Y aquí estaba yo, en el apartamento de Alex. Moría de nervios y no sabía lo que pasaría, pero en todo el camino el silencio fue nuestro único acompañante. Él estaba enojado conmigo, y yo frustrada de no saber lo que me espera.
Me encontraba sentada sobre el sofá negro en forma de ele; delante de mi había una mesita en cristal oscuro en forma rectangular, miré una mesa de cuatros sillas cuadradas al fondo, con un tarro blanco encima, la cual le daba una buena combinación con las cortinas blancas y rojo vino. Había un mueble en donde tenía su equipo de sonido conectado con su plasma de cincuenta pulgadas. Este apartamento era solamente de una habitación y por el lujo que tiene, supongo que le ha de costar una fortuna.
Dejo de observar una alfombra roja sobre mi pie y veo a Alex pararse en frente mío. Me siento muy nerviosa y solo me limito a imaginar cosas malas.
- a ver ¿ como te hago entender que buscar a Max fue una pésima y aberrante idea?- me cuestiona dando vuelta de un lado a otro y solo me queda fruncir el ceño.
-¿perdon? te pedí ayuda en algo muy íntimo para mi, porque no conozco a nadie mas que de merezca algo como eso, que tú o Jorge, pero sabemos que Jorge no quieres, eres mi segunda opción y mi salvación, sólo que tampoco quisiste y no me quedó de otra que buscarlo a él. - reclamé enojada. él se detiene y lleva una mano a su mentón.
- ¿por que diablos tienes que ser tan terca? ¡alisa, reacciona! - se agacha y toma mi mano la cual quiero negarle pero me obliga- eso es algo que deberías dárselo a alguien que de verdad te ame, no merezco eso.
-¿por que no lo mereces? Yo no te pido amor ¡por Dios, Alex! Debes entender que estamos en pleno siglo veintiuno y que en esta era la virginidad no es gran cosa. Nunca he tenido esos estúpidos sueños de perderla con quien yo vaya a morirme, seamos realista, ninguna relación puede ser sensata. Sólo quiero que me enseñes a vestir mejor. Que me des trucos para conquistarlo. Quiero saberlo absolutamente todo ¿entendido? ¿puedes o no puedes?- él se sienta a mi lado soltando mi mano, se queda muy pensativo y muerde su labio inferior con un rostro de preocupación.
- samy me terminó - dice y en mi boca se forma una enorme "o"
-¿que? ¿por que?
Tengo entendido que el llevaba cinco meses de relación con samy, la chica que logró enamorarlo. Veo tristeza en sus ojos y bufa riendo secamente.
- ¿ puedes creer que me terminó porque "dique" yo no soy romántico y que sólo pienso en sexo? que no soy detallista con ella, que no logro tratarla con calma, en fin, quiere un romanticon.
- bueno en parte ella tiene razón, Creo que cogiste esa profesión porque es lo que mas haces y adora, es extraño que no hayas escogido ser ginecólogo - empiezo a reír y él me mira seriamente para luego darme un codazo.
- no es gracioso, la perdí. De verdad era la única chica que me movía el tapete. ¿como ser el hombre que ella quiere? - aquello me había dado una gran idea.
- yo te puedo enseñar, pero a cambio de que me enseñes a mi.
Sus ojos se abrieron y su boca también, me miró con esa expresión de que lo está pensando.
- ¿ayudarme a ser mas romántico y detallista a cambio de que yo te enseñe a seducir?- asentí - debo Pensarlo. disculpa - se fue de mi lado y caminó hasta su mini bar, lo vi preparar un trago, para luego sentarse en el sillón que da con mi frente. Me mira y cruza una pierna formando un triángulo.
Pasaron al menos diez minutos en que el quedaba en silencio. Me miraba a los ojos y suspiraba sin ánimos. Sé que no quiere hacerme eso, que no le gusto, y tampoco quiero gustarle. sólo quiero su ayuda.
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Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)
RomantizmPara Alisa todo era perfecto hasta que descubre que el chico que ella quiere, odia a las chicas vírgenes y de pocas experiencias sexuales. Desmotivada y decepcionada por completo, acude a su mejor amigo Alex, quién estudia sexología y aparte es...