Una noche excitante

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Hola y adiós. "ψ(`∇')ψ


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Alex estaba con Ashley aquí, no sé como diablos habran entrado, pero me enojaba que interrumpieran.

-¡Lo siento!- digo acomodándome la ropa, jorge se voltea al desnudo y Ashley abre los ojos dirigiéndolo al pene de mi chico. Yo me pongo delante para que se enamore de lo que ahora me pertenece.

-¡Ponte la toalla Jorge!

Chillé. Alex me miraba mas que enojado y salió de la habitación llevándose a Ashley.

-¿Como diablos habrán entrado?

-Mierda, creo que dejé la puerta sin el seguro puesto - dice excusándose de lo sucedido.

-Que escena mas vergonzosa - mencioné apenada -. Además ¿viste como ella te miró el pene?

-No me di cuenta.

Giro los ojos.

-¡Ni mi di ciinti! No te doy un carterazo, porque no traigo cartera.

-Ay mi celosita- me abraza y nuevamente siento esa erección en mi vientre.

-¡Alisa joder! ¿Acaso no se cansan de follar? - Exclamó Alex entrando nuevamente a la habitación.

-Que tú no puedas follar, no es nuestro problemas, campeón. Y la próxima aprenda a tocar la puerta.

Aquella contestación hizo que Alex apretara sus nudillos y maldijera en voz baja.

-Estaba abierta, pedazo de idiota. Creo que lo hiciste a propósito, ¿por que a quién en su sano juicio se le ocurre dejar la puerta sin seguro?- se cruzó de brazos mientras nos miraba.

-No, soy idiota, estúpido. Si no quieres seguir encontrándonos en más escenas como la que viste, toque la puerta.

-¡Ya basta! Me tienen cansada los dos.

Me fui haciendo a un lado a Alex. Cuando llegué a la sala allí vi a Ashley sentada en el sofá y pensativa. Ella tenía su cabello suelto y ondulado, mientras llevaba puesto una blusa negra ajustada, por dentro de un leggins en forma de jeans. Andaba bonita.

-Disculpa Ashley, me has encontrado en una escena borchonosa. Si deseas puedes venir conmigo a la cocina para que pongamos los platos.

-Si claro y no te preocupes.



Entre las dos arreglamos todo. Yo saqué el pollo y lo puse en una bandeja de cristal. Ella sacó las verduras y la puso en otra bandeja. Pusimos todo en la mesa sintiendo las miradas de ambos sobre nosotras.

Cuando todo terminó le pedimos que se sentaran. Alex estaba junto a ella dándonos el frente a Jorge y a mi. No evité mirar a Alex con el polo azul que yo le había regalado, muy ajustado a su cuerpo y ese jeans oscuro que le quedaba de maravilla.

-Pues empecemos a cenar.

-Primero demos las gracias a Dios por esta maravillosa cena- comentó Ashley.

-Claro.

Cerramos los ojos y ella dijo:

-Gracias señor por esta cena y esta unión tan peculiar, entre nosotros. Gracias por la amistad tan sincera y especial que existe entre todos. Bendice a nuestros novios y a nosotras por ser el mejor ejemplo para ellos, aunque no nos valoren. Amen.

Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora