Capitulo 41

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¡VUELVO A REPETIR!
¡TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LAS DIAMANTES ES FALSA, DEBIDO A QUE ESTOS CAPÍTULOS FUERON ESCRITOS ANTES DE QUE SE REVELARA VERDAERA INFORMACIÓN SOBFE ELLAS!

FIN DEL COMUNICADO :V

- No tengo idea. – murmura Edward. – No sé nada. ¡Egdar nunca me dice nada acerca de sus planes! Cree que soy muy torpe y que si me lo dice lo arruinaré todo. – el agarre de mi arma aflojó, aunque solo un poco. Sopphie idiota, ellos pudieron escuchar la conversación que tuvieron con Garnet, solo te está intentando compadecer. – Solo… me pidió que les dijera esto. ¿Si me dejan decírselos?

- Adelante. – digo bajando mi arma, pero aún con mi dedo en el gatillo. Nunca se sabe que puede pasar con esta rara familia. Aunque no incluyo a Rubén claro, después de todo él sigue teniendo sangre Norl, aunque haya pasado por tantos apellidos como yo.

- Bien. – dice Edward, tragando en grueso. – Solo voy a aclarar que, nosotros apenas descubrimos todo esto, se lo envíamos, ¿no lo recuerda? Una cajita negra, pequeña. Tenía una cámara así que sí, nos dimos cuentas que usted la mandó a abrir y descifrar y nunca más la volvió a buscar. Solo la olvidó, pero su hermano se me hace que no. – me tenso un poco. Camina unos pasos hasta que llegamos a las imágenes de la Diamantes. – Ella, como ya la deben conocer, es Diamante Amarillo. Fuerte, tanto de carácter como físicamente, todos saben las partes buenas de las Diamantes, pero nadie sabe su parte oscura. Cuando su dinastía de tres Diamantes se debilitó a tan solo dos, ella fue una de las que más sufrió;
pasó a tener en su control casi total, tanto las sedes como el Homeworld, ya que Diamante Azul estaba desdicha de cólera, sufrimiento y depresión. Ella había tenido un entrenamiento anterior, pero jamás lo había aplicado ya que la única que
aplica las normas y leyes era Diamante Rosa, que, como les
acabo de decir tampoco fue la mejor de la mejores. Debido a su falta de sabiduría y a su impulsividad hacia la situación de las Rebeles y las Crystal Gems, dejó un legado para todas las gemas de odiar para siempre ese bando, lo que terminó volviéndola vulnerable y débil al mantener la misma desdicha que tenía hundida a Diamante Azul, ya que, como sabrán, ella tuvo que retenerlo para poder reinar, y la desdicha de su siempre omnipotente odio hacia las gemas que le habían provocado la muerte a Diamante Rosa. Logrando como
resultado una batalla floja de su parte y posteriormente su muerte ante usted. – dice señalando a Emma, quien ni siquiera se inmutó, solo le dedicó su peor mirada a Edward.
Luego él continuó.

» Ya le contó acerca de Diamante Amarillo, y les di la introducción de Azul. Quien la verdad no tiene una historia muy interesante que se diga. Diamante Amarillo no era tomada mucho en consideración cuando Diamante Rosa estaba, pues mucho menos Diamante Azul. Ella simplemente se hundía en su barco de sufrimiento y dolor, que suerte que nunca se llegó a cortar. – sentí mis mejillas enrojecer. Maldigo el día en que se inventó el cuchillo. Aunque mirando de reojo a Emma ella también se ruborizó un poco. – Ella no era fuerte, ni tenía grandes poderes con los cuales defenderse, era
inteligente, hay que reconocer, pero al estar débil por la pérdida de Rosa, logró morir en tus manos, - dijo señalándome a mí ahora – En las de tu hermano y hermana, y en las de “Steven Universe”. – dice haciendo comillas. – Aunque la verdad, por más que investigué, no había referencias más que esa de él, aunque también decía que era un posible primogénito de un tal “Greg”. No tengo ni idea de qué clase de gema es esa.

»Continúo con Diamante Rosa: fuerte, toda una guerrera, como todos dicen, ¿no? Fue la segunda Diamante en tomar el cargo por completo. Todos pensaron que ella acabaría con el descontrol que hubo con el liderazgo de Diamante Blanco, pero no fue del todo cierto. Llevó felicidad y fortaleza a su planeta, pero llegó un momento en el que también se debilitó y murió. Como todos los humanos, ¿no? Pero a diferencia de las otras Diamantes, ella tenía un lado egoísta. Cuando llegó un punto en el que no sabía qué hacer con los Rebeldes quese levantaban, que cada vez eran más y más los números, decidió poner a todas las gemas a pelear. Ambos grupos iban
disminuyendo su porcentaje. Hasta que finalmente los grupos Rebelde ganaron en número, y ella prefirió poner gemas no aptas para la guerra a luchar que a ella misma, quien por
cierto tenía armas y poderes ocultos. Hasta que finalmente no quedaron más gemas, mas que ella y las otras Diamantes, y se decidió entregar. Después de todos los daños que hizo… - levantó su rostro y vi que estaba sonriendo.

»Y ahora, para culminar, la hermosa Diamante Blanco. Sería ironía si dijera que ella no era parecida a usted, señorita Blanca, pero no he parado de encontrar más que similitudes,
algunas muy grandes, otras que simplemente han de ser por casualidad. Son tantas que creo que enumerándolas, podríamos durar todo un día o más. Así que solo diré unas cinco. Uno. – dije levantando uno de sus dedos. – Cuando fue
creada jamás se imaginó que tan lejos llegaría, pero no se dio cuenta que su afán por ver hasta dónde podría o no llegar la destruiría. Dos. – levantó otro dedo. – Tenía una gema
gemela. ¿Jamás le ha pasado eso con la planta? ¿De qué cuando ya es muy tarde se da cuenta que colocó muchos
minerales en un mismo hoyo y salen dos gemas pegadas? Bueno, a ella le pasó eso. Pero cuando las dos emergieron una fue llevada a Gomorra y la otra fue dejada aquí, dispuesta a liderar. Tres. – levantó un tercer dedo. – Era valiente, fuerte y testaruda. Hasta ahora es la única Diamante que ya se le ha sido confirmada la existencia de poderes reales, la única gema que con ellos defendió en la guerra. Hasta que se
rindió, su planeta se rindió con ella y creó todo un infierno. Irónico, ya que sus poderes eran de hielo. – hace una breve pausa. – Todos intentan pensar lo mejor de ella, pero la verdad apesta para los “filósofos” que dicen que una mentira piadosa es mejor que una verdad destructora. Pero yo tengo
otra filosofía. Así que le confesaré que, mediante mi investigación, descubrí que, después de una fuerte guerra la cual fue la que Diamante Blanco perdió, ella se hundió en la
depresión. Pero todos se preguntaba el porqué de ello: no había perdido grandes cosas, más que unas cuantas gemas destruidas y una sola sede que quedó a medio servir. Pero al ir contra Gomorra descubrió algo que deseó jamás hacerlo: a su media naranja. Las leyendas cuentan que cuando conoció a su gema gemela se enamoró de ella, que cuando le
contaron que eran gemelas no cambió nada en ellas, se seguían viendo casi a diario, pero que, al cabo de unas
semanas, cuando su gemela fui destruida en manos de, en aquel entonces, el líder Gomorro, algo en ella se destruyó de igual manera. La vio morir, después de todo. Blanco entró en una depresión que vio a todo el planeta en la mega-ruina. Se decidió cambiar de líder a sus espaldas y fue ahí donde se creó a Diamante Rosa. Diamante Blanco al enterarse de esto terminó de enloquecer, se corrompió y murió. Los que fue nuestra cuarta semejanza. – levanta otro de sus dedos, con una sonrisa de medio al lado. – Y ahora a la última. – alza su mano completa. – Ella, durante su última guerra, estuvo de acuerdo con el hecho de ella también participar. Fue un gran
impacto, pero alentó mucho a las gemas. Cuando llegó a Gomorra, fue, en pocas palabras, atrapada y capturada como rehén para obligar a las tropas del Homeworld a debilitarse y doblegarse. Fue ahí donde encontró a su gemela y pasó todo lo que ya les conté. Pero esa no es la mejor… - es interrumpido por una gema Gomorra.

- ¿Señor? – pregunta la gema haciendo una reverencia.

- ¿Qué sucede? – pregunta mientras deja a la gema acercarse.

- Señor, han huido. – dice mirándonos de reojo. Y de inmediato sé a quiénes se refiere. Logro respirar un poco con más calma, aunque no demasiada.

Edward voltea a verme, él no se esperaba que yo ya haya avisado a Aleena para que saliera con la nave en cualquier momento.

- La mejor parte. – continúa Edward. – La mejor parte es que estamos enumerando sus semejanzas con Diamante Blanco, ¿no?

- ¿Y eso que tiene de semejanza conmigo? – encontré mi voz débil y ronca, con mis mejillas húmedas y mis brazos y piernas temblando cual gelatinas. Jamás me imaginé que unas simples leyendas me afectarían tanto. Mejor dicho. Jamás me imaginé que Edward haría algo que me afectaría
tanto. O por lo menos no de esta manera.

- De que su nuevo líder Gomorro. – dice extendiendo los brazos como Leonardo DiCaprio. – Te atrapará y capturará a ti también. Espero que Ben ni se acerque porque le espera la
peor parte.

Y antes de que siquiera pudiera reaccionar en algo mínimo, como en levantar mi arma y disparar, ya Edward estaba chocando sus manos en dos aplausos y haciendo que Emma y yo cayéramos de la nada hacia abajo, al sótano del Centro.

Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora