parte 47

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Draco no se encuentra en la sala común de ambos cuando ella ya está lista para comenzar el día, es por eso qué arruga su entrecejo algo preocupada y por sobre todas las cosas curiosas de por dónde se encuentra el rubio, es domingo y no hay clases por lo que opta por unos jeans, una remera manga corta blanca.

Su campera de algodón lila y una campera de jeans por encima para protegerse del frío, toma su cartera infaltable y por las dudas mete dentro de ella una de las bufandas de Hogwarts, aunque está prácticamente segura de que si se pone a corroborar bien qué cosas hay en esa cartera puedes llegar a encontrar una docena de bufandas y pashminas, se dirige ahora sí cuando tiene todo a la planta baja del castillo.

Busca nuevamente con la mirada al rubio por todo el salón comedor, pero no lo encuentra, cruza su mirada con Harry y ron quién tiene peor cara que el morocho, se ve que la expedición les hizo mal a todos...

Ella aprieta sus labios y toma asiento a un lado de ginny quién la abraza con una sonrisa relajada, la castaña le devuelve gesto y le halaga su cabello.

—Dicen que mañana será el día más frío del año, no se qué más frío puede hacer que ahora...— Es Neville quién comenta la noticia.

La castaña carraspea y mira a su amigo Ron y al morocho, le cuesta tragar el jugo de calabaza, la frase de su amigo le dio mala espina.

Harry asiente dándole a entender que capta a la perfección lo que está pensando, ella aprieta sus labios y come un pastelillo de limón, pero la sensación de acidez se reproduce en su panza y garganta por lo que lo deja por la mitad sobre su plato...

Con una mueca de asco en su rostro, pero no le da mucha más importancia, sólo que se queda con las ganas de probar otro a miedo de qué le de la misma sensación.

Luna se une a ellos con unos coloridos anteojos para variar, es la luz que alegra a todos en estos tiempos temerosos de guerra, luego de su secuestró y de qué theodorw la fuera a rescatar ella se muestra más alegre y fuerte que nunca, para dar el ejemplo a los más pequeños sobre todos de qué no hay qué dejarse vencer.

Ron hace un pantallazo general al gran comedor y se encuentra con qué los diarios se encuentran abiertos cada cinco o seis alumnos, el quisquilloso tiene esperanzas de que Harry los salve a todos.

Draco y Hermione aparecen en la portada del profeta cómo buscados, lo cuál cuándo la castaña se percata de eso siente todo su estómago revolverse otra vez aquella extraña sensación de miedo...

Aleja el plato y la copa lo más lejos de su olfato, acomoda su cabello y aprieta sus labios pensativa, hace que presta atención a la conversación que Luna, ginny y Neville llevan sobre los sucesos que han tenido durante este último mes, pero su mente está en dónde se encontrará el rubio y en que no le da buena espina el día que tienen por delante.

—Sera hoy... Puedo sentirlo...— Harry la saca de su nube de pensamientos.

Ella lo mirá y entendio a la perfección lo que su amigo le quiso decir, asiente y mira a los demás quiénes silenciaron sus conversaciones al oír su voz.

—Necesitamos alertar al castillo.—  Comenta sacando unos pergaminos y su pluma de su cartera.

Ginny coincide y asiente.

—¿Te duele la cicatriz?— Ron es quién cuestiona.

Harry asiente y traga saliva.

—Demasiado— Admite.

—¡¡Maldición!! Consiguió la varita.— Bufa molesto.

—Esta más cerca cada minuto, pero le falta parte de su ejército, estan cumpliendo una misión y cuándo se mostró frágil mientras discutía con colagusano él me permitió entrar en su mente, pero está enojado, muy enojado de que sepamos que aún no tiene gente para presentarse, esta enojado porque él creyó que nos tomaría por sorpresa, que no estaríamos preparados, no contaba con que yo sintiera cada vez que el perdía una parte de su alma...— Suspira.

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