Obliviate

parte 18

—¿Que te dije Granger?— Sisea.

Ella se sobresalta y cuando lo reconoce rueda los ojos.

—¿Y ahora que es lo que pasa, Malfoy?— Rueda los ojos.

—¡Te dije que dejaras de oler así, maldicion!— Demanda.

Hermione se ríe porque le parece completamente loco su comentario.

—¡Lamento no poder cumplir con tus requerimientos!— Sube sus hombros y mira a los estudiantes de primer año pasar rápidamente por el lado de ellos y mirar con mucho temor al príncipe de slytherin.

—¡Esto me está volviendo loco!— Se queja apretando sus puños.

—Eso ya es una cualidad de tu soberbia casa.— Hermione mueve su cabeza a un costado divertida, gozando de los minutos que tiene el rubio de sentirse perdido.

—¡No vuelvas a acercarte a mí!— Sisea y se acerca más a ella, la castaña de ríe y lo mira muy entretenida, acción que hace que el rubio se enoje aún más.

—¿Te das cuenta acaso que vos sos el que me acosa?— Cuestiona.

Draco corta la distancia entre ambos y coloca una mano en la cintura de la castaña.

—Pero siempre te lo hago no te quejas.— Le recuerda alzando una ceja y rosando sus labios débilmente con los de ella.

—Solo... Solo andaté, Malfoy.— Traga saliva y lo mira a los ojos, están tan pegados que hasta se le dificulta ver con claridad su rostro.

—No quiero hacerlo.— Admite ronco, subiendo su mano hacía el borde de su sostén.

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La castaña estuvo aproximadamente unos cuarenta minutos en la biblioteca disfrutando de buscar algunos libros de texto que le iban a servir para historia de la magia..

. De cualquier manera, se tomó todo su tiempo para leer las introducciones de cada libro e ir apartando los para poder llevárselos a su sala común, y demoraba aún más cuando veía al morocho caerse prácticamente de sueño de sólo esperarla y mirar lo que ella estaba haciendo...

Eso le causó mucha gracia Hermione por lo que quiso vengarse un poquito para que nunca más Theodore aceptará un favor de este estilo por parte de él...

—¡No seas ermitaña, Hermione! Estoy seguro que te estás divirtiendo tanto como yo con mi compañía, no soy tan malo después de todo... Admítilo dale...— Canturrea.

Ella bufa al pasar al centro de su sala común.

—Para nada.— Rueda los ojos.

—En tu departamento hacíamos esas cosas de muggle... Que era muy divertidas y lo podemos hacer acá también...— Insiste.

Hermione se gira para poder observarlo mejor. —No lo creo.— Finge pensar.

—¡No tengo sueño además! Y falta una hora para que tenga que ir a la reunión...— Se cruza de brazos refunfuñando.

Ella se gira con sus cejas alzadas, comienza a juntar todo lo que quedó desacomodado luego de la cena enviándolo hacía el área de la cocina.

—Claro que mirábamos series y películas, Theodore...— Sonríe irónica.

—A eso me referia.— Aplaude y la señala.

—Eso era cuándo no sabía que me mentias... Por lo cual va a pasar mucho tiempo si es que alguna vez sucede para que nosotros vamos a ver una serie juntos...— Aclara.