maratón 3/3

63.7K 4.3K 1.2K
                                    

Rumba explosiva



Me sostuve el vestido y caminé apresurada pasando entre los presentes. No quería mirar a nadie, sólo quería irme.

Salgo hasta afuera y ubico mi auto.
Entro en él y busco desesperada mi llave. Cuando la encuentro enciendo el auto y miro hacía detrás para poder dar reversa.
Mi corazón está latiendo más fuerte y me duele cada vez más. Pero...¿Por qué me debe doler así?

Doy reversa y siento que choco algo.

¡Mierda y más mierda!.

Salgo del auto limpiando rastro de algunas lágrimas, y cuando veo a Abdel tocando su estómago, el miedo se hizo presente.

-¿Como estás Abdel?, dime que no te hice daño- lo ayudé a levantarse y este gruñó.

-Me duele Alesha. No debía irte así- me reclama y aún así me parece tierno.

-Y tú no debiste seguirme, ternura- toco su mentón y trato de no mostrar lo triste que me siento.

-Yo no doy ternura, soy un chico rudo ¡Gruuu!- Abdel gruñe y me pone cada vez mejor, pero nada cura mi tristeza -
-.Alesha está triste porque perdió su amigo. Tu amigo está triste, porque perdió parte de él - me quedé algo sorprendida por lo que dijo.

-¿Por qué dices eso?

-Alesha, deberías mirar como lo veías. Yo estaría muy agradecido si me sacas de esta fiesta y me lleva a otro lugar más motivado- le sonrío y lo tomo de su mano.

-Te llevaré conmigo de rumba. Sólo que no vuelvas a ponerme extasis en la tal hooka esa- él me sonríe prometiendo no hacer tal cosa.

Ya en el auto, manejaba con dirección al centro de la ciudad. mi teléfono sonaba y miré la pantalla pero Abdel me quitó el teléfono.

-¡Alesha puede tener accidente!, no conteste mientras maneja - me decía.

-Esta bien, ¿Quién me llama?- el mira mi celular.

-Gabo - frunzo el ceño.

-¿Gaby?

-Ah si, gaby. ¿Quien se llamaría así? - empieza a burlarse.

-Contesta.

Él responde la llamada.

-¡Si, hola!- dice.

-Pon el altavoz, Abdel- este marca el altavoz.

-¿Quién eres? ¿Que haces con mi amiga?, tú voz no es la de Alex, ni la de Jorge.

Reclamaba ella y me reí.

-Ah eres mujer, que nombre tan raro- dice él con su acento árabe.

-Pues este nombre raro, puede hacerte explotar el maní que tienes entre las piernas - chilló ella.

-No tengo maní, pero si quiere te muestro mi boxer y te aseguro que te haré explotar.

No paré de reírme.

-No, gracias. No me gustan los hombres con voz de de bobo.

- A mi menos las mujeres chillona, no eres igual que Alesha.

Le colgó.

-¿Por qué le cuelgas?, debiste seguir molestándola - me reí.

Ella llamaba de nuevo.

-No hablaré con grosera- espetó cruzando los brazos. Me estacioné en mi casa y suspiré.

-Ella es alegre, debes conocerla.

Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora