Yo te cuidaré.

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El amor es un chiste,
Una a alegría, tristeza
o melancolía.
El amor eres tú, Alex.

Alisa

Me había informado suficiente en internet y con algunos doctores sobre el caso de Alex. No era normal que todo este tiempo Alex hubiese estado "¿muerto?" o más bien "fuera de su cuerpo". Muchos no suelen creer estos tipos de cosas, pero ya he visto personas comentar esto y decir que se han salido de su propio cuerpo.

Bien, eso es poco "realista" pareciese que vivo en un cuento de fantasías.
Y bien, volviendo al tema, Alex estuvo en coma todo este tiempo y lo más impresionante fue que despertara exclamando mi nombre. No debería ser muy normal que reaccionara de esa manera, por la cual tuvieron que sedarlo,  ya que necesitaban hacerles estudios de su estado actual, y él no lo permitía.

Según los doctores esto podría dejarle graves lecciones. Es muy normal que haya quedado paralitico en el estado de gravedad de ese accidente. Es normal que necesite terapias que lo ayuden a  mejorar, y más estudios que revelen la gravedad del asunto. Es normal si Alex presenta perdida de memoria después de ese tiempo en coma, así que yo, ya estoy preparada para lidiar con él.

Yo por una parte estaba tranquila, pero por la otra muy triste. Alex estaba de regreso, pero conociéndolo, no le gustaría estar paralítico. ¿Que digo? ¡A nadie en su sano juicio le gustaría estar paralitico!.

Minutos corrían y yo estaba sentada en la sala de espera. Estaban haciéndole estudio en la cabeza e incluso llamaron a psicólogo para que tratasen el caso de Alex.

Prácticamente pasaron dos horas hasta que volvieron a llevarlo a la cama. Solamente permitieron entrada a su madre y a Aldo.

Duraron quince minutos hasta que me llamaron a mi.

Caminé lentamente hasta la puerta, sentía un poco de temor de la reacción que pueda tomar conmigo.  Me acerqué y la expresión de enojo que mantenía Alex, había cambiado a una sonrisa.

—Joven Alex, usted dice no recordar tener más hermanos que no sea Aldo. Pero si, usted tiene dos hermanos más. Hermanos de padre— Alex cerró sus ojos y suspiró.

—No recuerdo nada más. Sólo recuerdo a mi madre, Aldo y a mi amiga.

Espera... ¿Amiga?

Okey, prefería que dijera "Alisa"

—¿Hasta donde llega su memoria?

—Lo último que recuerdo es haber estado en un entierro, no sé de quién. Sólo recuerdo haber llorado mucho.

—¿No recuerda el accidente?

El niega.

—¿No sabes quién fue que murió?

Él negó.

—¿Quieres saberlo?

—Obvio.

El doctor miró a Eva, la madre de Alex para que ella contara lo sucedido.

—Tu padre murió.

Él no se sorprendió, no hizo algún gesto de dolor, ni nada parecido.

Enseñame a seducir © Terminado (Libro1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora