Deep (Completa)✔

28. Dark Side

Habían pasado tres días desde que me entregue en cuerpo y alma a Jason, me quede esperando como una tonta para que me llamara o me escribiera... pero nada, cada vez que lo llamaba me caía al buzón.

Estaba saliendo de mi última clase del día, a la cual no pude prestarle mucha atención por estar pensando en Jason y en si lo volvería a ver.

Y es que ni siquiera se donde vive, ni quienes eran sus padres, ni si tenía hermanos o un perro, lo nuestro era solo basado en lo que sentíamos, algo que era tan profundo e inmenso, y me sentía muy estúpida por ello.

Hace tres días todo era perfecto, las dudas habian desaparecido, no había está desconfianza dentro de mi.

Aunque había dos cosas de las que estaba irrevocablemente segura, una, amaba a Jason, aún y cuando su solo nombre me hiciera cuestionarme y dos, el azul era mi color favorito, desde que lo conocí, el azul de sus ojos, a veces más fríos que el hielo, a veces más cálidos que un cielo de verano, cada vez que se posaban en mi me ponian tambaleante.

Estaba pasando por el pasillo camino a la puerta de salida de la universidad, cuando siento que alguien me jala ligeramente del brazo, volteo confundida y me encuentro con el rostro de Chase, el me dirige hacia el salón que esta en el pasillo, ya dentro cierra la puerta y pone el seguro.

Lo miro expectante no parece como si me fuera a hacer daño, diría que es más como si tuviera miedo, lo veo a veces por los pasillos me dedica una mirada extraña y se va.

—Tienes que alejarte de Jason— me dice, y a decir verdad luce un poco desesperado.

Volteo los ojos.

—Ya me lo habias dicho— paso al lado para salir.

El me toma del brazo.

—¿Qué acaso no te lo dije? ¿No te lo advertí?

No me gusto su tono, me zafo de el, claro que me acordaba de lo que me dijo, pero el Jason que yo conozco no tiene nada que ver con su advertencia, el es bueno y dulce conmigo, nunca se ha mostrado de otra forma.

—Pues si— digo bajando la cabeza pero enseguida vuelvo a levantarla— Pero estabas equivocado Chase, el no es malo, no entiendo porque me advertiste sobre el.

Él simplemente niega con la cabeza.

—No, no lo entiendes— dice sonriendo tristemente— Estás enamorada de el, ¿No es así?

No sabia que decir, claro que lo estoy, se que decirle a Chase que amo a Jason es como decir que le di mi alma a un demonio, y no entiendo porque, es obvio que el no conoce al hombre que yo he conocido en este tiempo.

—No hace falta que me lo digas, escucha Aubrey, acaso el te dijo a que se dedica, o ¿Quién es realmente?

—Yo...

—Pues yo creo que no, de otra forma no estarías con él, y hubieras seguido mi consejo

—¡Por dios! ¿Que puede ser tan malo? que haces parecer como si Jason fuera el mismísimo diablo.

—¿Por qué crees que me estaba sacando el alma a patadas ese día?

Había deducido, que era por un problema de chicos yo que se, pero ahora me acuerdo claramente de que Jason dijo algo sobre pagar un dinero.

—Me estaba cobrando.

—¿Qué te estaba cobrando?— pregunto con miedo a su respuesta.

El mira hacia otro lado antes de mirarme fijamente y con seriedad.

—Yo... distribuyo su mercancía por algunas partes del campus y... admito que de vez en cuando tomo un poco, pero no soy un adicto como lo  hizo ver ese infeliz ¿De acuerdo?— dice y parece avergonzado, mientras baja su mirada al suelo— ¿Tu que crees que me estaba cobrando?.

—No comprendo.

—¡Cielo Santo! Jason O’Brien es hijo del mafioso más grande de Europa ¿Qué mercancía crees que el me deja?

No, eso no podía ser, no no no...

No me doy cuenta de que había estado dando pasos atrás y me apoye contra el escritorio.

—Es el hijo de unos de los mafiosos más buscados y famosos de Europa lo que lo convierte en un traficante experto y heredero del legado de su padre, es un hombre peligroso, ¡Mierda! trate de decírtelo más de una vez.

—No, no puede ser— digo mientras una lágrima rueda por mi mejilla.

Chase se acerca a mi y toma mi mano.

—Trate de advertírtelo, pero no me escuchaste, tienes que términar esto Aubrey, el puede conseguir que te maten.

Y creo que con eso finalmente mi corazón dejo de latir.