❤Capitulo 30❤

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Narra Matteo:
A la mañana siguiente, me desperté trate de levantarme pero no pude, llame a la enfermera por un interruptor ella a los pocos minutos llegó.

Enfermera: Diga ¿Qué necesita? - musitó mirándome fijamente.

Matteo: emm, necesito mi cepillo de dientes. - dije y ella me miro confundida.

Enfermera: Lo siento, pero no me han entregado nada suyo el hospital le puede dar uno. - artículo ella y yo sólo asentí.

Matteo: Esta bien, gracias. - agregué y ella asintió.

Enfermera: Entonces ya regreso. - dijo y salio por la puerta de madera de color blanco, tenía un poco de hambre tomé el control remoto y encendí el televisor estaban pasando «La voz kids » me quedé viéndolo es muy bueno este programa.

Enfermera: Aquí esta su cepillo de dientes. - cerró la puerta y se acerco a mi para entregarme el cepillo.

Matteo: Gracias ¿Me puede ayudar a levantarme? - pregunte y ella asintió sonriendo, me ayudo a levantarme y me guió hasta baño. - Nuevamente muchas gracias. - agradecí y ella me miro con una gran sonrisa en su rostro.

Enfermera: A su orden, bueno lo dejo. - dijo y se marchó, yo me agarre del lavabo y me mire al espejo, abrí el grifo del agua junte mis manos y la esparcí por mi rostro cogí el cepillo y lo llene de crema, y comencé con la higiene de mis dientes.

Después del cepillado, cogí una toalla y me adentre a la ducha me quite la ropa que traía puesta y abrí la canilla para que comenzara a caer la lluvia artificial, para relajar mis músculos. Salí y me dirigí al pequeño armario de la habitación por suerte había una muda de ropa, obviamente era...¿Una pijama mía? Pero si según la enfermera no tenia nada acá, bueno sin darle mucha importancia la tomé y me la puse, volví a la cama y entro mi enfermera por hací llamarle siempre me atendía ella. Ella era una señora como de 30 años, piel morena y unos ojos color miel que hacían resaltar su tono de piel, un cabello corto hasta los hombros, ondulado y una sonrisa radiante, traía mi desagrado que consistía en un sándwich de queso, un jugo de naranja (me imaginó que sin azúcar) y un tazón con diversas frutas picadas uniformemente.

Matteo: Gracias. - Articulé sonriendo. - ¿Cual es su nombre? - pregunte interesado, por lo menos si ella iba ser mi enfermera tenia que saber su nombre.

Enfermera: Ivanna, me llamo Ivanna. - dijo y sonrió. - Bueno me retiro cualquier cosa, presione el interruptor, yo sólo me límite a asentir, Ivanna se fue y yo opté por comenzar con el sándwich.

Ya estaba por terminar mi desayuno, cuando alguien abre la puerta era... Eran mis padres estaba muy feliz de que ellos estuviesen aquí.

Lucía: Mi amor. - musitó mi mamá, un poco emocionada, se acercó casi que corriendo a mi y me dio un gran abrazo. - ¿Como estas? - me pregunto y beso mi mejilla.

Matteo: Bien mamá ¿Qué paso con su viaje de negocios en Pakistan? - pregunte y los mire a ambos.

David: Hijo. - artículo mi papá llamando mi atención. - Estábamos a mitad del viaje, Mónica y Miguel nos informaron lo que te había pasado el viaje por ahora esta en una pausa por lo menos hasta que te recuperes del todo. - dijo mi papá un poco decepcionado.

Matteo: Entonces eso quiere decir que ¿Luego se tienen que ir otra vez? - pregunte triste ellos me hacían mucha falta, mi mamá asintió con la mirada baja.

Lucia: Si. Pero te prometemos que vendremos los días que sigas aquí, el hospital ya lo pagué luego de que te den de alta nos tendremos que ir, mientras tanto te seguirás quedando con los Valente confiamos mucho en ellos. - me abrazo fuertemente, y me susurro. - Te amamos hijo. - papá se nos unió y nos separamos.

Recuérdame *Lutteo*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora