Advertencia: la siguiente parte contiene escenas altamente eróticas. "ψ(`∇')ψ
Disfruten
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Alex había preparado junto al encargado de la comida, una deliciosa pasta en salsa Blanca, acompañada de camarones y un delicioso vino. Me sentía tensa, estaba nerviosa y prefería no mirarlo a los ojos para que no se diera cuenta de que los nervios me consumen. Pensaba en Jorge y en como sería si me entregara a él, deseaba cuanto ante poder aprender a seducirlo por completo y tenerlo entre la palma de mi mano.
-¿que piensas? - me pregunta y decido mirarlo para luego sonreírle.
-en lo alto que eres, mientras que yo soy una enana que ni usando tacones se ve alta. También pienso en lo fuerte que eres, podía aplastarme subiéndote encima de mí- bromeé con él como tantas veces hago. Alex me sonrió y limpió su boca al terminar de probar la pasta.
- si hago eso no creo que te aplaste, ya he tenido novias pequeñas - murmura llevando el vino a su boca.
- ya lo creo señor Alex.
-de veras de veritas que yo en la cama soy liviano. Además sé hacer las cosas, por algo estudio sexología ¿no?
-bueno tienes razón, por cierto, ¿como te vas en las clases de entrenamiento? Me enteré que te aceptaron en el nuevo gimnasio. - llevé un bocado de pasta a mi boca, mientras lo miraba fijamente.
-uff súper, entro el lunes a la cinco de la tarde, ya puedes saber.
-¿pagan bien?
- a quince la hora, y el horario varea, porque hay días en que deberé trabajar ochos horas .
- trata de que no choque con las clases.
- no, he acomodado el horario.
- me alegro.
Charlamos toda la noche y al acabar de tomarnos la botella de vino, él me pidió que fuera con él hasta la habitación. Supuse que ya el momento había llegado y eso me tenía muy nerviosa, pero a la vez confiada de él.
Me llevó de la mano y abrió la puerta, luego de pasar puso el seguro y graduó las luces a modo tenues. Hacia frío por el aire acondicionado y él lo supo al instante de verme temblar y abrazándome a mi misma, así que había apagado el aire para dejar la puerta del balcón abierta con total confianza, y yo aquí preguntándome: ¿que pasaría si se mete un oso?
-¿tienes miedo? - me pregunta mirándome a los ojos.
-no, sólo que creo que es normal sentirse un poco nerviosa.
-lo es, pero eso se debe a que aún no has tenido esa confianza intima conmigo. Dijiste que quería que no fuera doloroso ¿cierto?- asentí sin ninguna palabras - entonces tengo que hacer que tomes confianza conmigo.
-pero... Ya la tengo. - susurro.
- tienes confianza de mi amistad, pero no en el ámbito sexual. Quiero hacerte sentir segura de esto, la seguridad es lo primordial ante todo, luego la confianza y la comunicación.
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Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)
RomancePara Alisa todo era perfecto hasta que descubre que el chico que ella quiere, odia a las chicas vírgenes y de pocas experiencias sexuales. Desmotivada y decepcionada por completo, acude a su mejor amigo Alex, quién estudia sexología y aparte es...