Obliviate

parte 48

—¡Hermione cuidado!— Es lo último que la castaña escucha por parte de su mejor amigo.

Siente un picor en su brazo, no hay veneno o eso cree, es el rose del colmillo de Naginni contra ella, Ron se acerca a su lado pero debe correrse y atacar cuando Naginni quiere una vez más atacarlos...

La castaña suelta un jadeo cuando siente que el veneno comienza ingresar en su cuerpo.

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—¿Estás seguro?— Draco asiente y mira a sus amigos desesperado.

Zabinni y pansy se fueron a ayudar a los demás por el campos de quidditch, del bosque prohibido no dejan de escucharse alaridos, gritos y verse rayos ir de acá para allá.

—¡Lo estoy, vayan!— Ordena.

—Nos vemos afuera, ten cuidado.— Le guiña un ojo.

Draco asiente una vez más, juntando toda la fuerza y el coraje para lo que estaba a punto de hacer...

Es tiempo de aprovechar y cancelar deudas familiares, Lucius hirió a la señora Weasley, no fue letal gracias a que Goyle y grabbe pudieron dirigir el maleficio para otro lado pero desde ese momento el rubio más viejo no dejo de perseguir a Draco y sus amigos, sabía perfectamente que su padre iría contra ellos y esperaban en realidad que fuera primero contra la castaña pero el plan que habían ideado con Harry durante mucho tiempo atrás y que probablemente Hermione ni siquiera estuviera entrada del mismo era que ella pasará el mayor tiempo posible junto a Ronald manteniendo a la serpiente oculta en algún lugar del Castillo mientras intentaban aniquilar...

Lo que tienen que agradecerle a Naginni es que la misma se decidió por jugar con ambos amigos y esconderlos la cámara de los secretos, eso por supuesto que no era nada que estuviera planeado pero les daba una gran ventaja...

—No ira a Azkaban está vez, directamente pasará a acompañar a Bellatrix.— Sonríe de costado y acomoda su camisa negra.

—Eso esperamos.— Traga saliva nervioso su amigo.

—¡¡Busquen a Hermione!! Tienen que ayudarla no la dejen sola.— Demanda.

Theodore y Luna asienten mirándose los unos a los otros para darse ánimos mientras se retiran dejándolo sólo camino a las mazmorras...

Sus pasos son concisos y rápidos aunque no deja de estar atento a su alrededor para corroborar que nadie lo siga y no lo quieran atacar por la espalda...

Y tal y cómo imagino.

Lucius se encuentra en la sala común de Slytherin esperando por él, sentado muy cómodo sobre el gran sillón verde esmeralda.

Lleva en su mano su bastón y en la otra un whisky casi a punto de terminar, ya su máscara no se encuentran en su posesión, hoy la mayoría de los mortifagos aparecieron mostrando sus rostros, el menor de la familia ingresa apuntándolo directamente hacía su persona, quién sonríe y se sonríe por tal recibimiento.

Draco achina sus ojos y lo mira incrédulo y asqueado por sobre todas las cosas.

De fondo puede ver cómo las turbias aguas del lago encantado son movidas con ferocidad gracias a qué algunas bestias que viven allí están luchando también por el castillo...

—Sabia que vendrías, hijo... Lo que me extraña es que no estés junto a tu amada, me parece bastante raro que la hayas dejado sola...— Sonríe y deja su copa.