Obliviate

parte 22

—¿Ustedes están dementes?— Su tono de voz agudo hace temblar a todo aquél que tenga cerca.

Tiene sus ojos exaltados y sus venas amenazan con salir de su cuello, camina de un lado al otro en su habitación, por demás machucado, pero a penas pasar la gran puerta de roble que lo invita a su habitación y ver a Hermione, quién yace sobre su cama con un hechizo de congelación se le olvido todo lo que le dolía.

Su enojo creció para con sus amigos, agradece que lo hayan ido a sacar del pozo pero había maneras y maneras de dejar a Hermione en el castillo a salvo.

No hace ni unos veinte minutos que llegaron.

Lo primero que hizo fue tirarse a un lado de su cama y acariciar a una calma Hermione aún dormida bajo los efectos de la magia de Zabini.

Luego miro a ambos y les ordenó qué se quedarán allí hasta que él volviera, se dio un baño y tomó de la pocion qué Theo le había echo días anteriores para sanar por dentro... Aunque ahora sus problemas eran pero qué aquello, al menos se encontraba pulcro, con las heridas cerradas y sólo unos cuantos morados en todo su cuerpo, sin hablar del ardor que sentía en sus muñecas...

—¡Nos alegra que ya te encuentres  recuperado!— Responde irónico Theo.

—¿Tuvieron tiempo de pensar el peligro de dejarla sola?— Exclama.

Zabini suspira y agacha su cabeza, por otro lado Theodore juega con la pelota de alambre de crookshanks evitando su mirada.

—No teníamos otra opción.— Admite subiendo sus hombros Zabinni.

—Ella iba a estar completamente furiosa sí la dejamos consciente pero encerrada en la habitación.— Explica Theo...

—Es por eso que se nos ocurrió dejarla directamente inconsciente para que no pueda seguir retrasandonos.— Finaliza la oración por su amigo el Moreno.

—¡Me importa una mierda que se enoje! ¡¡Porque fue mí culpa que ella me deteste!!— Alza sus manos señalándose para luego señalar a Hermione con su dedo índice.

—Draco...— Lo frena.

—Pero fue y es mi responsabilidad, la que yo asumo.— Explica aguantando el dolor que tiene en su espalda con una mueca en cada frase.

Tira de sus cabellos con ira, todavía lleva sus heridas muy recientes, siquiera pudo ocuparse de ellas y las qué pensó que habían cerrado le juega una mala pasada...

Harry, quién hasta el momento no había metido bocado, se reincorpora del asiento junto la ventana y camina hacía Draco palmeando su hombro.

—Si la hubiera vuelto a reanimar, ella me hubiera noqueado para ir en busca de estos dos... Es por eso que cuándo Mott me avisó de la situación, por medio de aquél mensaje de fuego, lo primero que hice fue venir y quedarme con ella...— Señala a las serpientes con la cabeza.

Draco suspira con frustración.

Zabini muerde su labio.

—¡Eso me deja mucho más tranquilo!— Finge y sus dos amigos llevan a mano a sus cabellos mirándose entre si.

—Realmente lo lamento, Malfoy, pero no sabía qué hacer con ella estando inconsciente.— Admite el azabache subiendo sus hombros.

—No era el modo, Potter...— Gruñe entre dientes apretando sus puños.

Harry rueda los ojos y asiente en su dirección apretando sus labios.

—Al menos me avisaron y estuve junto a ella todo este tiempo... Así que no la dejaron de todo sola.— Sube sus hombros sincero, coloca sus manos en los bolsillos de sus pantalones.