Capitulo 23

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- Deberías comer algo. – le riñe su hermano. Sopphie se
mantiene callada. – Sé que me escuchas, no te hagas la
sorda. – Sopphie no responde y se mantiene mirando a la
nada. – ¿Estás en un tipo de trance místico o algo así? –
Sopphie baja la mirada y juega con sus manos en su regazo.
– Te mataré si no me respondes.

- ¡Quieres callarte, por el amor de Dios! – exclama Sopphie y
todos en la cocina se sobresaltan.

Desde que lograron “sacarla del trance”, palabras de Ben no
mías, su hermano la dejó en la cocina, pero Sopphie si le ha
dado una cuchara a su sopa, es mucho.

- Lo lamento, solo quería que te animaras. – se defiende Ben,
mientras deja su espalda en el respaldo de la silla. Yo giro los
ojos.

Tomo el plato en mis manos y me levanto de la silla, boto las
sobras en la basura, que extrañamente las quema en su
interior, dejo el plato en el lavavajillas y una idea destella en
mi mente. Si esta es la nave de Sopphie, debe estar
personalizada a ella, ¿no? Reviso una de los estantes y
efectivamente, está personalizada.

- Si quieres animarla, es así – dejo la Nutella en la mesa y
Sopphie abre los ojos como platos, mientras las manos en su
pecho desciende y su espalda deja de estar encorvada –
Como debes hacerlo. – finalicé con una sonrisa triunfante.
Ben levanta una ceja.

- ¿Con un chocolate? Que genio. – dice sarcástico.

- Aprende de él. – dice Sopphie, señalando a su hermano,
mientras agarra la Nutella, la destapa y mete un dedo dentro
de ella.

Ben simplemente se cruza de brazos y se tira hacia atrás en
la silla, con los brazos cruzados en el pecho y resopla en un
susurro.

- ¿Y qué piensas hacer? – pregunta Joiseph, mientras se
queda de pie al lado de Sopphie. Yo simplemente intento
hacer ejercicios de respiración para calmarme. Y si me
preguntan porque ahora estoy más celoso de que esté a su
lado, la respuesta es que fue él quien logró sacarla de su
trance, no ninguno de nosotros.

- No lo sé. – suspira Sopphie. – Los daños son muchos, el
tiempo es poco. Yo no… sé qué hacer.

- Podemos vivir aquí. – opina Aleena mientras deja su teléfono
en su regazo. Ella está sentada en un sofá no muy lejos de la
isla donde estamos sentados.

- ¿Por qué no se van a vivir a mi sede? – pregunta Gabi,
volteándose a ver a Sopphie.

- No sería correcto. – niega Sopphie. – Podría estar un tiempo
en tu sede, pero yo también necesito la mía.

- Los daños podrían durar años en repararse. – dice Joiseph –
Pero el único lugar de la sede en perfecto estado es la
Simulación, ¿por qué no viven allá por un tiempo?

- Podría. – murmura Sopphie. – Pero no quiero vivir allí, no…
quiero revivir nada que sea de la Tierra. – todos se creen su
excusa, Joiseph también con un poco de tristeza, pero al final
todos lo creen. Menos yo. Ella no quiere vivir en la Tierra no porque quiera revivir recuerdos, sino porque no quiere que
nadie rija su vida.

- ¿Cómo él recuerda la Tierra? – pregunto. Sopphie sube su
mirada hacia mí y me sonríe como si fuese a explicarle
matemáticas a un niño.

- Todos en la Simulación olvidan todo lo referente a la Tierra. –
comienza explicando – Lo qué es, donde queda y donde están
ahora, no saben que los que los cuidan son gemas,
simplemente piensan que son personas especiales que les
ayudan. Pero hay excepciones. Joiseph, Ginebra, Andrew,
son un par de excepciones. Pero tienen sus reglas.

Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora