bipolares

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Mantuve la fría mirada de odio sobre él. Intenté abrir la puerta en medio de la nada y marcharme, pero no me dejaba salir.

-¡Abre la maldita puerta!

La abrió y salí de allí.

-¡Oye, espera!

Caminé lejos de él y me interrumpió. Colándose delante de mi.

-¡Dejame en paz!

-No- me tomó de la muñeca y me arrastró hacía el auto. Me tenía cansada.

-¡Te odio!

El se detuvo y me miró fijamente

-Ambos sabemos que no. Además mirate Alisa, eres débil ante mí. Todo lo que me gusta, te gusta. Te excita lo prohibido, te moja hasta con hacerte así - me hizo un TIC con su dedo índice en mi hombro-. Te has convertido en una total perra.

-¡Eso es mentira!- grité enojada-. No soy una perra, no soy Débil, y no siento nada contigo, estúpido - él me tomó de los brazos y me arrinconó en el auto.

-¡Esto se va a salir de control, Alisa!

-¡Pues déjame en paz! Lo único que se saldrá de control, es cuando te pegue.

-Eres demasiado ingenua, una mocosa que no sabe lo que quiere. Por eso mismo tengo que meterme en líos por protegerte.

Aquello me cayó como un balde de hielo.

-¡No te pido que lo hagas! Si no hubiese sido porqué siempre me interrumpe el polvo, ya hubiese perdido mi virginidad con Esteban o quizás con fred, y así me hubieses ahorrado acostarme contigo.


Me miró furioso, sus manos aprestaban las mías al punto de que sentía el dolor arderme. me soltó y me rió de lado.

-No es válido quejarse después de que te he follado mas de diez veces. y si tanto te lamenta, por mi puedes idearte de que no pasó nada, digo, eso es y eso será ¡NADA!

Mis ojos se nublan de lágrimas porque me duele que esté tratándome así.

- Bueno, no es nada para mi, pero algo si te puedo asegurar, y es que Jorge folla mil veces mejor que tú.

Me aparté de él dispuesta a irme pero nuevamente me empuja en el coche, esta vez mas enojado, furioso y respirando entrecortado.

-Nadie, absolutamente nadie, ni siquiera Tú puedes decirme eso. Que seas la ultima vez que lo haces. Y no me tientes Alisa, te adoro como la amiga que eres, pero no me controlo en muchas cosas.

-¡Cobarde!

-¿Y tú te crees mejores que otra? Yo mejor busco a Emma, ella si se mueve mejor que tú.

Aquello si me hizo enfurecer y no me contuve. Lo empujé y le lancé un golpe en su lábio inferior.

-¡No soy tu maldita puta! Te prohíbo que me hables así.

De su labio brota sangre y el se la limpia, sonríe de lado y baja la mirada, para luego sin yo esperarlo volverme a postrar sobre el auto.

-¡Sueltame!

-Te mostraré si soy un bueno para nada. Si piensas irte para donde ese idiota, te irá con mi olor, porque así como él te marcó para que yo te viera, pues te haré lo mismo.

Me besó y fruncí mi labio tratando de empujarlo, no me gustaba su actitud de mierda. Alex, en plena calle sin un auto que pase, me beso penetrando mi boca con su lengua y descargando su deseo impuro de castigarme.

Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora