Capitulo 58

30 5 0
                                    

Amyra entra en la habitación del hospital, mientras Rubén y yo esperamos afuera, en los asientos de espera. Nos miramos el rostro por unos minutos, hasta que Amyra sale y me hace señas para que yo entre, junto con Rubén que me sigue, hasta que entramos dentro de la habitación. Adentro solo hay varios sofás para invitados, extraño porque no dejan quedarse a nadie por más de unos
veinte minutos, una camilla, un cuerpo acostado en ella, y claro, un electrocardiograma y todos los suministros posibles que les puede dar a alguien que ha despertado del coma.

Me acerco a la camilla y me siento encima de ella, mientras acaricio el brazo pálido de Earle, quien me sonríe mientras coloca su otra mano encima de la mía y me acaricia.

- Hola, hermosa. – murmura Earle, luego voltea hacia Rubén. – Hola, Celoso.

No puedo evitar reír un poco. – Hola, Earle. – murmuro. – Se nota que estás bajo de muchos analgésicos.

- No, qué va. – murmura. – Estoy completamente bien. Sobrio y sexy.

- Por sobre todas las cosas sobrio, amigo. – dice Rubén, rodeándome con uno de sus brazos por los hombros.

- ¿Pueden llamar a Amy? – pregunta. – Tengo que proponerle matrimonio.

- Pero si ya están casados. – murmuro. – Desde hace más de siete años.

- Já bueno, no importa. – murmura, mientras se remueve en su camilla y lleva su sábana más alto hasta su cuello. – Oye, me enteré que estás embarazada. Sabes, no lo pareces.
Ni siquiera lo siento. – dice paseando toda su mano por mi estómago. La pequeña Mini- Nutella se remueve, aunque no tanto como recuerdo que se movían los mellizos. – Ah no, espera. – su mano pone presión en mi estómago. – Nop, lo siento, pequeña. Creo que tu nuevo baby está muerto.

Me congelo por completo, no siento la sangre fluir por mis venas. Todo rastro de emoción desaparece de mi rostro y me siento mareada de pronto. Rubén, que todo el tiempo estuvo sosteniéndome, me ayuda a bajarme y luego me sostiene por los hombros.

- Creo que son suficientes visitas por hoy. – murmura Rubén, mientras me voltea hacia la puerta.

- No, esperen. – dice Earle. – No se vayan, son los únicos que me han venido a visitar a parte de Amyra y las gemelas.

- ¿Qué hay de Jay? – pregunto, aún sintiendo un nudo en mi garganta.

- No tengo idea, no ha venido. – murmura Earle. – Creo que está enojado o algo así porque tenía un juego de beisbol unos días después de la guerra, pero yo no recuerdo más que eso, el día de la guerra.

Suspirando, vuelvo a tomar camino hacia la camilla de Earle y tomo su mano nuevamente. Aún recuerdo los días después de despertar del coma, cuán confundida estaba y desesperada por verlos otra vez a todos, supongo que debí haber estado igual que Earle, claro que menos ebria, espero.

- Es normal. – murmuro. – Todo tu cuerpo estuvo congelado durante meses y cuando despiertas es cuando sientes todos los nervios dormidos, aún recuerdo lo horrible que era
querer moverte y no poder hacerlo, cuan desesperante es. Solo que en tu caso, estuve en coma mucho más tiempo que yo, tu recuperación, sin embargo, será menos fuerte que la
que yo tuve ya que tus músculos llevan más tiempo sin ser usados y deberán tener paciencia contigo. Pero déjame decirte, amigo mío, que cuando llegues a la parte más fuerte de fisioterapia, no hay marcha atrás hasta que tus músculos sean los mismos. Las enfermeras no tendrán compasión y no te dejarán dormir tanto como ahora.

- Eso es muy alentador. – murmura Earle, con tono asustado y a la vez un poco sarcástico.

- Tan alentador como que mi bebé estaba muerto. – espeto borde.

Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora