Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capitulo 42

RUBÉN POV'S

- Creo que deberíamos apurarnos.

- Cálmate, Rubén. – dice Christopher mientras presiona unos cuantos botones en el mando de control. – Llegaremos a tiempo.

Desde hace unos minutos siento miles de retorcijones en mi estómago. Le conté a Chris sobre la “conexión” que Sopphie y yo creemos tener acerca del otro, claro que Sopphie no
está tan enterada del mío, y él dijo que nos apresuraríamos, pero que la nave no podía ir tan rápido como quisiéramos porque si no el motor explotaría o nos quedaríamos varados
a mitad de la nada.

Amyra, junto con las gemelas y Jay, y Earle están acostados juntos en el sofá, Gabi ya se ha levantado pero parece estar a punto de caer rendida al suelo, aún carga su cobija enrollada a su alrededor, Vonnie está sentada en otro sofá, pero parece está luchando
fuertemente con el sueño, aunque creo que está perdiendo, y Ben pues, es un Ben que duerme con la cara dentro de un tazón de cereal en la isla de la cocina que está en la misma habitación que todo lo demás. El único que realmente parece despierto y preocupado como yo, aunque tal vez sus nervios no estén tan alterados como los míos, es Joiseph.

Mientras él juguetea con lo que parece ser un móvil algo pequeño a los que he visto cargar a los demás, yo simplemente camino de aquí a allá, despeino mi cabello, y en ocasiones
halo de él, y me muerdo las uñas. Definitivamente tendré que continuar con los de los pies si la nave sigue así de lento.

- Vas por el camino correcto. – dice Joiseph, mientras sube la mirada del móvil. – Te diriges al norte nuevamente.

- ¿Puedes ver eso en tu móvil? – pregunto para entretenerme con otro cosa y dejar de pensar en las uñas de mis pies.

- ¿Qué? – pregunta Joiseph confundido. – Esto no es un móvil, esto es una brújula moderna. Cuesta un poco leerla, pero hace la misma función que una brújula común y corriente. – dice mostrándomela. – Las brújulas y GPS que está en todas las naves le gasta mucha energía y velocidad. Así que con esto podemos ahorrarle energía a la nave y que de esta manera pueda ir mucho más rápido.

Y después de eso ya más nada me interesa. Solo presto atención a lo rápido que pasan las cosas por la ventana. Sigo sin comprender como Chris o Garnet o siquiera Sopphie y
Ben pueden conducir esta cosa sin marearse y lucir como si manejaran una bicicleta a baja velocidad. Es increíble. Yo solo recuerdo una vez cuando fui a la pista de autos de carrera con Sopphie. Unos amigos estaban haciendo apuestas y uno de ellos apostó algo, que no recuerdo, a quien ganara una carrera de autos de la pista de su primo con todo su equipo.

Solo éramos seis en la pista y el primer equipo en el que sus tres participantes pasaran por la línea de llegada, ganaba. Sopphie dijo que se quedaría en las gradas y me alentaría por ahí, ni loca se iba siquiera a meter en las pistas. Me pidió que tuviera cuidado, eso jamás lo olvidaré, que me cuidara porque si no ella misma saltaría por todas esas personas y
correría junto con todos los autos a reclamarme porque se me había ocurrido una cosa tan loca.

Después de muchos más sermones como ese, me dejó ir y yo entré en la pista. Mis amigos y yo nos pusimos unos trajes de color rojo y el otro equipo tenía unos verdes. Nos montamos, cada uno en un auto y mi corazón se aceleraba con cada bombillito rojo que se encendía en el contador. Hasta que llegó el verde y todo aceleramos a toda marcha. Cada vez que cambiaba de velocidad a una más rápida recordaba los ojitos asustados con los que me amenazaba Sopphie. Pero todo en mi mente se nubló al ver lo rápido que iban
estos autos y en lo borroso que se te ponía el camino a la velocidad en la que íbamos. Fue muy complicado: estar concentrado en el camino, en no chocar, en las velocidades, en la
cantidad de vueltas, en ganar y en las multitudes alentando, pero solo una persona me alentaba más que nadie. Cuando terminó la carrera, terminamos ganadores y recuerdo que la primera en correr a abrazarme fue Sopphie, quien corría con lágrimas en los ojos, terminó tirándose encima de mí y yo no pude soportar mucho y me desvanecí junto a ella.