Deep (Completa)✔

30. Tears Are Falling

Corro y corro por los pasillos hasta que llego a la parte trasera de uno de lo edificios del campus.

Apoyo mi espalda en la pared y cubro mi cara con mis manos.

¡No puede ser! nada de lo que Chase dijo podía ser cierto.

Jason es el heredero de un imperio de la mafia, el trabajaba para su padre eso fue lo que Chase me dio a entender.

Eso explicaba muchas cosas, esas llamadas que el recibía y la expresión en su rostro, era tan dulce cuando estaba conmigo y de repente se volvía un tempano de hielo.

¡No! No quiero ni pensarlo, pero el también pudo haber matado.

¿A cuantas personas habrá matado?.

¿Cuanto mal habrá hecho?

Trato de alejar los pensamientos de mi mente pero es totalmente imposible.

Cierro los ojos fuertemente y trato de procesar todo esto.

Después de unos treinta minutos no me siento más tranquila, pero se que tengo que irme de aqui ya que está anocheciendo, aunque este no solía ser un lugar peligroso de alguna manera eso no me tranquilizaba, supongo que es porque estoy acostumbrada a estar alerta cuando salgo a la calle, en el lugar donde crecí había delincuencia.

Comienzo a caminar a casa, casa que voy a tener que abandonar hoy mismo, tengo un poco de dinero ahorrado, ya que tenia un trabajo de camarera en un restaurante en Dallas, Texas de donde soy.

Voy a tomar ese dinero, empacaré lo que pueda y me iré más rápido que un rayo a un aeropuerto, seria una loca si me quedara aqui, por los momentos el no ha aparecido, pero nada me asegura que el no volverá otra vez.

Cuando llego me siento en mi cama, lágrimas comienzan a caer nuevamente ¿Como puede una persona tener tantas? Supongo que así lo siento porque nunca había llorado tanto y menos por un hombre.

¿Qué le diría a mi madre? Ella estaría tan defraudada cuando viera a su hija derrotada volviendo con las maletas en las manos.

Pero comprendería, eso esperaba.

Lo que más me duele es que la defraude, en este tiempo que estuve con el no pensé en ella, y eso me hace sentir terrible.

Voy a tener que contarle todo, y eso terminará por destrozarme. Necesitaba tanto un abrazo de mi madre acurrucarme con ella, llorar y sentir mi corazón romperse en mil pedazos más cuando le dijera:

Mami, deje que un chico me rompiera el corazón. No fui lo suficientemente fuerte y deje que jugaran conmigo. Te fallé, Perdóname.

Solo esperaba que su enorme corazón pudiera hacerlo.