"El sexo es delicioso,
Si lo practico contigo"Alisa
Abro los ojos y miro a Jorge hablando por teléfono, lo llamo y el cuelga dejando el teléfono en una mesita, para luego caminar hacía mi.
-¿Con quién hablabas?
-Alex te llamó preocupándose por ti, pero le dije que estabas conmigo y bien. Él hablarás con tus padres para que piensen que estás con él.
Lo decía tan normal que sentía que así de fácil Alex no cedería. Pero ya me sentía cansada de mi vida como para llamarlo y hablar con él.
¡No quería verlo!
-Entiendo.
-Esperame aquí preciosa, iré a la cafetería que está afuera para traerte comida, no quiero que mueras de hambre por mi culpa.
Me sonrojo al instante y él besa mi frente.
-Te espero.
Se había ido y cerré los ojos abrigándome con el frío de la noche. El aire acondicionado estaba encendido y dos lamparas alumbraban la habitación, dándole un toque romántico.
Yo nada mas me puse su polo y la braga que me compró porque dormire con él.Estoy tan emocionada de por fin tenerlo conmigo, abrazarlo y besarlo.
Todo en mi mente era perfección con él, pero como siempre, Alex se mete, y esta vez vestido de diablo.
No es mejor que yo, estúpida.
Lo es. Le confirmo.
Aunque no quieras siempre caerás en mís encantos. Y recuerda, que ha sido tu culpa que nuestra amistad se esté yendo de culo.
Abrí los ojos algo sudada ante la imaginaciones lejanas que tenía. Habrán pasado algunos minutos y pude ver a jorge entrar con algunos estuche con comidas.
-Ven preciosa, debo alimentarte para que siempre esté sanas.
Recordé a esa frase que le dije al estúpido: El hombre que me alimente, me tendrá su merced.
Me levanto y camino hasta la pequeña mesa en donde él saca dos sándwiches, dos jugos y un pequeño postre de sheese Cake. Delicioso.
Cenamos juntos el emparedado de pollo con queso. No sé si era que moría de hambre pero me lo había comido todo.
-¡Hmm estuvo riquisimo!
-¡Wao!- dice él mientras se queda mirándome embobado.
-¿Que?
-Hasta para comer me excita tu forma de degustar lo que comes.
Me sonrojo y bajo la cabeza.
-No me pongas la imaginación a volar porqué nos hemos puesto una pared que impide que nos acerquemos.
Le recuerdo lo que me dijo sobre no hacer nada.
-Lo sé, no he cambiado de opinión.
Terminó de tomar su jugo y se levantó retirando su polo y dejándome nuevamente nerviosa.
¡Dios mío, que yo fuese conductora para tocarle el timón!
Mi Alisa perversa intentaba escaparse, así que para no seguir mirando las tentaciones, me levanté y corrí hasta mi cama, en donde me metí entres la frisada, para arroparme completa.
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Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)
Lãng mạnPara Alisa todo era perfecto hasta que descubre que el chico que ella quiere, odia a las chicas vírgenes y de pocas experiencias sexuales. Desmotivada y decepcionada por completo, acude a su mejor amigo Alex, quién estudia sexología y aparte es...