parte 26

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Ron se hizo presente en el gran castillo después de mucho tiempo para alegría de muchos.

Hermione le dio vuelta la cara cuando él fue con efusividad a saludarla, Harry agacha su cabeza apenado y lo dirige al campo de quidditch por su entrenamiento habitual, si bien le había contado por las cartas cómo estaba toda la situación con su amiga y lo qué había descubierto de Draco ron no pensó qué encontrarse con aquella situación de frente le fuera a caer tan mal, es por eso qué apretó sus labios y bajo su cabeza asintiendo,

—"Es bueno verte, Hermione..."— Fue lo único que el dijo apenado.

—Lo mismo digo...— Lo mira de arriba abajo con algo de recelo.

—Parece que alguien está ocupado.— Harry se pone frente a ella con una mueca divertida mirando a ron alejarse de ambos en busca de su hermana.

—Necesito que hablemos después, pensaba que no irías a saltarte la clase de pociones...— Hermione toma a harry por su muñeca y señala al castillo tras ella.

El morocho asiente con una sonrisa emocionado de que ella quiera hablar con él y eso signifique algo bueno.

—¿Paso algo?— Aprieta sus labios y mira a su alrededor.

Ella mueve su cabeza a un costado.

—Si yo quería comentarte algo, pero como no te vi en clases, supuse que estarías por acá.— Sube sus cejas corriendo su cabello del rostro gracias al viento.

—Debemos prepararnos para el fin de semana, la profesora mcgonagall nos dio el permiso y vamos a tener a Oliver para que les de un incentivo al equipo... Es por eso que no pude ir a la clase, ¿Me estabas buscando?— Le guiña un ojo y por un momento el rostro de Harry solo destelaba felicidad.

Eso llena el alma de su amiga, cómo si la guerra no estuviera próxima, cómo si siguieran siendo simples alumnos del colegio de magia y hechicería y por sobre todas las cosas cómo si lo de Draco nunca hubiera sucedido.

—Me alegra lo de oliver, es bueno tener a alguien viejo ayudando en el castillo...— Sus palabras son sinceras.

Harry las agradece y valora.

—La verdad es que estamos muy agradecidos con él, al menos mantiene a los chicos entretenidos.— Aprieta sus labios refiriéndose a los niños de primero y segundo año que no están pasando por un muy buen momento dadas las circunstancias del Castillo del mundo mágico.

—Si...— Murmura incomoda.

—Bien, ¿Para que me buscabas?— Sonríe.

—Estuve buscando información y después de mucho tiempo logre encontrar algo que nos puede llegar a ayudar a todos... Ya se cómo matar a Nagini...— Admite.

Harry le sonríe y su pecho se infla orgulloso de su amiga y emocionado por saber cómo deshacerse de aquella serpiente qué no se separa ni un segundo de Voldemort.

—¿Que? ¡Eso es excelente, Hermione!— Brama con una mueca de felicidad.

—No será fácil, pero corremos con la ventaja de que él no lo sabe, debe ser al mismo tiempo que él...— Aprieta sus labios y enrosca ambas manos sobre sus libros atrayendolos a su pecho.

Harry traga saliva y asiente entiendo perfectamente a lo que su amiga se refiere...

—¡Hermione, eso es excelente!— Comenta emocionado.

Ella asiente apretando sus labios no muy segura de aquello... —Si, cuando quieras lo debatimos.— Suelta.

Él asiente.

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