Obliviate

parte 21

—No quisiera faltarte el respeto...— Otra vez esa voz...

Draco vuelve a levantar su mirada chocandose con el dementor que viene hacia el después de su última estúpida acción de hacerse el desinteresado de la vida misma, de la profecia y de Hermione.

—¿Y ahora que lo que pasa?— Su voz suena frustrada y acabada.

—Pero estás arruinandolo todo... absolutamente todo...— Sisea.

Draco suelta una ronca carcajada, su carganta arde con cada pasar de saliva, sus dientes duelen por mantenerse tan comprimidos entre si al morder con fuerza para evitar soltar un alarido de dolor encuanto a sus lesiones.

—¿En serio? Podrías haberme dicho otra cosa que no supiera.— La burla se hace presente, igual que el tono jocoso de molestia saliendo de sus labios.

—¡Está completamente ciego que no te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor!— Grita.

El rubio cierra los ojos, le molesta de sobremanera que aquella criatura tan pequeña la está diciendo este tipo de cosas sobre su relación y su manera de actuar.

—Ella... No vendrá niño estupido. ¡¡No vendrá!!— Niega y su mirada gris se torna negra de un momento al otro.

—¡¡Ella está haciendo todo para encontrarte, el estupido sos vos qué no puede ver más allá de lo que cree suficiente!!— Brama.

Draco aprieta su mandíbula dispuesto a poner en su lugar a un simple niño que no conoce, que vive de una profecía y que no logra ver hoy cómo en otras oportunidades.

—No hablaré con vos.— Suelta un pequeño balbuceo cuando siente su marca celta arder en su nuca, cierra los ojos y al volver a abrirlos ya no siente ese dolor ni sus ojos están negros cómo antes...

—¡Te lo dije!— Canturrea.

Draco mira a todas direcciones, el dementor lo examina desde un costado, mientras que el segundo sigue custodiando a unos varios metros de ellos que nadie ingresé a esas viejas cuevas, o mejor dicho que nadie salga de allí con vida...

—No... No significa nada.— Suelta tosco.

El niño bufa en su cabeza y él se irrita de verlo con tanta confianza cómo para tratarlo de esa manera.

—Significa que mamá está preocupada por vos, y ese simple sentimiento es el que te tiene que ser más que suficiente cómo para mantenerte por vida, y por cierto cuándo queres ser un patán cómo lo eras antes con alguien que te conoce desde el inicio no resulta.— Insiste.

Draco logra sentir culpa y remordimiento en esas palabras que terminaron rebotando en su mente, conserva las que lo hacen mantenerse aún en pie por más que siga colgado y decide no responderle, evitando una confrontación que lamentará más adelante.

Se carajea de sí mismo al ponerse a evaluar la situación, si el viejo Draco seguiría allí cómo el niño de cabellos dorados dice, lo hubiera mandado al demonio, sin más él, se contuvo cómo Hermione hubiera deseado que se comportará, pensando y proyectando a futuro la acción que uno puede tomar en este instante cómo impactará más adelante.

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—¡Sólo será un rato más!— Murmura él desde la cama del apartamento de hermione.

—Nopp.— Sonríe levantándose.

—¡En pocas horas tenemos que volver a ese estúpido castillo y no voy a poder estar tan pegado a vos!— Se queja haciendo un pequeño puchero con sus labios, que hace que Hermione suspire y vuelva hacia él.