para invitarme. Con los chicos se irían de viaje a Nueva Caledonia. Él llevaría a Jan Di, por lo cual me instó a invitar a Sam, aún cuando sabía que lo de nuestra relación no era de verdad. No me entusiasmaba demasiado la idea de ir. Si bien mi amor por Jan di no había desaparecido, lo había logrado anestesiar para que no doliera tanto. Pero sabía que al estar allá y ver todo el día a Jan di y Jun Pyo juntos, no me haría nada bien, muy por el contrario. 

Después de pensarlo un poco mejor y ante las insistencias de mis amigos, decidí ir. Nos iríamos a la mañana siguiente en el avión privado de Jun Pyo.

En la escuela busqué a Sam para invitarla al viaje. Era mi única esperanza para no aburrirme tanto allá y poder distraerme.

“ Los chicos irán a Nueva Caledonia por el fin de semana… Y me preguntaba si quieres ir con nosotros?”, le pregunté.

“Me encantaría pero… no es posible! Aún o conoces a mi padre como es de estricto! No me dejaría pasar una noche afuera de la casa! Por eso que quiero irme de allá apenas termine la escuela!”, respondió ella un tanto desanimada.

“Si quieres voy a hablar con él y yo se lo pido?”, insistí. Sam era mi salvación. La necesitaba a mi lado en ese momento para no cometer alguna locura.

“j aja… Como se nota que aún no conoces a mi padre! Nunca me dejaría pasar la noche afuera con mi supuesto novio… Antes moriría! No, Ji Hoo… Gracias! Será para otra vez!”, respondió ella un poco desilusionada.

“OK, pero… te puedo llamar por teléfono desde allá? Te voy a extrañar, mi pelirroja!”, dije intentando animarme un poco.

“Detente un poco! Parece que te estás tomando demasiado en serio el papel de novio!”, respondió ella intentando ponerse sería. Luego me abrazó por la cintura sonriendo. Me encanta esta chica! Le he tomado tanto cariño! Es como si fuera una hermana menor!

“Si, mi chico de los ojos tristes! Me puedes llamar las veces que tú quieras!... Y yo también te voy a extrañar!”, dijo finalmente.

Al día siguiente alistamos todos y salimos muy temprano en la mañana con los chicos. No se como se las arregló Jun Pyo para llevar a Jan Di y también a su amiga a nuestro viaje. Yo preferí mantenerme lejos de ellos.

Al llegar allá, nos recibieron dos chicas latinas. Al parecer, Woo Bin y Yi Jeong lo tenían preparado. Esos dos son unos bribones! Yo por mi parte, intenté ponerme de buen humor y tomar el paseo como un descanso que necesitaba hace tiempo. 

Paseamos bastante, fuimos a muchos y distintos sitios. Cuando fuimos a la playa, Jan Di estuvo a punto de ahogarse en el mar. Jun Pyo no hizo nada por rescatarla, por su trauma. Tuve que correr yo a salvarla para que no se ahogara. Se veía tan indefensa y bella cuando la traía en mis brazos al sacarla del agua. Su cabeza recostada en mi pecho, sus ojos cerrados y sus labios… Habría dado lo que fuera por besarla ahí mismo, pero no podía hacerlo! De verdad estar así era una tortura!

Al dejarla en la arena comenzó a despertar y afortunadamente se recuperó pronto, de eso se encargó su amiga Ga Eul. Yo preferí retirarme, ya no soportaba estar ahí.

Para la noche, Jun Pyo organizó una cena, que extrañamente, cocinó con sus propias manos. Yo acepté por cumplir. Sólo me quedaría un par de minutos, para luego retirarme a mi habitación. Así lo hice. Jun Pyo había preparado una mesa aparte para él con Jan Di.

Pude notar que Jan Di intentó acercarse a mi pero Jun Pyo la detuvo, quizás me quería agradecer por lo de la tarde. Después chocamos un par de veces la vista antes de empezar con la cena. Eso me estaba comenzando a poner nervioso. Preferí ponerme de pie y retirarme de una vez.

No podía estar detestando más ese fin de semana. Me molestaba profundamente ver a Jun Pyo con Jan Di juntos. No se qué era peor, si lo que me había sucedido antes con Seo Hyun, quien me había abandonado cuando supuestamente si me amaba, o enamorarme de la chica de mi mejor amigo! Mi vida amorosa es un total y absoluto desastre! 

“ Sammy? Estás ocupada?”, había tomado mi teléfono para llamar a Sam. Necesitaba hablar con alguien y definitivamente ella era la única persona apropiada.

“Ji Hoo? No, no estoy ocupada… Acababa de meterme a la cama, estaba leyendo. Cómo va todo por allá?”, preguntó ella.

“Ayy… Te extraño Sammy! No debí haber venido!...”, dije para finalmente suspirarando profundo.

“Por qué? Qué pasó? Dime!”, preguntó ella un poco alterada.

“Nada… Sólo lo que imaginaba! No soporto verlos juntos!!”, respondí angustiado.

“Mi querido Ji Hoo… No sabes como quisiera estar a tu lado para sacarte de ahí ahora mismo y darte un abrazo gigante!!! No sabes como me habría gustado ir… Pero, no puedes decaer!! Tienes que ser fuerte! Qué tal si ahora vas a tomar aire fresco a la playa… A ti te gusta estar solo!”, respondió ella dulcemente.

“Mi niña rebelde! Tú me conoces tan bien!... Si, creo que eso es lo que haré! Y… gracias por oírme!”, añadí también con voz dulce.

“Espera Ji Hoo… Yo… yo… te quiero mucho!”, dijo finamente Sam. 

“Yo también!! Y gracias de nuevo! Adios!”, dije y corté el teléfono. 

No se que tenía esa chica, pero era siempre mi mejor medicina. El tan sólo hecho de hablar con ella me tranquilizaba. Decidí salir a tomar aire a la playa, tal como ella me lo había sugerido, de seguro sería lo mejor

Diario de un chico enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora