Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capítulo 4

- Rubén – susurra y se abalanza contra mí, de inmediato la atrapo en un abrazo y la escucho sollozar en mi cuello, acaricio y huelo su cuello y cabello, la extrañaba tanto. Sopphie termina sentada a horcajas sobre mí. – Perdóname – susurra en mi cuello, yo la separo un poco de mí, aunque no mucho, confundido.

- ¿Qué? – pregunto extrañado.

- No debí haberme ido. – murmura – Debí haberme quedado aquí en la Tierra, contigo.

- Shh, ya. Está bien. Por lo menos estás bien. – quito el cabello de su rostro y acaricio sus mejillas. Estuve tentado a inclinarme y besarla hasta cansarme, pero cuando Sopphie voltea y su mirada se encuentra con Andrew pareció de pronto avergonzada, sus mejillas se sonrojan y baja su mirada.

- A-a mí ignórenme, ¿okey? – dice Andrew, avergonzado también aparentemente – Yo solo iré a avisar que despertó... ¿Sophia, no?

Sopphie niega – Sopphie.

- Sopphie. – dice Andrew – Ya me voy.

Andrew sale de la habitación. Llevo un mechón de cabello por detrás de su oreja y ella me sonríe aún con las mejillas rojas.

- ¿Cómo te sientes? – pregunto acariciando su mejilla – ¿te duele algo?

- No, estoy bien. – dice pasando sus manos por mi cabello. Sus ojos no paran de mirarme y de detallarme. – Ahora mejor que nunca. – Sopphie jadea y sus ojos siguen cristalizados, pero de pronto su ceño se frunce y parece buscar a alguien. – Y... ¿Al?

- Está con... tu hermano... haciendo un tour por todo el lugar – respondo.

- Sí, bueno, respecto a eso... – tartamudea.

- No, Sopp, ya me enteré de eso ¿okey? – intento calmarle – No tienes que preocuparte por eso.

- Claro que sí debo. – dice y sus ojos se vuelven a cristalizar, pero las lágrimas no caen – Todo este tiempo pensamos que éramos hermanos y luego llega ese idiota y pensé que eras tú, incluso lo besé... – quedo paralizado – Maldita sea, ¡lo besé! – tapa sus ojos con sus manos – Y luego dice que es mi hermano y que... y que... estaba en una universidad... en Inglaterra... y yo... – y rompe en llanto, pero las lágrimas siguen sin caer, ¿estará deshidratada? Es lo más probable. La vuelvo a acurrucar en mi pecho, mientras ella solloza, yo acaricio su cabello mientras le digo que todo estará bien. Sopphie se separa un poco y me mira. – Perdóname – dice para luego morderse el labio.

- Sopphie, entiende, no tengo que perdonarte. – intento consolarla – Créeme, si hubiese visto por aquí a una chica parecida a ti, después de tanto tiempo, también hubiese saltado hacia ella. Claro que hubiese sido vergonzoso darse cuenta que después era una completa desconocida. – Sopphie ríe por lo bajo – Pero no hay más nadie a quien quiera besar a parte de ti en estos momentos.

Sopphie ríe, con lágrimas en los ojos aún, y luego se tira hacia mí, sus labios se amoldan a los míos, en un efusivo beso, y todo se siente tan nuevo. Es como si volviese a dar mi primer beso. Al principio es solo un casto beso, pero luego agarro su cuello por detrás y la pego más a mí mientras sus manos desordenan mi cabello, aunque ya estaba desordenado antes, claro, pero ahora estará más. Cuando se separa por falta de aire, Sopphie deja su frente junto a la mía y se continua mordiendo el labio.

- Tengo certeza de que tus labios son divinos, pero deja de mordértelo, por favor. No quiero ver que derrames más sangre – digo recordando su anemia, aunque no sé qué tan avanzada estará ahora.

- El accidente fue muy feo – confiesa.

- No lo vi, pero midiendo sus heridas, creo que sí – murmuro cerca de su rostro. Su aliento cálido chocando contra mi rostro era una de las sensaciones que tanto extrañaba.