Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)

viviendo con un niño.

Mira ese meme bebé

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Los días trancurrieron normal. Alex ya paseaba por la casa con la silla de rueda, también me ayudaba con las tareas pendiente de la universidad.

Una que otra veces lo cachaba intentando tomarse un poco de whiskey, pero yo se lo quitaba y lo botaba. No podía estar tomando en su estado.

Cuando había que llevarlo al médico, Aldo venía a buscarnos y así los llevábamos a terapia.

Por todo se quejaba.

Se quejaba de no poder hacer nada.

Se quejaba de no poder ir caminando.

En el camino decía:

—¿Y si se acaba el mundo como voy a correr?

No sabía si reír o llorar.

El doctor dijo que si el pone de su parte puede recuperarse con más facilidad. Pero Alex era un caos.

...

—¿Quieres pasear, amor? Ya que estamos cumpliendo nueve años de amistad.

—¿Acaso me ves con piernas para pasear?, además ya no somos amigos — se señaló ambas piernas y giré los ojos.

—Bueno, pensé que tu Alexconda podría llevarte cargado.

—Ha ha qué graciosa— me miró aburrido.

—¿Entonces piensas quedarte encerrado la vida entera porque te avergüenzas de ti mismo?

—Si.

—Bien, pues si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a mahoma.

—¿Mahoma es la mamá de Maluma?

—Serás o te haces.

Organicé una fiesta en casa. Invité a Erick, Jordy, Eva, Aldo, casi a todos. Incluso Gael y Paula.

La primera en venir ayudarme fue Gaby, me dijo que su novio llegaría más tarde. La veía feliz junto a él.

—¿Como va tu relación?

—¿Quieres saber si hemos tenido sexo?— me pregunta directamente.

—Bueno, no he preguntado eso.

—Pues si, hemos tenido sexo.

Abro los ojos y la boca a la vez.

—¿Y que tal?

—Me gusta — se sonrojó.

—Me alegro que al menos estés feliz.

—Si, oye ¿Y que tal en el sexo con Alex?

Ella mira atrás evitando ser escuchada.

—Pues de maravilla. Aunque deba usar viagra — dije tristemente.

—¿Qué? —se ocultó la boca intentando reírse.

—¡No lo hagas! Irás al infierno.

No aguantó y se estalló en risa.

—¡Ay, ay perdón, no aguanto!

Es el demonio en persona.

—¡Se que se ríen de mi, idiotas las dos!— gritó Alex.

Abrí los ojos asustada y ella se silenció, pero tuvo que salir al balcón a reírse.

¿Por qué es así?