Revolution - Descendientes de Steven Universe #3 [Terminada]

Capítulo 14

Toda la corte entra en murmureos y cuchilleos, Rubén Kitane se queda pasmado en su asiento, Earle mira asustado a Sopphie, mientras esta se queda sobrecogida en su asiento, como si estuviese avergonzada de pronto, Gabi y Steven miran a Sopphie, ella les niega, Steven asiente hacia ella y Gabi no se inmuta, luego Sopp le da una mirada a Earle y este me parece temblar.

- Sus majestades han escogido que usted no tiene elección. – murmura Earle, su voz suena ahogada, como si estuviese preocupado. ¿Preocupado por qué? ¿qué me harán? – Tendrás que quedar al servicio de Majestad Blanca durante todo el tiempo que ella vea conveniente y en lo que ella vea conveniente que hagas. Mientras tanto su decisión de qué hacer contigo se libera, tendrás que asistir a la revisión rutinaria.

Y vacilando un poco, golpea el mazo contra su estrado.

De inmediato unos rubíes entran por la puerta, exactamente seis rubíes, Ginebra y Andrew son los primeros en ser atrapados por dos Rubís cada uno, luego dos me atrapan a mí y me inmovilizan, sacándome a rastras del estrado. Y lo último que veo son los ojos tristes de Sopphie, ella no se siente cómoda con esta decisión sin duda alguna, pero de inmediato mi conexión con ella se corta cuando los Rubís que me llevan me obligan a permanecer con la vista al frente. Me sacan del estrado, con todas las malas miradas sobre mí, caminamos otra vez sobre los pasillos blancos, mientras las gemas que pasan por ahí se abren paso para que pasemos, caminamos unos cuantos pasillos, pero solo me concentro en que puede ser lo que va a pasarme, pero mis sentimientos se interrumpen cuando nos detenemos frente a una puerta, la abren, pero el espacio es pequeño comparado con el marco de la puerta. El primero en entrar es Andrew, aunque en realidad los Rubís literalmente lo lanzaron, con un grito Ginebra es lanzada y seguidamente yo, con más fuerza aplicada, soy obligado a entrar.

Logro mantener el equilibrio y mantenerme de pie mientras un extraño suelo nos conduce hacia alguna parte, Ginebra está sentada en el suelo delante de mí, Andrew está arrodillado más adelante, mientras el camino automático nos mueve solo. Un extraño chorro de agua sale del techo y moja primero a Andrew quien grita de la sorpresa, luego Ginebra y luego a mí, quedamos empapados, pero no me da ni tiempo de cubrirme cuando otro tubo con algo liquido y espeso nos empapa, luego otro de agua y una manos mecánicas salen de par en par y nos masajean todo el cuerpo, pero no puedo ver nada, mantengo los ojos cerrados para que no me caiga nada adentro, solo escucho los gritos de Ginebra y Andrew, mientras lo único que siento son las manos ducharme, pero de inmediato un grito también sale de mi boca cuando las mismas manos me desgarran la ropa. ¿Pero qué...? Intento luchar con ellas, pero es en vano. Están diseñadas para eso y supongo que le están haciendo lo mismo, porque no paran de gritar aún más. Cuando de pronto, las mismas manos me colocan algo por encima de la cabeza, nueva ropa, pero aún sigo algo mojado por la ducha inesperada, lo que hace que el resto de la ropa que me ponen se quede pegada en mi cuerpo. Andrew ahoga un grito, seguida de Ginebra y luego siento algo quemándome en la muñeca, pero reprimo por completo el grito. Miro mi muñeca herida y veo un pequeño símbolo, como una estrella de color negro en el borde y en medio de color blanco, Ginebra mira el suyo y agudizo mis ojos para verlo, es como mi estrella solo que la de ella es la estrella de David, la mía solo tiene cinco puntas, y creo suponer que la de Andrew es igual que la de ella. Seguimos unos minutos por el camino simplemente mirándonos asustados, pero nada pasa. Me doy cuenta de sus ropas, son normales, tienen color, no como la mía que es completamente blanca. Cuando de pronto Andrew pega un grito y de inmediato se para. Le miro asustado, unas manos lo agarraron y se lo llevaron por un agujero en el techo. Ginebra, alarmada, se levanta e intenta huir, pero del mismo agujero salen unas manos y se la llevan por la camisa. Comienzo a correr hacia atrás para que las manos no me lleven, pero es inútil, el agujero pasa sobre mí. Pero no me agarran las manos, estas simplemente se quedan suspendidas en el aire. Y cuando me voy alejando se despiden de mí. ¿Pero qué...? Me volteo a mirar y atrás de mí una luz blanca se extiende, soy obligado a cubrirme los ojos por lo fuerte que es. Cuando de pronto, me siento caer, la escalera mecánica se acabó. Caigo y siento que en cualquier momento caeré de espaldas y moriré, pero cuando menos me lo espero soy de vuelto hacia arriba. ¿Acabo de rebotar? Vuelvo hacia abajo y ya no subo más, miro todo alarmado. Estoy en una especie de trampolín, cama elástica o algo así. Consigo rodar y poner mis piernas al frente para no llegarle derechito al suelo. Cuando me reincorporo acomodando mi ropa, me doy cuenta que hay algunas gotas de agua aún en mi cuello y frente por lo que la seco con mi antebrazo. Cuando un sonido me sobresalta, miro hacia al frente y veo un pequeño cilindro azul metal salir del suelo, encima de este unos tenis blancos están. Me acerco lentamente y me los coloco, pero me sorprendo de que nada pase.