parte 45

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—Lo deseas...— Suelta burlón.

Ella parpadea y mira a los ojos de su hijo que es lo único que puede visualizar. —No... Yo... Uhmm.— Traga saliva angustiada.

—No hagas cómo qué eso no es real, porqué el necesita qué vos realmente creas en lo lejos que pueden llegar ambos...— Exclama obvio.

Achina sus ojos y niega con la cabeza no entendiendo bien a lo que él se está refiriendo.

—¿Que cosa?— Cuestiona aún sin entender sus palabras. —¿De que estás hablando?— Suelta.

El pequeño platinado sonríe y la mira con unas inmensas ganas de abrazarla.

—Que papá se recupere... Puedo sentir como verdaderamente te está rompiendo por dentro por desear que él se recupere, se qué lo querés, se qué deseas y necesitas verlo de pie una vez mas.— Sonríe.

Hermione lo mira obvia y asiente.

—Nadie merece morir a manos de Voldemort, nadie más.— Sentencia.

—Y  se también que también estás enojada con Severus porque te mintió con respecto a la situación actual de Draco, pero tenes que entender que tu temperamento no siempre es el mejor que muy difícil hablar con vos cuando te encontrás enojada y sin ánimo de ofender "cegada" por la situación.— Habla relajado.

Hermione vuelve a arrugar sus cejas. —¡Ese no es el punto!— Aprieta sus labios.

—Es por eso que él no te dijo verdaderamente cómo eran las cosas, aunque entre nosotros él está aterrado de qué algo le pase a su ahijado.— La mira con sus ojos brillosos de la emoción de poder estar hablando con ella, pero a la castaña no le hace ninguna gracia tenerlo enfrente...

—¿Cómo lo sabes?— Moja sus labios y se desespera al no poder ver a Draco desde su ubicación.

Lleva sus manos a su cabello desesperada, no sabe si es una pesadilla, una ilusión o eso qué están charlando es actual...

—Mama, se todo de vos y ese sentimiento es el que necesitamos en este precioso momento.— Suspira.

Ella asiente y respira profundo.

—¿Por que?— Suspira asustada por no entender cómo ella lo puede ayudar.

—Es el sentimiento más puro y es lo que hará que papá no afloje y nos abandone, ¡¡No tengas vergüenza, porque eso es lo que salvará a papá!!— Asegura con mucha emoción en su tono de voz.

—No tengo vergüenza.— Admite...

—Tenes qué desearlo, pero nunca dejes de hacerlo.— Pide.

Hermione frunce sus cejas.

—¡¡Él no nos abandonará!!— Demanda molesta.

—Si no lo ayudas eso es lo que va a terminar pasando.— La apura, esperando que su madre reaccioné.

—No puede hacerlo, ¡¡Mo puede dejarme!!— Exclama quebrada.

El pequeño asiente y la mira con un frunce en sus laios.

—Solo desealo... Tenés que desearlo y dejar de reprimir lo que estás sintiendo, por favor.— Súplica.

Hermione asiente y cierra sus ojos suspirando, creyendo realmente en las palabras que el pequeño le está diciendo, cuándo los abre ya el pequeño scorpius no está frente a ella y ya puede visualizar a Draco a un lado de su camilla.

—Draco...— Suelta un jadeo cuándo lo ve y lleva sus manos a su boca,

—5enés que sacar el enojo que tenes enfrente y dejar que la necesidad de tenerlo de nuevo con vida y a tu lado salga y sea más fuerte que ese enojo...— Exclama.

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