parte 34

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—No puedo entender que no nos está costando nada acercarnos el castillo por esta parte.— Murmura Ron mirando a sus costados preocupado.

Hermione aprieta sus labios, y no sabe el motivo pero míra a draco, quién suspira y sigue caminando,

—Es por Goyle y Zabini, hicieron una buena distracción.— Asegura obvio,

—Espero estén bien...— Pide la castaña preocupada, queriendo llegar cuánto antes al castillo.

El rubio le asiente, mientras que todos siguen el camino pactado, resultandole fácil a todos de acceder a la puerta del castillo, de todos modos los cuatro estaban utilizando el hechizo de invisibilidad y protección para que nigún cazador o mortifago los descubriera, tienen que admitir que la aventura les salio bastante barata y todos coinciden aunque no lo dicen en aquel pensamiento cuando llegan a la gran puerta del castillo y pueden soltar un suspiro al estar en el relleno y saber que están seguros de que nadie los pueda tocar allí...

Goyle y zabini los están esperando allí alco agitados.

Draco les estrecha las manos de manera amigable, ambos amigos ya no tiene una necesidad de llevar las máscaras.

Hermione es la primera que los mira agradeciéndoles con la mirada lo que hicieron por ellos, ambos le devuelven el gesto...

—¿Eran muchos?— Quién pregunta es Harry acomodándose sus anteojos, zabini mueve su cabeza a un costado,

—Nagini estaba sóla...— Alza sus cejas.

—Eso es raro...— Susurra.

—Cuando nos vió desapareció simplemente, pensamos que iría por ustedes, pero Draco me dijo que ya estaban cerca y qué no había rastros de la serpiente.— Aclara.

Ron aún no entiende cómo pueden hablarse en su mente, para él aquello es mágia avanzada, pero si embargo escucha muy entretenido aquella explicación...

Ambos ingresan a su sala común luego de haberse dividido todos en la entrada del Castillo, sin decir una sola palabra, simplemente se miraron y todos asintieron con la cabeza, sobraban las palabras en ese momento...

Hermione se quita su abrigo y deja su cartera un costado del sillón con un leve suspiro recorriendo sus labios, Draco la imita y deja su abrigo a un costado, chasquea sus dedos y un elfo aparece con una apetecible bandeja llena de panquecitos y dos tazas para el té, Hermione le agradece amorosa mientras que Draco sólo le hace una seña con la cabeza, para nada grosera pero simplemente no se le da bien ser amable con palabras para con ellos, tuvo prácticamente toda su vida maltratandolos hasta que la castaña llegó a su mundo para cambiar aquel pensamiento...

Él se queda parado asombrado de que ella aún siga estando en la misma sala común que él y no se haya ido a encerrar a su habitación... por supuesto que él pidió a la bandeja para dos personas pero supuso que ella llevaría su pequeña porción a su habitación privada y no compartiría ni un segundo más al lado de él...

—Hoy... te expusiste...— Juega con sus manos nerviosa.

Mirandolo de arriba abajo y tomando valor para decir aquellas palabras.

—Valia la pena.— Responde sincero.

—Gracias.— Sube sus hombros sin saber que más decir.

—No es nada.— Asegura.

—Y gracias por no discutir con Ron respecto a cómo volver al castillo, sé que a veces puede ser difícil de entender pero es mi amigo...— Hace una mueca con su boca y lo mira por unos instantes.

Draco apoyado en el marco de la puerta que da al baño compartido, asiente y la mira con su rostro relajado, sonríe por dentro ya que sabe que a ella probablemente le haya costado decir aquellas palabras, no porque la castaña sea desagradecida sino al contrario porque de aquella manera ella está admitiendo que se equivocó al querer ir a ayudar y a buscar a sus amigos.

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