Imperio de Pa-Hsien, golfo de Chac, año 106 de la "Nueva era".
Hacía ya meses que había salido de cacería, una cacería en donde para hallar a la presa, primero había que encontrar a sus presas. Atravesaron los Bosques Blancos, y llegaron hasta Los Bosques de Pinos Negros. Tenten pensó en atravesar el camino borrado que conducía al último claustro, pero primero quería echar un vistazo desde la playa, ya que se tenía mejor perspectiva desde allí.
Recordó que tenía hambre y extrañó la comida de las cocineras reales, tenía buena predisposición a visitar las cocinas del palacio, le gustaba ver como se preparaba lo que iba a comer y escuchar a las cocineras pronunciar los beneficios de cada fruta, hortaliza o carne. Ahora que era general, debía permanecer fuerte y veloz, y sabía que eso se lograba con dos cosas, comida y entrenamiento. Una vez había llegado tarde a una cena y fue hasta la cocina en busca de alguna sobra, pero también era tarde para eso, los restos de la comida servida durante esa noche fueron arrojados por el "túnel" como lo llamaba la más anciana, era una portezuela esmaltada de negro, de metal fundido y con un aza de bronce, ubicada al costado derecho de un piletón donde se lavaban los trastos. Allí se arrojaban todos los restos de comida. "¿A dónde va esa comida?" Había preguntado esa vez. Pero nadie conocía la respuesta, se venía haciendo desde hacía mucho antes que cualquiera de ellas llegara, incluso que la cocinera más vieja.
Bajó al golfo, desensilló el caballo.
La subida y bajada de las olas, estaba sepultando el galeón, a Tenten Vilu le pareció algo extraño no haber oído acerca de la procedencia de ese barco, era su deber estar informado acerca de cada nuevo barco que visitara las costas, a no ser que nadie se haya percatado de su existencia, cosa que le parecía incierta. Algunos niños jugaban dentro del barco, y si los niños sabían, los adultos también.
Subió por uno de los agujeros en el casco e hizo bajar a todos los guiñapos que jugaban dentro y les prohibió volver a subir por el palo mayor que se encontraba recostado sobre el mar. La madera de la quilla estaba abordada por el moho y las algas, algunos pedazos se habían partido y la pintura estaba descolorida y agrietada.
Ropajes despedazados, fragmentos de huesos, manchas negras que parecían de sangre seca, regadas por toda la cubierta. Recorrió los camarotes, en busca de la carta de navegación, para saber de dónde provenía la embarcación, pero nada. Supuso que alguien la había tomado. Descendió y se dirigió a los mismos niños que momentos atrás había regañado.
—¿Qué hacen ustedes aquí? Hablen... —Ordenó Tenten.
—Venimos a jugar —Dijo el mayor de ellos con temor. El general lo tomó de los cabellos y lo levantó en el aire. El niño lloraba adolorido.
—¿Qué cosas robaron?
—No están aquí, las escondimos en la arena... —Respondió soltando un llanto.
Con la espada desenterró de la arena las piezas que los niños ocultaron. Junto a la carta de navegación había un documento sellado por el escudo de Carahue, despegó la vela derretida y leyó todo el pergamino. Tenía dos firmas: Jigoku I, hijo de Milkom, heredero del trono de Pa-Hsien y Ankalli, hijo de Calfucurá, gobernador en Jefe de Carahue.
Revisó todo el barco en busca de los restos del niño. Había tripas de adulto, huesos, cabezas, sangre, piernas, más sangre y excrementos, pero ni el más mínimo rastro de que un niño, un bebé fuera devorado allí. «Y ¿si de alguna manera pudo escapar? —Pensaba— no pudo escapar solo, alguien debió llevarlo, alguien que venía en el barco o que llegó desde la costa. ¿Quién sería capaz de entrometerse entre las bestias y arrebatarles el alimento? También cabía la posibilidad de que el niño ya hubiese sido bajado del barco y puesto a salvo antes de que las criaturas iniciaran su festín. De todas maneras, lo importante era que lo más probable era que el niño estuviera vivo, en algún lugar de Pa-Hsien, y que según ese documento era el heredero del trono». El deber y el honor podrían hacer olvidar el miedo. Pero no temerle a un Rey como Bolthorhn significaba ser un estúpido.
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Lágrimas que caen en el corazón del mundo - (Libro 1)
Fantasy(COMPLETADA)-El heredero al trono ha sido desterrado a un reino lejano y deberá regresar a reclamar lo que le pertenece mientras se enciende la montaña y se inicia las cacerías de dragones de las cuales nunca nadie ha regresado en los últimos mil añ...