Ron jamás estuvo enamorado de Hermione, Harry no tiene el valor suficiente para decirle la verdad a su amiga, mientras que Draco borra su memoria para protegerla de la guerra que se avecina.
#PG2017
Hermione se concentra en sus libros de aritmética,ya que tiene dos horas libres antes de su proxima clase y no quiere ver a nadie hasta entonces.
Pero sus planes se ven interrumpidos por el rubio y su corbata desajustada haciéndolo verse mucho más sensual de lo usual, quién la estuvo buscando por todo el castillo desesperado por explicarle lo que sucedió allí adentro, claro que sería completamente una locura presentárse y darle explicaciones pero él lo sentia cómo una necesidad.
Es por eso que sus amigos lo habían frenado, para que no cometiera el error de quedar en ridículo, porque seguramente lo que Hermione le respondería sería lo cierto, que nadie pidió explicaciones, qué no tiene derecho a seguirla y quién sabe cuántas verdades más, qué él sea el único de los dos que tenga cada uno de aquellos recuerdos de manera tan apreciada y atesorada no le da derecho a ir a buscarla cada vez que la castaña se enoja con él, porque eso es normal entre ellos, primero por ser rivales de casa y segundo por qué con anterioridad a su relación siempre se han llevado mal.
Ella se levanta y él le bloquea el paso rápidamente previniendo lo que ella intentaba lograr, la castaña furiosa en un acto de absoluto bloqueo mental dejándose llevar por la ira del momento golpea su pecho, pero claro que eso no le hace ni una cosquilla.
Al contrario al menos agradece que ella lo toque...
Soportaría cincuenta cachetadas por parte de la castaña con tal vez sentir su cálido tacto.
—¿Porque hiciste eso?— Pregunta
Él sube sus manos.
—No es momento, Granger.— Sisea.
—¡¡Nos hiciste perder puntos a la casa!!— Dice molesta.
ÉL sabe perfectamente lo profesional qué es Hermione y lo muy enserio qué se toma las cosas que tienen que ver con su estudio y su casa y esperaba que estuviera así de molesta...
—Porque no te hubiera gustado ver lo que hay en mí mente...— Demanda.
Ella niega con la cabeza.
—¡Era un trabajo, declinaste una orden de un profesor!— Exclama.
Draco se ríe soberbio.
—No podía darte el contra hechizo porque es magia negra, Granger, ¡El profesor está loco! ¡¡Es un completo imbécil!! Eso es peligroso te pude dejar en la enfermería sin alzar siquiera mí varita.— Alza sus cejas y la hace a un lado para continuar con su camino.
Hermione farfulla y coloca ambas manos en sus caderas, da media vuelta y lo ve irse.
Draco cierra de un portazo la puerta que da a su habitación y sin quitarse siquiera los zapatos se tira sobre su gran cama suspirando, todo aquello que tenía atragantado cuándo la salió a buscar desaparecío de inmediato cuándo ella le pregunto porque lo había echo...
Y Draco Malfoy no tenía una verdadera respuesta para aquello, no una que no pusiera en incomodidad su más grande mentira y ocultamiento.
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