Rumba explosiva
Me sostuve el vestido y caminé apresurada pasando entre los presentes. No quería mirar a nadie, sólo quería irme.
Salgo hasta afuera y ubico mi auto.
Entro en él y busco desesperada mi llave. Cuando la encuentro enciendo el auto y miro hacía detrás para poder dar reversa.
Mi corazón está latiendo más fuerte y me duele cada vez más. Pero...¿Por qué me debe doler así?Doy reversa y siento que choco algo.
¡Mierda y más mierda!.
Salgo del auto limpiando rastro de algunas lágrimas, y cuando veo a Abdel tocando su estómago, el miedo se hizo presente.
-¿Como estás Abdel?, dime que no te hice daño- lo ayudé a levantarse y este gruñó.
-Me duele Alesha. No debía irte así- me reclama y aún así me parece tierno.
-Y tú no debiste seguirme, ternura- toco su mentón y trato de no mostrar lo triste que me siento.
-Yo no doy ternura, soy un chico rudo ¡Gruuu!- Abdel gruñe y me pone cada vez mejor, pero nada cura mi tristeza -
-.Alesha está triste porque perdió su amigo. Tu amigo está triste, porque perdió parte de él - me quedé algo sorprendida por lo que dijo.-¿Por qué dices eso?
-Alesha, deberías mirar como lo veías. Yo estaría muy agradecido si me sacas de esta fiesta y me lleva a otro lugar más motivado- le sonrío y lo tomo de su mano.
-Te llevaré conmigo de rumba. Sólo que no vuelvas a ponerme extasis en la tal hooka esa- él me sonríe prometiendo no hacer tal cosa.
Ya en el auto, manejaba con dirección al centro de la ciudad. mi teléfono sonaba y miré la pantalla pero Abdel me quitó el teléfono.
-¡Alesha puede tener accidente!, no conteste mientras maneja - me decía.
-Esta bien, ¿Quién me llama?- el mira mi celular.
-Gabo - frunzo el ceño.
-¿Gaby?
-Ah si, gaby. ¿Quien se llamaría así? - empieza a burlarse.
-Contesta.
Él responde la llamada.
-¡Si, hola!- dice.
-Pon el altavoz, Abdel- este marca el altavoz.
-¿Quién eres? ¿Que haces con mi amiga?, tú voz no es la de Alex, ni la de Jorge.
Reclamaba ella y me reí.
-Ah eres mujer, que nombre tan raro- dice él con su acento árabe.
-Pues este nombre raro, puede hacerte explotar el maní que tienes entre las piernas - chilló ella.
-No tengo maní, pero si quiere te muestro mi boxer y te aseguro que te haré explotar.
No paré de reírme.
-No, gracias. No me gustan los hombres con voz de de bobo.
- A mi menos las mujeres chillona, no eres igual que Alesha.
Le colgó.
-¿Por qué le cuelgas?, debiste seguir molestándola - me reí.
Ella llamaba de nuevo.
-No hablaré con grosera- espetó cruzando los brazos. Me estacioné en mi casa y suspiré.
-Ella es alegre, debes conocerla.
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Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)
RomancePara Alisa todo era perfecto hasta que descubre que el chico que ella quiere, odia a las chicas vírgenes y de pocas experiencias sexuales. Desmotivada y decepcionada por completo, acude a su mejor amigo Alex, quién estudia sexología y aparte es...