Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capítulo 16

- ¿Estás nerviosa?

- ¿Debería estarlo?

- No lo sé, pero yo lo estoy.

- No, no deberías estarlo. Y no lo estoy. ¿Sabes por qué? Porque son mis hijos, no puedo temerle a lo que piensen de mí después de que le diga esto. ¿Cómo te sentirías tú si te dijera que sí tienes padre y todo este tiempo te lo mantuvieron en secreto?

- Engañado, tal vez. ¿Cómo te sentiste tú cuando te enteraste lo de Emma?

- Ni lo menciones. – murmura. Agarra el último tazón con comida y se dirige a la mesa del comedor, yo agarro otro y la persigo. – Garnet no me ha hablado más, pero si es como siempre, dejará de hablarme y luego todo volverá a ser como siempre cuando nos volvamos a reunir en la cabaña.

- ¿Así es siempre? – pregunto, mientras acomodo los cubiertos correctamente en la mesa.

- Más o menos, solo una vez dejó de hablarme por todo un mes por ser cínica ante de la idea de quedarme sin madre. – murmura, pero luego parece avergonzada, por lo que baja la mirada y suspira. – Espero que simplemente Zafiro logre calmarla esta vez... en especial con lo que hice después.

- ¿Qué? – pregunto, encarándola. Pero Sopphie me mira como si no entendiera mi pregunta. Pero no puedo volver a cuestionar lo último que dijo, porque la puerta se abre y por esta se ven a Perla, con varias Amatistas detrás de ella y luego los niños entrando lentamente por la puerta, como extrañados. La puerta se vuelve a cerrar detrás de Sammie que es la última en entrar. Por primera vez puedo ver a Sebastián desde que lo dejé en la Tierra, su cabello sigue siento oscuro y le cae sobre la cara, ahora usa gafas, circulares tipo las de Harry Potter, sus pecas ahora se notan más y está más alto, incluso que Alee. Pero sigue siendo el mismo Sebastián que adoptamos Sopphie y yo.

- ¿Madre? – pregunta Alee, mientras hace una reverencia. Sopphie la mira, como si la estuviese riñendo. - ¿Nos has llamado?

- Al, basta de formalidades. – le riñe Sopphie. – No estamos en una reunión.

- No, pero deberíamos. – ahora es Alee quien le riñe. – Necesito más gemas para mis tropas si voy a ir a inspeccionar el progreso.

- ¿Qué va qué? – pregunto, pero nadie me escucha por lo suave que lo dije.

- Ahora no hablaremos de eso. – dice Sopphie. – Es hora del almuerzo, ¿por qué no comemos juntos?

Aleena se encogió de hombros. Sopphie se sentó en la silla del centro, Alee a su lado y yo del otro, Al me da una mirada extrañada, Sebastián, Sammie y Ethan al lado de Alee. Y comemos juntos, nuevamente como familia, entre los niños charlan de cosas divertidas, como nuevos videojuegos que está inventando Sebastián, del jardín secreto en la habitación de Sammie y de todas las competencias que Ethan suele hacer junto con otros niños de la simulación de la Tierra y de todos los premios que ha ganado. Sopphie les da la noticia de que seré su nuevo guardián, aunque no comenta nada del juicio y de lo mal visto que soy ahora por todos, y todos se quedan atónitos por la noticia, aparentemente Sopphie jamás ha querido un guardián. Qué raro que seas tú, ¿no?, dice la mirada de Aleena hacia mí. Pero lo quita rápidamente y continúa con el resto de la conversación. Cuando todos terminaron de comer, los niños comían un poco de helado, mientras Sopphie y yo tomábamos un poco de vino, y me he dado cuenta que Sopp se ha bebido varias copas, claro, el alcohol le da fuerzas.

- Bueno. – murmuró Sopphie, tragando en grueso el trago de vino. – Esa no es la única noticia.

- ¿Hay más noticias? – preguntó Sammie, aplaudiendo, pero Ethan le hizo callar.